¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que la policía nos sacó una sorpresa tremenda la madrugada del martes en Liberia, Guanacaste. No cualquier cosita, ¡eh! Sino 400 kilos de cocaína, pa’ que se hagan una idea, suficiente para armar un buen brete. Y eso no es todo, también agarraron a cuatro personas, sospechosos de estar metidos hasta el cuello en el negocio del tráfico aéreo internacional. ¡Un papelón!
Según nos cuentan desde el Ministerio de Seguridad Pública, esto viene de una investigación que lleva tiempo cocinándose, donde descubrieron que nuestro pedacito de paraíso estaba siendo utilizado como punto estratégico para recibir y cargar droga en avionetas. Imagínate, acá mismo, en nuestra tierra, usándonos para mandar cosas que no van. ¡Qué sal!
Y no precisamente cayó cualquier gente. Entre los detenidos anda un colombiano, Takashima Montoya, de 44 años, al parecer el jefazo de toda la operación, el que daba las órdenes y vigilaba los envíos. Además de él, agarraron a tres nacionales nuestros, dos de los cuales no tenían historial delictivo, pero el tercero, bueno… digamos que ya tenía sus maullidos con la justicia, incluyendo cargos por tráfico internacional de drogas. Un caso bastante chungo, diay.
Pero espera, que hay más. En los allanamientos que hicieron la PCD, la DEA, la UEA y la DIAC, encontraron un montón de cosas raras. Lámparas potentes para alumbrar pistas clandestinas, radios de comunicación para hablarse en secreto, llantas para avioneta, combustible, ¡hasta armas y municiones! Y pa' rematar, encontraron fajos de billetes y objetos que traían sello hecho en México. Parece que esta vaina iba más allá de lo que pensábamos inicialmente.
Además, no se quedaron ahí. Este miércoles, las autoridades siguieron investigando y allanaron una habitación de hotel y dos casas en Guanacaste, donde encontraron aún más pruebas que apuntan a que esta banda llevaba mucho tiempo operando a nuestro alrededor. Esto suma a otros incidentes que hemos tenido últimamente, como esas avionetas que cayeron en Bagaces y Puerto Jiménez. Claramente, esto demuestra que el tráfico de drogas está complicado y que la cosa está tensa.
Desde el Ministerio de Seguridad dicen que están reforzando las acciones tanto en tierra como en el aire para combatir este flagelo. Han puesto más operativos, más vigilancia y más colaboración entre las diferentes fuerzas policiales. Pero la verdad, huele a que esto es solo la punta del iceberg. Mientras haya demanda en otros países, siempre habrá quienes intenten sacar provecho de esta vaina, aunque tengan que ensuciar nuestro país en el proceso.
Ahora, todo pasa ahora al Ministerio Público, donde van a determinar qué va a pasar con estos cuatro detenidos. Se les va a evaluar si van a quedar presos preventivamente, bajo arresto domiciliario, o si podrán salir libre mientras siguen la investigación. Ya saben, como dice el dicho, “la defensa tiene la palabra”. Veremos qué sale de todo esto, porque la verdad es que la situación está más que delicada.
Con todo este panorama, me pregunto... ¿cree usted que realmente podemos frenar el tráfico de drogas por Costa Rica o estamos condenados a seguir siendo puente para estas actividades ilícitas? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!
Según nos cuentan desde el Ministerio de Seguridad Pública, esto viene de una investigación que lleva tiempo cocinándose, donde descubrieron que nuestro pedacito de paraíso estaba siendo utilizado como punto estratégico para recibir y cargar droga en avionetas. Imagínate, acá mismo, en nuestra tierra, usándonos para mandar cosas que no van. ¡Qué sal!
Y no precisamente cayó cualquier gente. Entre los detenidos anda un colombiano, Takashima Montoya, de 44 años, al parecer el jefazo de toda la operación, el que daba las órdenes y vigilaba los envíos. Además de él, agarraron a tres nacionales nuestros, dos de los cuales no tenían historial delictivo, pero el tercero, bueno… digamos que ya tenía sus maullidos con la justicia, incluyendo cargos por tráfico internacional de drogas. Un caso bastante chungo, diay.
Pero espera, que hay más. En los allanamientos que hicieron la PCD, la DEA, la UEA y la DIAC, encontraron un montón de cosas raras. Lámparas potentes para alumbrar pistas clandestinas, radios de comunicación para hablarse en secreto, llantas para avioneta, combustible, ¡hasta armas y municiones! Y pa' rematar, encontraron fajos de billetes y objetos que traían sello hecho en México. Parece que esta vaina iba más allá de lo que pensábamos inicialmente.
Además, no se quedaron ahí. Este miércoles, las autoridades siguieron investigando y allanaron una habitación de hotel y dos casas en Guanacaste, donde encontraron aún más pruebas que apuntan a que esta banda llevaba mucho tiempo operando a nuestro alrededor. Esto suma a otros incidentes que hemos tenido últimamente, como esas avionetas que cayeron en Bagaces y Puerto Jiménez. Claramente, esto demuestra que el tráfico de drogas está complicado y que la cosa está tensa.
Desde el Ministerio de Seguridad dicen que están reforzando las acciones tanto en tierra como en el aire para combatir este flagelo. Han puesto más operativos, más vigilancia y más colaboración entre las diferentes fuerzas policiales. Pero la verdad, huele a que esto es solo la punta del iceberg. Mientras haya demanda en otros países, siempre habrá quienes intenten sacar provecho de esta vaina, aunque tengan que ensuciar nuestro país en el proceso.
Ahora, todo pasa ahora al Ministerio Público, donde van a determinar qué va a pasar con estos cuatro detenidos. Se les va a evaluar si van a quedar presos preventivamente, bajo arresto domiciliario, o si podrán salir libre mientras siguen la investigación. Ya saben, como dice el dicho, “la defensa tiene la palabra”. Veremos qué sale de todo esto, porque la verdad es que la situación está más que delicada.
Con todo este panorama, me pregunto... ¿cree usted que realmente podemos frenar el tráfico de drogas por Costa Rica o estamos condenados a seguir siendo puente para estas actividades ilícitas? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!