¡Aguante, pura vida! Aquí les va la movida que sacudió Carrillo este fin de semana. Tres tipos terminaron atrapados por la Fuerza Pública después de una persecución digna de Hollywood, incluyendo un vuelco aparatoso y hasta algunos balazos al aire. Se armó qué bronca, mándale.
Todo empezó cuando unos oficiales de la Fuerza Pública estaban haciendo su trabajo, recorriendo la zona cerca del Colegio de Filadelfia. De repente, vieron un carro que no respetó la indicación de parar. En vez de frenar, le pisó al acelerador, dando inicio a una persecución a toda velocidad que involucró a dos patrullas. Uno diría, ¡qué irresponsabilidad!
La cosa se puso aún más seria cuando llegaron a un punto de control en la Ruta 21, casi junto al puente sobre el río Las Palmas. Ahí, el chofer perdió el control del vehículo y ¡bam!, chocó contra la baranda, volcándose de lleno. Por suerte, nadie salió herido físicamente, aunque la camioneta quedó hecha pedazos, eso sí.
Pero lo más loco viene ahora. Después del choque, los tres ocupantes salieron corriendo del carro, ¡y empezaron a dispararle a diestra y siniestra! Según los informales, uno de los sospechosos andaba con lo que parecía un fusil de asalto, lo que activó inmediatamente un operativo de búsqueda masivo en la zona. Imagínate el susto que se llevaron los vecinos, ¡tremendo jale!
Después de un rastreo intenso, los uniformados lograron atrapar a dos de los maleantes, que respondían a los nombres de Zúñiga y Sandí. Además, cerca del lugar del accidente encontraron un revólver calibre 22 con balas listas para salir. ¡Menuda suerte la de la policía, ey!
Pero la cosa no terminó ahí. Un par de kilómetros más adelante, la Fuerza Pública consiguió acorralar al tercer implicado, identificado como Mora, quien también estaba tratando de escabullirse. Así, con todos los sospechosos bajo custodia, se cerró el círculo en esta persecución de alta tensión que mantuvo a todos alerta en la región de Guanacaste. El brete que tuvieron estos señores…
Lo que nos lleva a pensar: parece que estos tres individuos tienen un historial bastante turbio. Resulta que ya tenían problemas con la justicia por cosas como porte de drogas, robos, violencia doméstica, conducir como locos, desobedecer a la autoridad y, para rematar, llevar armas ilegales. ¡Una lista larga, mándele! Ahora, la Fiscalía de Santa Cruz investigará a fondo para aclarar cómo consiguieron esas armas y cuál era su plan. Que no haya ni una vara suelta, ey.
Esta movida nos hace reflexionar sobre la seguridad en nuestras carreteras y la necesidad de reforzar los controles. Pero me pregunto, compas del Foro, ¿creen que hay suficiente presencia policial en zonas rurales como Carrillo para prevenir incidentes así? ¿Y qué medidas creen que se deberían tomar para evitar que jóvenes caigan en estas actividades ilícitas?
Todo empezó cuando unos oficiales de la Fuerza Pública estaban haciendo su trabajo, recorriendo la zona cerca del Colegio de Filadelfia. De repente, vieron un carro que no respetó la indicación de parar. En vez de frenar, le pisó al acelerador, dando inicio a una persecución a toda velocidad que involucró a dos patrullas. Uno diría, ¡qué irresponsabilidad!
La cosa se puso aún más seria cuando llegaron a un punto de control en la Ruta 21, casi junto al puente sobre el río Las Palmas. Ahí, el chofer perdió el control del vehículo y ¡bam!, chocó contra la baranda, volcándose de lleno. Por suerte, nadie salió herido físicamente, aunque la camioneta quedó hecha pedazos, eso sí.
Pero lo más loco viene ahora. Después del choque, los tres ocupantes salieron corriendo del carro, ¡y empezaron a dispararle a diestra y siniestra! Según los informales, uno de los sospechosos andaba con lo que parecía un fusil de asalto, lo que activó inmediatamente un operativo de búsqueda masivo en la zona. Imagínate el susto que se llevaron los vecinos, ¡tremendo jale!
Después de un rastreo intenso, los uniformados lograron atrapar a dos de los maleantes, que respondían a los nombres de Zúñiga y Sandí. Además, cerca del lugar del accidente encontraron un revólver calibre 22 con balas listas para salir. ¡Menuda suerte la de la policía, ey!
Pero la cosa no terminó ahí. Un par de kilómetros más adelante, la Fuerza Pública consiguió acorralar al tercer implicado, identificado como Mora, quien también estaba tratando de escabullirse. Así, con todos los sospechosos bajo custodia, se cerró el círculo en esta persecución de alta tensión que mantuvo a todos alerta en la región de Guanacaste. El brete que tuvieron estos señores…
Lo que nos lleva a pensar: parece que estos tres individuos tienen un historial bastante turbio. Resulta que ya tenían problemas con la justicia por cosas como porte de drogas, robos, violencia doméstica, conducir como locos, desobedecer a la autoridad y, para rematar, llevar armas ilegales. ¡Una lista larga, mándele! Ahora, la Fiscalía de Santa Cruz investigará a fondo para aclarar cómo consiguieron esas armas y cuál era su plan. Que no haya ni una vara suelta, ey.
Esta movida nos hace reflexionar sobre la seguridad en nuestras carreteras y la necesidad de reforzar los controles. Pero me pregunto, compas del Foro, ¿creen que hay suficiente presencia policial en zonas rurales como Carrillo para prevenir incidentes así? ¿Y qué medidas creen que se deberían tomar para evitar que jóvenes caigan en estas actividades ilícitas?
