¡Ay, Dios mío, qué vaina! La cosa está que arde en la Asamblea Legislativa con el tema del desafuero del Presidente Chaves. Resulta que la Comisión Especial, después de una audiencia más movida que baile de salsa, va a meterle mano al informe para recomendar o no al Plenario que le quiten el fuerito. Y eso, mis queridos, puede armar un tremendo berrinche.
Para refrescarles la memoria, todo esto viene porque el Tribunal Supremos de Elecciones (TSE) puso encima de la mesa quince denuncias de beligerancia política en contra del Presidente. Denuncias que, pa' algunos, son pura persecución política, y pa’ otros, pues… bueno, denuncian cosas serias. La diputada Larios, presidenta de la comisión, ya confirmó que la votación clave será el miércoles 26 de noviembre. ¡Prepárense para el chichón!
Lo curioso es que parece que el ambiente en la comisión no es precisamente de armonía. Se rumora que ya hay un informe de mayoría, firmado por Larios y Rocío Alfaro, que pide quitarle el fuero al Presidente. También tienen un informe de minoría, apoyado por el oficialista Daniel Vargas, que se planta en la idea de defenderlo. ¡Un wey contra el otro, vamos viendo cómo termina esto!
Y ni hablar del show que montó el Presidente Chaves durante la audiencia. Se retiró a medio camino, negándose a responder preguntas sobre esas denuncias de beligerancia. ¡Como quien sale corriendo cuando le preguntan por la tarea! Algunos dicen que hizo gala de su temperamento cascabel, otros que simplemente estaba defendiendo su posición. Lo cierto es que dejó a varios diputados con la boca abierta y el dedo señalando.
Después del drama en la Comisión, Chaves aprovechó una actividad del Partido Pueblo Soberano (PPSO) – ¡con la candidata presidencial Laura Fernández presente, pa' que no falte nada! – para soltar unas cuantas cositas a los diputados de la comisión y a los magistrados del TSE. Amenazas, calificativos... ¡un verdadero festival! Esto, por supuesto, levantó aún más polvareda y generó críticas desde distintos lados. ¡Qué maquina de polemica, papi!
Ahora, la pelota está en el techo de la Asamblea. Tienen hasta el 1º de diciembre para presentar los informes finales y, si la cosa se pone seria, el Plenario podría discutir el tema en las primeras semanas de diciembre, antes de que se vayan de vacaciones. ¡Imagínense la presión que van a tener esos diputados! Un voto en contra, y el Presidente se enfrenta a la posibilidad de perder sus credenciales e incluso quedar inhabilitado por unos buenos dos años.
Recordemos que hace unos meses, en septiembre, ya intentaron desafiarlo y se llevaron una gran sorpresa: perdieron por poco. Necesitaban 38 votos a favor, pero solo consiguieron 34. Ahora, con este nuevo intento, la cosa pinta diferente, pero aún así, la batalla está lejos de terminar. Hay mucha tensión en el aire y el TSE está observando la jugada con lupa, esperando ver qué decide la Asamblea.
Este asunto del desafuero ha dividido al país como pocas veces. Por un lado, hay quienes defienden ciegamente al Presidente, argumentando que es víctima de una persecución política. Por el otro, hay quienes consideran que debe responder por sus acciones y declaraciones. Con todo este circo mediático y político, me pregunto: ¿Creen ustedes que la Asamblea Legislativa tomará una decisión justa y transparente, o caerá presa de intereses políticos y presiones externas?
Para refrescarles la memoria, todo esto viene porque el Tribunal Supremos de Elecciones (TSE) puso encima de la mesa quince denuncias de beligerancia política en contra del Presidente. Denuncias que, pa' algunos, son pura persecución política, y pa’ otros, pues… bueno, denuncian cosas serias. La diputada Larios, presidenta de la comisión, ya confirmó que la votación clave será el miércoles 26 de noviembre. ¡Prepárense para el chichón!
Lo curioso es que parece que el ambiente en la comisión no es precisamente de armonía. Se rumora que ya hay un informe de mayoría, firmado por Larios y Rocío Alfaro, que pide quitarle el fuero al Presidente. También tienen un informe de minoría, apoyado por el oficialista Daniel Vargas, que se planta en la idea de defenderlo. ¡Un wey contra el otro, vamos viendo cómo termina esto!
Y ni hablar del show que montó el Presidente Chaves durante la audiencia. Se retiró a medio camino, negándose a responder preguntas sobre esas denuncias de beligerancia. ¡Como quien sale corriendo cuando le preguntan por la tarea! Algunos dicen que hizo gala de su temperamento cascabel, otros que simplemente estaba defendiendo su posición. Lo cierto es que dejó a varios diputados con la boca abierta y el dedo señalando.
Después del drama en la Comisión, Chaves aprovechó una actividad del Partido Pueblo Soberano (PPSO) – ¡con la candidata presidencial Laura Fernández presente, pa' que no falte nada! – para soltar unas cuantas cositas a los diputados de la comisión y a los magistrados del TSE. Amenazas, calificativos... ¡un verdadero festival! Esto, por supuesto, levantó aún más polvareda y generó críticas desde distintos lados. ¡Qué maquina de polemica, papi!
Ahora, la pelota está en el techo de la Asamblea. Tienen hasta el 1º de diciembre para presentar los informes finales y, si la cosa se pone seria, el Plenario podría discutir el tema en las primeras semanas de diciembre, antes de que se vayan de vacaciones. ¡Imagínense la presión que van a tener esos diputados! Un voto en contra, y el Presidente se enfrenta a la posibilidad de perder sus credenciales e incluso quedar inhabilitado por unos buenos dos años.
Recordemos que hace unos meses, en septiembre, ya intentaron desafiarlo y se llevaron una gran sorpresa: perdieron por poco. Necesitaban 38 votos a favor, pero solo consiguieron 34. Ahora, con este nuevo intento, la cosa pinta diferente, pero aún así, la batalla está lejos de terminar. Hay mucha tensión en el aire y el TSE está observando la jugada con lupa, esperando ver qué decide la Asamblea.
Este asunto del desafuero ha dividido al país como pocas veces. Por un lado, hay quienes defienden ciegamente al Presidente, argumentando que es víctima de una persecución política. Por el otro, hay quienes consideran que debe responder por sus acciones y declaraciones. Con todo este circo mediático y político, me pregunto: ¿Creen ustedes que la Asamblea Legislativa tomará una decisión justa y transparente, o caerá presa de intereses políticos y presiones externas?