¡Ay, Dios mío, qué vara nos cayó encima! Resulta que la cosa entre Estados Unidos y Colombia está más caliente que gallina asada en julio. Don Donald Trump, con su lengua viperina, y el Presidente Petro, en una escalada de tensión digna de novela, se están tirando pullas que ni en los chismes de la abuela. Todo esto, por supuesto, arranca de unas acusaciones bien gordas sobre 'ejecuciones extrajudiciales' en operativos anti-droga.
La bronca empezó cuando Petro explotó, diciendo que Estados Unidos estaba haciendo cosas turbias en el Caribe y el Pacífico, donde ya van 37 muertos en estos ataques a lanchas sospechosas de transportar drogas. Según Petro, esto va contra el derecho internacional y deberían llevarlos ante la justicia, no acabar con ellos a tiros. Pa’ que les quede claro, el hombre está botando con que EE.UU. anda dando patadas al reglamento. ¡Imagínate!
Pero ahí no acabó la cosa, porque Trump respondió con fuego amigo, llamando a Petro ‘narcotraficante’ y ‘maleante’. ¡Uy, qué caloro! Esto ya es como pelea de perros, solo que con diplomáticos y declaraciones a la prensa. El mundo entero está viendo cómo se pone fea la relación entre estos dos países, que hasta ahora eran casi como familia... bueno, casi. Recordemos que por décadas tuvimos una relación bastante buena, pero parece que eso se fue al traste.
Para colmo, Washington retiró a Colombia de la lista de aliados en la lucha contra el narcotráfico, le revocó la visa a Petro y a algunos de sus funcionarios, y además amenazó con quitarle la ayuda económica. ¡Una chimba de cosas! Se rumora que también podrían poner aranceles, pero todavía no sabemos si eso se hará realidad. Ya saben, la política cambia más rápido que el clima en diciembre.
Y como si fuera poco, Colombia tuvo que mandar a su embajador en Washington a consultas urgentes, porque el pobre está preocupadísimo con todo este rollo. Imagínate estar ahí arriba, recibiendo tanto palo del Presidente Trump. ¡Debe estar sintiéndose como churro frío! Dicen que está con el corazón en la boca, viendo cómo las cosas se complican.
Ahora, mirando las cosas con calma, es evidente que esto tiene implicaciones muy serias para Costa Rica. Somos parte de la región y dependemos mucho del comercio y las relaciones internacionales. Si Estados Unidos y Colombia se ponen a pelear así, nos pueden afectar a nosotros también, aunque sea indirectamente. Por ejemplo, el turismo podría verse afectado si la imagen de la región se deteriora, o si hay problemas logísticos debido a tensiones comerciales.
Muchos analistas políticos dicen que esto es una estrategia de Trump para ganar votos antes de las próximas elecciones, buscando aparecer duro contra el crimen y las drogas. Pero otros creen que la decisión de revocar privilegios a Colombia es producto de una frustración genuina por la falta de avances en la lucha contra el narcotráfico. En fin, siempre hay varias interpretaciones de la cosa, y a veces la verdad es más complicada que un brete de leyes.
Así que, con todo este panorama, me pregunto: ¿Cree usted que la respuesta de Trump fue exagerada, o era necesaria para enviar un mensaje contundente a los países productores de droga? ¿Y cuál cree que será el impacto de esta crisis en la estabilidad regional y en el futuro de nuestras relaciones con ambos países?
La bronca empezó cuando Petro explotó, diciendo que Estados Unidos estaba haciendo cosas turbias en el Caribe y el Pacífico, donde ya van 37 muertos en estos ataques a lanchas sospechosas de transportar drogas. Según Petro, esto va contra el derecho internacional y deberían llevarlos ante la justicia, no acabar con ellos a tiros. Pa’ que les quede claro, el hombre está botando con que EE.UU. anda dando patadas al reglamento. ¡Imagínate!
Pero ahí no acabó la cosa, porque Trump respondió con fuego amigo, llamando a Petro ‘narcotraficante’ y ‘maleante’. ¡Uy, qué caloro! Esto ya es como pelea de perros, solo que con diplomáticos y declaraciones a la prensa. El mundo entero está viendo cómo se pone fea la relación entre estos dos países, que hasta ahora eran casi como familia... bueno, casi. Recordemos que por décadas tuvimos una relación bastante buena, pero parece que eso se fue al traste.
Para colmo, Washington retiró a Colombia de la lista de aliados en la lucha contra el narcotráfico, le revocó la visa a Petro y a algunos de sus funcionarios, y además amenazó con quitarle la ayuda económica. ¡Una chimba de cosas! Se rumora que también podrían poner aranceles, pero todavía no sabemos si eso se hará realidad. Ya saben, la política cambia más rápido que el clima en diciembre.
Y como si fuera poco, Colombia tuvo que mandar a su embajador en Washington a consultas urgentes, porque el pobre está preocupadísimo con todo este rollo. Imagínate estar ahí arriba, recibiendo tanto palo del Presidente Trump. ¡Debe estar sintiéndose como churro frío! Dicen que está con el corazón en la boca, viendo cómo las cosas se complican.
Ahora, mirando las cosas con calma, es evidente que esto tiene implicaciones muy serias para Costa Rica. Somos parte de la región y dependemos mucho del comercio y las relaciones internacionales. Si Estados Unidos y Colombia se ponen a pelear así, nos pueden afectar a nosotros también, aunque sea indirectamente. Por ejemplo, el turismo podría verse afectado si la imagen de la región se deteriora, o si hay problemas logísticos debido a tensiones comerciales.
Muchos analistas políticos dicen que esto es una estrategia de Trump para ganar votos antes de las próximas elecciones, buscando aparecer duro contra el crimen y las drogas. Pero otros creen que la decisión de revocar privilegios a Colombia es producto de una frustración genuina por la falta de avances en la lucha contra el narcotráfico. En fin, siempre hay varias interpretaciones de la cosa, y a veces la verdad es más complicada que un brete de leyes.
Así que, con todo este panorama, me pregunto: ¿Cree usted que la respuesta de Trump fue exagerada, o era necesaria para enviar un mensaje contundente a los países productores de droga? ¿Y cuál cree que será el impacto de esta crisis en la estabilidad regional y en el futuro de nuestras relaciones con ambos países?
