¡Ay, Dios mío! Quién iba a decir que las cáscaras de limón, esas que tirábamos sin pensar, serían la sensación del momento. Aquí en Costa Rica, la pleca por lo natural está más alta que nunca, y este combo sencillo de limón y laurel se ha vuelto una verdadera moda, ¿o me equivoco?
Y no piensen que esto es pura vaina de viejitos. Resulta que detrás de esta receta ancestral hay ciencia, parce. El laurel, ese que usamos pa’ darle sabor a la carne y al pollo, tiene propiedades increíbles. Dicen que ayuda con la digestion, te quita hasta el estrés y hasta controla el azucar en la sangre, ¡a todo dar!
Ahora bien, el limón… pues ya saben, vitamina C a mandarina, ¡pura fibra! Refuerza el sistema inmune como campeón, te limpia de to'xinas y te ayuda a bajar unos kilitos si comes sano. En fin, una dupla imbatible, como dirían algunos.
Pero lo que realmente ha hecho explotar este brebe es el aroma, parce. Cuando hierve esa agua con limón y laurel, se llena la casa con un olor rico, limpio, relajante. ¡A algunos les recuerda a la casa de la abu! Así que ya se imaginan por qué tanta gente está hirviendo ollitas en sus casas ahora mismo. ¡Hasta los vecinos preguntan qué estás cocinando!
Y pa’ rematar, sirve pa’ espantar mosquitos, que en esta época de lluvia, con esos zancudos, es una bendición. Olvídate de los repelentes sintéticos, ¡con limón y laurel tienes la solución natural y económica! Además, queda con un aroma delicioso que te hace sentir en paz y tranquilo, diay.
La preparación es pan comido, como dicen por acá. Ponle agua a una olla, añade unas cinco hojitas de laurel y las cáscaras de uno o dos limones. Déjala hervir por unos 10 a 15 minutos. Si quieres usarla como ambientador, vierte el líquido en un recipiente y déjala en diferentes lugares de la casa. Si es pa’ tomar, deja reposar, cuélala y ¡lista! Puedes añadirle un poquito de miel o stevia si te gusta más dulce.
Muchos lo descubrieron por mera curiosidad, otros porque estaban buscando alternativas más sanas y económicas. Pero todos, absolutamente todos, coinciden en que funciona. Ya sea pa’ mejorar el ambiente de la casa, pa’ sentirse más relajado o pa’ espantar a los mosquitos, este remedio de la abuelita se ha ganado un lugar especial en los corazones y hogares costarricenses. ¡Es como un abrazo de calorcito en un día frío!
Así que ahí lo tienen, compañeros. Una receta sencilla, económica y efectiva que nos conecta con nuestras raíces y nos recuerda el poder curativo de la naturaleza. Ahora dime tú, ¿ya le has probado a esta vara? ¿Te animas a preparar tu propia infusión de limón y laurel y contarme cómo te va? ¡Déjanos tus comentarios abajo!
Y no piensen que esto es pura vaina de viejitos. Resulta que detrás de esta receta ancestral hay ciencia, parce. El laurel, ese que usamos pa’ darle sabor a la carne y al pollo, tiene propiedades increíbles. Dicen que ayuda con la digestion, te quita hasta el estrés y hasta controla el azucar en la sangre, ¡a todo dar!
Ahora bien, el limón… pues ya saben, vitamina C a mandarina, ¡pura fibra! Refuerza el sistema inmune como campeón, te limpia de to'xinas y te ayuda a bajar unos kilitos si comes sano. En fin, una dupla imbatible, como dirían algunos.
Pero lo que realmente ha hecho explotar este brebe es el aroma, parce. Cuando hierve esa agua con limón y laurel, se llena la casa con un olor rico, limpio, relajante. ¡A algunos les recuerda a la casa de la abu! Así que ya se imaginan por qué tanta gente está hirviendo ollitas en sus casas ahora mismo. ¡Hasta los vecinos preguntan qué estás cocinando!
Y pa’ rematar, sirve pa’ espantar mosquitos, que en esta época de lluvia, con esos zancudos, es una bendición. Olvídate de los repelentes sintéticos, ¡con limón y laurel tienes la solución natural y económica! Además, queda con un aroma delicioso que te hace sentir en paz y tranquilo, diay.
La preparación es pan comido, como dicen por acá. Ponle agua a una olla, añade unas cinco hojitas de laurel y las cáscaras de uno o dos limones. Déjala hervir por unos 10 a 15 minutos. Si quieres usarla como ambientador, vierte el líquido en un recipiente y déjala en diferentes lugares de la casa. Si es pa’ tomar, deja reposar, cuélala y ¡lista! Puedes añadirle un poquito de miel o stevia si te gusta más dulce.
Muchos lo descubrieron por mera curiosidad, otros porque estaban buscando alternativas más sanas y económicas. Pero todos, absolutamente todos, coinciden en que funciona. Ya sea pa’ mejorar el ambiente de la casa, pa’ sentirse más relajado o pa’ espantar a los mosquitos, este remedio de la abuelita se ha ganado un lugar especial en los corazones y hogares costarricenses. ¡Es como un abrazo de calorcito en un día frío!
Así que ahí lo tienen, compañeros. Una receta sencilla, económica y efectiva que nos conecta con nuestras raíces y nos recuerda el poder curativo de la naturaleza. Ahora dime tú, ¿ya le has probado a esta vara? ¿Te animas a preparar tu propia infusión de limón y laurel y contarme cómo te va? ¡Déjanos tus comentarios abajo!