Ay, mi gente, qué lío nos está tocando vivir en esta COP30 en Belém. Parece que el asunto de los combustibles fósiles se le puso encima a la presidencia brasileña y ahora hay un relajo tremendo entre los países. Una banda de naciones, lideradas por Colombia, están echando humo porque el borrador no dice ni “pío” sobre dejar atrás esas cosas que nos están quemando el planeta. ¡Parece sacado de otro mundo!
Y ni hablar de la seguridad, diay. Primero, un incendio en medio de las negociaciones, que tuvo a todos corriendo como ratas de iglesia. Imagínate, veinte personas intoxicadas por el humo, en pleno brete de las discusiones. Luego sale a la luz que tenían guardias “clandestinos” haciendo vigilancia, ¡como si estuviéramos en un circo! ¿Quién contrata eso, mae?
La verdad, uno se queda pensando qué está pasando. Lula intentaba meterle empeñe al tema de ir dejando esos combustibles, pero parece que se topó con pared de ladrillo. Arabia Saudita, Rusia, India... ¡esa panda de países productores no ceden ni un pelo! Y Estados Unidos, pa' colmo, ni se dio la molestia de mandar representante. ¡Qué descaro! Se hacen los que no ven la pelota rodar.
La Ministra colombiana Vélez, con toda la razón del mundo, salió diciendo que esto es inaceptable y que si siguen así, la conferencia se va a irse al traste. No es pa’ echarle piedras al carro, pero tiene razón. Ya hemos visto tantas veces estas cosas, que uno ya ni se sorprende. Promesas vacías, acuerdos tibios… todo para posponer lo inevitable.
Pero bueno, no todo está perdido todavía. Colombia anunció que van a organizar una conferencia internacional en Santa Marta para seguir empujando el tema. A ver si ahí logran mover algo, porque la cosa está bien fea. Y Francia, con su Ministra Barbut, tampoco se quedó callada, señalando a los mismos países que siempre obstaculizan el progreso. ¡Un hatajo, diay!
Lo que más me preocupa es cómo estamos manejando esto a nivel mundial. Parece que algunos prefieren llenar sus bolsillos a cuidar el futuro del planeta. Uno piensa en nuestros hijos, en los nietos, y se pone triste. ¿Qué clase de legado les vamos a dejar si seguimos así? Este problema no es cosa de unos pocos, es de todos. Y exigir soluciones reales es nuestro deber como ciudadanos del mundo.
Chile, con la Ministra Rojas, también expresó su frustración con el proceso. Dicen que las negociaciones han sido “un tanto frustrantes”. Y vaya que sí lo son. Las Conferencias de Partes (COPs) siempre terminan excediendo los plazos, y al final, los compromisos más ambiciosos suelen diluirse en un mar de tecnicismos y objeciones. ¡Una torta, te digo!
Así que mi gente, ¿qué opinan ustedes? ¿Creen que realmente podremos lograr un acuerdo significativo en estas negociaciones, o seguiremos dando vueltas en círculos mientras el planeta se calienta? ¿Hasta dónde debemos llegar para presionar a los gobiernos y exigirles acciones concretas para abandonar los combustibles fósiles? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan de este panorama tan chungo!
Y ni hablar de la seguridad, diay. Primero, un incendio en medio de las negociaciones, que tuvo a todos corriendo como ratas de iglesia. Imagínate, veinte personas intoxicadas por el humo, en pleno brete de las discusiones. Luego sale a la luz que tenían guardias “clandestinos” haciendo vigilancia, ¡como si estuviéramos en un circo! ¿Quién contrata eso, mae?
La verdad, uno se queda pensando qué está pasando. Lula intentaba meterle empeñe al tema de ir dejando esos combustibles, pero parece que se topó con pared de ladrillo. Arabia Saudita, Rusia, India... ¡esa panda de países productores no ceden ni un pelo! Y Estados Unidos, pa' colmo, ni se dio la molestia de mandar representante. ¡Qué descaro! Se hacen los que no ven la pelota rodar.
La Ministra colombiana Vélez, con toda la razón del mundo, salió diciendo que esto es inaceptable y que si siguen así, la conferencia se va a irse al traste. No es pa’ echarle piedras al carro, pero tiene razón. Ya hemos visto tantas veces estas cosas, que uno ya ni se sorprende. Promesas vacías, acuerdos tibios… todo para posponer lo inevitable.
Pero bueno, no todo está perdido todavía. Colombia anunció que van a organizar una conferencia internacional en Santa Marta para seguir empujando el tema. A ver si ahí logran mover algo, porque la cosa está bien fea. Y Francia, con su Ministra Barbut, tampoco se quedó callada, señalando a los mismos países que siempre obstaculizan el progreso. ¡Un hatajo, diay!
Lo que más me preocupa es cómo estamos manejando esto a nivel mundial. Parece que algunos prefieren llenar sus bolsillos a cuidar el futuro del planeta. Uno piensa en nuestros hijos, en los nietos, y se pone triste. ¿Qué clase de legado les vamos a dejar si seguimos así? Este problema no es cosa de unos pocos, es de todos. Y exigir soluciones reales es nuestro deber como ciudadanos del mundo.
Chile, con la Ministra Rojas, también expresó su frustración con el proceso. Dicen que las negociaciones han sido “un tanto frustrantes”. Y vaya que sí lo son. Las Conferencias de Partes (COPs) siempre terminan excediendo los plazos, y al final, los compromisos más ambiciosos suelen diluirse en un mar de tecnicismos y objeciones. ¡Una torta, te digo!
Así que mi gente, ¿qué opinan ustedes? ¿Creen que realmente podremos lograr un acuerdo significativo en estas negociaciones, o seguiremos dando vueltas en círculos mientras el planeta se calienta? ¿Hasta dónde debemos llegar para presionar a los gobiernos y exigirles acciones concretas para abandonar los combustibles fósiles? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan de este panorama tan chungo!