¡Ay, Dios mío! Aquí estamos otra vez, listos para otro circo electoral. El TSE nos acaba de anunciar oficialmente el banderazo de la campaña para las elecciones del 1 de febrero de 2026, con una lista de candidatos que da escalofríos – veinte en total, imagínate la pelea. Todo esto, mientras el gobierno de don Rodri sigue metido hasta el cuello en broncas políticas, ¡qué torta!
La licenciada Eugenia Zamora, presidenta del TSE, le dio el toque formal a la cosa, recordando que elegir a nuestros gobernantes es una tradición democrática y que somos unos pocos privilegiados a nivel mundial que tenemos tanta estabilidad electoral. ¡Nos jactamos de tener 18 procesos electorales seguidos! Eso sí, nos echó unas pulgas a todos los políticos, diciéndonos que es hora de hablarle claro al país sobre los problemas que nos comen vivo.
Y vaya que hay problemas, mi pana. Zamora les soltó la lengua a los candidatos y a todos los que estén involucrados en el brete electoral, diciendo que basta ya de gritos, injurias y golpes de pecho. “En vez de un ring de boxeo, necesitamos una mesa de trabajo donde cada quien muestre sus planos para arreglar esta casa común,” dijo. ¡Espero que alguien le haga caso, porque a este paso vamos todos al garete!
Pero la cosa no termina ahí. Resulta que el Gobierno, representado por el propio presidente Chaves, le entregó al TSE el control de la Fuerza Pública y la Policía de Tránsito, como manda la constitución. Esto es para asegurar que todo salga tranqui en la campaña, aunque con el ambiente que se respira, uno no sabe qué esperar, ¡qué sal!
Aunque la convocatoria oficial fue este miércoles, la verdad es que la mayoría de los partidos llevan tiempo calentando motores, poniendo vallas por todas partes y definiendo quién va a representar sus colores en la contienda presidencial y para la diputación. Ya todos tienen sus chunches listos para hacer campaña. A partir del dos de octubre, el Presidente tendrá prohibido usar cualquier medio de comunicación, incluidas las redes sociales oficiales, para promocionar su gestión, pero eso no parece amansarle mucho, ¡diay!
La bronca con el tema de la publicidad estatal es que al Presidente no le gusta que le pongan trabas, especialmente si significa que no pueda presumir de sus logros. Ha dicho que esta medida es una “mordaza” para silenciarlo, pero el TSE ha abierto varias investigaciones contra él por beligerancia política, acusándolo de mandar indirectas a los partidos de oposición y de pedir que la gente vote por una mayoría de diputados “patriotas.” Parece que el señor quiere asegurarse de que tenga la mayoría en la Asamblea para meterle mano al país como quiera.
Ahora, no nos olvidemos de que Costa Rica estará eligiendo también a 57 diputados para el período 2026-2030. Será interesante ver cómo se configura la próxima Asamblea y qué tan bien podrán trabajar juntos (o pelear) para sacar adelante al país. Con tanta polarización, uno no se hace iluso, pero siempre hay esperanza de que podamos encontrar puntos en común y construir un futuro mejor para todos. ¡Ojalá los nuevos diputados tengan más criterio que los anteriores!
En fin, la campaña promete estar llena de sorpresas, debates acalorados y probablemente alguna que otra jugada turbia. Pero al final, la decisión será nuestra. ¿Crees que la ciudadanía realmente prestará atención a las propuestas de los candidatos, o seguiremos dejándonos llevar por la emoción y las promesas vacías? ¡Cuéntame en el foro qué piensas tú!
La licenciada Eugenia Zamora, presidenta del TSE, le dio el toque formal a la cosa, recordando que elegir a nuestros gobernantes es una tradición democrática y que somos unos pocos privilegiados a nivel mundial que tenemos tanta estabilidad electoral. ¡Nos jactamos de tener 18 procesos electorales seguidos! Eso sí, nos echó unas pulgas a todos los políticos, diciéndonos que es hora de hablarle claro al país sobre los problemas que nos comen vivo.
Y vaya que hay problemas, mi pana. Zamora les soltó la lengua a los candidatos y a todos los que estén involucrados en el brete electoral, diciendo que basta ya de gritos, injurias y golpes de pecho. “En vez de un ring de boxeo, necesitamos una mesa de trabajo donde cada quien muestre sus planos para arreglar esta casa común,” dijo. ¡Espero que alguien le haga caso, porque a este paso vamos todos al garete!
Pero la cosa no termina ahí. Resulta que el Gobierno, representado por el propio presidente Chaves, le entregó al TSE el control de la Fuerza Pública y la Policía de Tránsito, como manda la constitución. Esto es para asegurar que todo salga tranqui en la campaña, aunque con el ambiente que se respira, uno no sabe qué esperar, ¡qué sal!
Aunque la convocatoria oficial fue este miércoles, la verdad es que la mayoría de los partidos llevan tiempo calentando motores, poniendo vallas por todas partes y definiendo quién va a representar sus colores en la contienda presidencial y para la diputación. Ya todos tienen sus chunches listos para hacer campaña. A partir del dos de octubre, el Presidente tendrá prohibido usar cualquier medio de comunicación, incluidas las redes sociales oficiales, para promocionar su gestión, pero eso no parece amansarle mucho, ¡diay!
La bronca con el tema de la publicidad estatal es que al Presidente no le gusta que le pongan trabas, especialmente si significa que no pueda presumir de sus logros. Ha dicho que esta medida es una “mordaza” para silenciarlo, pero el TSE ha abierto varias investigaciones contra él por beligerancia política, acusándolo de mandar indirectas a los partidos de oposición y de pedir que la gente vote por una mayoría de diputados “patriotas.” Parece que el señor quiere asegurarse de que tenga la mayoría en la Asamblea para meterle mano al país como quiera.
Ahora, no nos olvidemos de que Costa Rica estará eligiendo también a 57 diputados para el período 2026-2030. Será interesante ver cómo se configura la próxima Asamblea y qué tan bien podrán trabajar juntos (o pelear) para sacar adelante al país. Con tanta polarización, uno no se hace iluso, pero siempre hay esperanza de que podamos encontrar puntos en común y construir un futuro mejor para todos. ¡Ojalá los nuevos diputados tengan más criterio que los anteriores!
En fin, la campaña promete estar llena de sorpresas, debates acalorados y probablemente alguna que otra jugada turbia. Pero al final, la decisión será nuestra. ¿Crees que la ciudadanía realmente prestará atención a las propuestas de los candidatos, o seguiremos dejándonos llevar por la emoción y las promesas vacías? ¡Cuéntame en el foro qué piensas tú!
