¡Ay, pata! Aquí les va la nota fresca del día: el Parque Vargas de Limón, ese rinconcito que tanto queremos aunque a veces le falten cositas, va a tener una transformación tremenda. Se va a poner a full con una remodelación que promete devolverle el brillo que merece y, esperemos, traerle más pura feria al comercio local.
Imaginen, un parque nuevo, con toda la onda, listo para recibir a turistas nacionales y extranjeros. Este proyecto largamente esperado es producto de un convenio jugoso entre el Instituto de Desarrollo Rural (Inder) y la Municipalidad de Limón, quienes se pusieron las pilas para conseguir estos ¢485 millones. ¡Eso sí es trabajar con ganas!
Para los que no estén muy al día, el Parque Vargas es mucho más que unas bancas y unos árboles. Es un hito histórico, ¡vamos!, ahí llegó Cristóbal Colón hace 523 años, según cuentan las historias. Entonces, renovarlo no solo es invertir en turismo, sino también honrar nuestra herencia. Y pa’ rematar, tiene la vista espectacular a la Isla Quiribrí, que es otro ícono de la zona.
La movida se declara de interés cantonal – porque claro, esto le afecta a todos nosotros – y contemplará una renovación completa del espacio. Van a arreglarlo todo, desde el suelo hasta las luces, asegurándose de que sea un lugar seguro y accesible para to’los. Además, buscan que combine perfecto con el entorno natural, pa’ que sigamos disfrutando de esas vistas al mar que nos hacen sentir orgullosos de ser limonenses.
Ricardo Quesada Salas, el presidente del Inder, mandó el mensaje directo: “Esto demuestra nuestro compromiso con el desarrollo rural sostenible y cómo trabajamos juntos con los gobiernos locales para crear oportunidades y mejorar la calidad de vida.” ¡Así se habla, don Ricardo! Que siga así la máquina, dando impulso a nuestras comunidades.
Pero la verdadera alegría la expresó la alcaldesa Ana Matarrita Mc Calla. Dijo que este parque renovado se convertirá en un punto de encuentro para la cultura, el turismo y el comercio. “Va a ayudar a poner a Limón en el mapa como un destino turístico de primer nivel,” aseguró. Y créanme, nos va a hacer falta darle un reconocimiento a estas personas, porque ponen el alma en lo que hacen.
Ahora bien, hay que estar ojo avizor con estos proyectos. Con ¢485 millones en juego, necesitamos que todo salga transparente y sin rodeos. Por eso, el Inder y la Municipalidad prometieron controles rigurosos y fiscalización constante. Esperemos que cumplan, porque la plata es de todos y tenemos derecho a exigir cuentas. Que no se vayan al traste los esfuerzos, ¡por favor!
En fin, esta remodelación pinta prometedora, pero me pregunto: ¿cree usted que esta inversión realmente transformará el Parque Vargas y atraerá a más turistas a Limón, o simplemente será otra promesa incumplida? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios y veamos qué piensa la gente!
Imaginen, un parque nuevo, con toda la onda, listo para recibir a turistas nacionales y extranjeros. Este proyecto largamente esperado es producto de un convenio jugoso entre el Instituto de Desarrollo Rural (Inder) y la Municipalidad de Limón, quienes se pusieron las pilas para conseguir estos ¢485 millones. ¡Eso sí es trabajar con ganas!
Para los que no estén muy al día, el Parque Vargas es mucho más que unas bancas y unos árboles. Es un hito histórico, ¡vamos!, ahí llegó Cristóbal Colón hace 523 años, según cuentan las historias. Entonces, renovarlo no solo es invertir en turismo, sino también honrar nuestra herencia. Y pa’ rematar, tiene la vista espectacular a la Isla Quiribrí, que es otro ícono de la zona.
La movida se declara de interés cantonal – porque claro, esto le afecta a todos nosotros – y contemplará una renovación completa del espacio. Van a arreglarlo todo, desde el suelo hasta las luces, asegurándose de que sea un lugar seguro y accesible para to’los. Además, buscan que combine perfecto con el entorno natural, pa’ que sigamos disfrutando de esas vistas al mar que nos hacen sentir orgullosos de ser limonenses.
Ricardo Quesada Salas, el presidente del Inder, mandó el mensaje directo: “Esto demuestra nuestro compromiso con el desarrollo rural sostenible y cómo trabajamos juntos con los gobiernos locales para crear oportunidades y mejorar la calidad de vida.” ¡Así se habla, don Ricardo! Que siga así la máquina, dando impulso a nuestras comunidades.
Pero la verdadera alegría la expresó la alcaldesa Ana Matarrita Mc Calla. Dijo que este parque renovado se convertirá en un punto de encuentro para la cultura, el turismo y el comercio. “Va a ayudar a poner a Limón en el mapa como un destino turístico de primer nivel,” aseguró. Y créanme, nos va a hacer falta darle un reconocimiento a estas personas, porque ponen el alma en lo que hacen.
Ahora bien, hay que estar ojo avizor con estos proyectos. Con ¢485 millones en juego, necesitamos que todo salga transparente y sin rodeos. Por eso, el Inder y la Municipalidad prometieron controles rigurosos y fiscalización constante. Esperemos que cumplan, porque la plata es de todos y tenemos derecho a exigir cuentas. Que no se vayan al traste los esfuerzos, ¡por favor!
En fin, esta remodelación pinta prometedora, pero me pregunto: ¿cree usted que esta inversión realmente transformará el Parque Vargas y atraerá a más turistas a Limón, o simplemente será otra promesa incumplida? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios y veamos qué piensa la gente!