Ay, mae, esto sí que se puso candela. Resulta que Sofía Guillén, la diputada del Frente Amplio, le respondió con toda a esos chavistas que andan soltando veneno en las redes sociales porque ella, además de ser legisladora, también es madre y se atreve a dar su opinión. ¿Se imaginan? Como si ser mami te quitara el derecho a levantar la voz por lo que está mal en este país. La verdad, qué pena ajena.
Todo comenzó cuando Guillén comentó sobre el nuevo rolete del Presidente Chaves con la iglesia católica, después de la bronca de las frecuencias. Publicó una lista larguísima de todos los sectores con los que el presidente se ha cruzado desde que llegó a Casa Amarilla – la Asamblea, el Poder Judicial, la Contraloría, las universidades, sindicatos... ¡medio país, diay! Parecía un currículum de conflictos, jala, ¿verdad?
Pero la cosa no quedó ahí. Al rato empezó a llegar la crítica, y no cualquier crítica, sino esos comentarios bajos, hirientes, enfocándose en que es mamá y que debería estar calladita dando pañitos. Ahí fue cuando la diputada decidió mandarlos al diablo con toda la actitud. En sus propias palabras, les dijo que 'no le daba la gana cerrar la boca', y lo hizo con una sonrisa, recalcando que ahora tenía una razón más para luchar. ¡Concha, qué empoderamiento!
“Sí, yo amamanto y a la vez opino. Materna y cuestiono. Cuido y levanto la voz. Porque ser madre no equivale al silencio, sino a la acción y a la construcción del futuro,” escribió en Facebook. Simple y llano, sin rodeos. Y vaya que dio en el clavo. La publicación explotó, y muchísimas mujeres y gente decente la respaldaron, diciendo basta a tanto machismo rancio que todavía impera por acá.
Algunos recuerdan que Guillén siempre ha sido una crítica dura del gobierno de Chaves, y que ha cuestionado varios de sus proyectos. Eso no justifica, claro, los ataques personales, pero ya sabemos cómo funciona la movida política en Costa Rica. Se busca desgastar al contrincante por todos lados, aunque eso implique meterle pata hasta en la camisa. Es una lástima, pero así estamos.
Y hablando de ataques, no es la primera vez que Guillén recibe este tipo de comentarios. Ha denunciado que constantemente la buscan silenciar por ser mujer y madre en la política. Entendemos que algunos no estén de acuerdo con sus ideas, pero recurrir a insultos y humillaciones es de verdaderos cobardes. Si tienen argumentos, que los presenten, pero dejemos de andar escondidos detrás de perfiles falsos tirándole barro a quien piensa diferente.
Lo curioso es que muchos de los que la criticaban por ser madre eran los mismos que defienden al Presidente Chaves a capa y espada, incluso cuando hace metidas de gallo que afectan directamente a la población. Parece que hay doble moral por doquier, y eso es lo que realmente molesta a la gente. Como dicen por ahí, ‘el ojo del que mira, tiene pared’. La hipocresía nos come vivo, ay, mae… Y no nos ayuda en nada resolver los problemas reales del país, como la inseguridad, el desempleo o la crisis económica.
Bueno, pues ya saben, la diputada Guillén se fajó y le respondió a los haters con toda la fuerza. Ahora, la pregunta va para ustedes: ¿Creen que es justo atacar a una mujer por ser madre y opinar públicamente? ¿Deberían los políticos, especialmente las madres y padres que ejercen cargos públicos, mantener un perfil bajo en cuanto a sus responsabilidades familiares o la vida personal frente a los deberes oficiales? Dejen sus opiniones abajo; queremos saber qué piensan sobre este escándalo tico y cómo creen que podemos combatir el machismo en la política costarricense.
Todo comenzó cuando Guillén comentó sobre el nuevo rolete del Presidente Chaves con la iglesia católica, después de la bronca de las frecuencias. Publicó una lista larguísima de todos los sectores con los que el presidente se ha cruzado desde que llegó a Casa Amarilla – la Asamblea, el Poder Judicial, la Contraloría, las universidades, sindicatos... ¡medio país, diay! Parecía un currículum de conflictos, jala, ¿verdad?
Pero la cosa no quedó ahí. Al rato empezó a llegar la crítica, y no cualquier crítica, sino esos comentarios bajos, hirientes, enfocándose en que es mamá y que debería estar calladita dando pañitos. Ahí fue cuando la diputada decidió mandarlos al diablo con toda la actitud. En sus propias palabras, les dijo que 'no le daba la gana cerrar la boca', y lo hizo con una sonrisa, recalcando que ahora tenía una razón más para luchar. ¡Concha, qué empoderamiento!
“Sí, yo amamanto y a la vez opino. Materna y cuestiono. Cuido y levanto la voz. Porque ser madre no equivale al silencio, sino a la acción y a la construcción del futuro,” escribió en Facebook. Simple y llano, sin rodeos. Y vaya que dio en el clavo. La publicación explotó, y muchísimas mujeres y gente decente la respaldaron, diciendo basta a tanto machismo rancio que todavía impera por acá.
Algunos recuerdan que Guillén siempre ha sido una crítica dura del gobierno de Chaves, y que ha cuestionado varios de sus proyectos. Eso no justifica, claro, los ataques personales, pero ya sabemos cómo funciona la movida política en Costa Rica. Se busca desgastar al contrincante por todos lados, aunque eso implique meterle pata hasta en la camisa. Es una lástima, pero así estamos.
Y hablando de ataques, no es la primera vez que Guillén recibe este tipo de comentarios. Ha denunciado que constantemente la buscan silenciar por ser mujer y madre en la política. Entendemos que algunos no estén de acuerdo con sus ideas, pero recurrir a insultos y humillaciones es de verdaderos cobardes. Si tienen argumentos, que los presenten, pero dejemos de andar escondidos detrás de perfiles falsos tirándole barro a quien piensa diferente.
Lo curioso es que muchos de los que la criticaban por ser madre eran los mismos que defienden al Presidente Chaves a capa y espada, incluso cuando hace metidas de gallo que afectan directamente a la población. Parece que hay doble moral por doquier, y eso es lo que realmente molesta a la gente. Como dicen por ahí, ‘el ojo del que mira, tiene pared’. La hipocresía nos come vivo, ay, mae… Y no nos ayuda en nada resolver los problemas reales del país, como la inseguridad, el desempleo o la crisis económica.
Bueno, pues ya saben, la diputada Guillén se fajó y le respondió a los haters con toda la fuerza. Ahora, la pregunta va para ustedes: ¿Creen que es justo atacar a una mujer por ser madre y opinar públicamente? ¿Deberían los políticos, especialmente las madres y padres que ejercen cargos públicos, mantener un perfil bajo en cuanto a sus responsabilidades familiares o la vida personal frente a los deberes oficiales? Dejen sus opiniones abajo; queremos saber qué piensan sobre este escándalo tico y cómo creen que podemos combatir el machismo en la política costarricense.