Ay, Dios mío, qué torta nos cayó encima. El Ministerio de Trabajo, la institución encargada de proteger a los trabajadores, ahora mismo está metida en un brete gordo. Resulta que agarraron a un funcionario, sí, un servidor público, por estar buscando contactito sexual con menores. La noticia salió a rodar como reguero de pólvora y, díganle a quién le importa, el gobierno entero anda temblando.
Según fuentes cercanas al caso, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) lo pilló in fraganti, vamos, haciendo cosas que no hay ni pa’ contarles acá. El MTSS, para salvar las apariencias, ya abrió un proceso administrativo interno, jurando y perjurando que este tipo no tenía nada que ver con su chamba. Pero, ¡idiay!, ¿cómo explicar que un mae que trabaja protegiendo a la gente esté involucrado en semejante trastada?
El ministro Andrés Romero, tratando de apaciguar las aguas, soltó que esas acciones eran “completamente ajenas a las funciones que desempeñaba”. Ajé, ajé… fácil hablar cuando estás arriba, ¿verdad, don Andrés? Lo cierto es que la Fiscalía Adjunta contra la Trata de Personas ya está picoteando el caso y el MTSS, bueno, el MTSS dice que va a colaborar, pero a nadie le sorprende eso; pa’ eso les pagan.
Lo más loco de todo es que ni el nombre del funcionario salió a la luz. Se guarda el secreto como si fuera la fórmula de la Coca-Cola. Dicen que quieren evitar cualquier especulación y proteger al presunto culpable hasta que se demuestre su culpabilidad. Pero, vamos, todos sabemos que esto huele peor que calcetines sudados después de correr una maratón. ¿Será que todavía estamos defendiendo a los criminales?
El Ministerio recalcó que van a respetar el debido proceso y la presunción de inocencia. Claro, porque no vaya a ser que el pobre hombre haya sido víctima de una injusticia. Aunque, viendo las cositas, es difícil creerlo. Hablando claro, este caso pone en entredicho toda la ética y moralidad de algunos funcionarios públicos. Uno se queda pensando si realmente están ahí para servir a la ciudadanía o solo para aprovecharse del sistema.
Y es que, amigos míos, esto no pinta nada bien para la confianza de la población en las instituciones del país. Ya tenemos suficientes problemas con el CCSS y la educación, ahora sumamos esto a la lista. Parece que nunca terminan las malas noticias, siempre hay algo que te cae como balde de agua fría. No sé ustedes, pero yo ya estoy considerando mudarme a otra galaxia.
Este escándalo viene a recordarnos que debemos estar siempre alertas y exigir transparencia a nuestros gobernantes. No podemos permitir que unos pocos corruptos arruinen la imagen de todo un país. Necesitamos hombres y mujeres honestos, comprometidos con el bienestar de la sociedad, no maes que solo piensan en llenarse los bolsillos. A fin de cuentas, ¿qué futuro le estamos dejando a nuestros hijos?
En fin, este caso es una verdadera patada en la boca. ¿Ustedes creen que el gobierno tomará medidas drásticas para limpiar su imagen o seguirá encubriendo a sus propios funcionarios? ¡Den su opinión en el foro, quiero saber qué piensa la gente!
Según fuentes cercanas al caso, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) lo pilló in fraganti, vamos, haciendo cosas que no hay ni pa’ contarles acá. El MTSS, para salvar las apariencias, ya abrió un proceso administrativo interno, jurando y perjurando que este tipo no tenía nada que ver con su chamba. Pero, ¡idiay!, ¿cómo explicar que un mae que trabaja protegiendo a la gente esté involucrado en semejante trastada?
El ministro Andrés Romero, tratando de apaciguar las aguas, soltó que esas acciones eran “completamente ajenas a las funciones que desempeñaba”. Ajé, ajé… fácil hablar cuando estás arriba, ¿verdad, don Andrés? Lo cierto es que la Fiscalía Adjunta contra la Trata de Personas ya está picoteando el caso y el MTSS, bueno, el MTSS dice que va a colaborar, pero a nadie le sorprende eso; pa’ eso les pagan.
Lo más loco de todo es que ni el nombre del funcionario salió a la luz. Se guarda el secreto como si fuera la fórmula de la Coca-Cola. Dicen que quieren evitar cualquier especulación y proteger al presunto culpable hasta que se demuestre su culpabilidad. Pero, vamos, todos sabemos que esto huele peor que calcetines sudados después de correr una maratón. ¿Será que todavía estamos defendiendo a los criminales?
El Ministerio recalcó que van a respetar el debido proceso y la presunción de inocencia. Claro, porque no vaya a ser que el pobre hombre haya sido víctima de una injusticia. Aunque, viendo las cositas, es difícil creerlo. Hablando claro, este caso pone en entredicho toda la ética y moralidad de algunos funcionarios públicos. Uno se queda pensando si realmente están ahí para servir a la ciudadanía o solo para aprovecharse del sistema.
Y es que, amigos míos, esto no pinta nada bien para la confianza de la población en las instituciones del país. Ya tenemos suficientes problemas con el CCSS y la educación, ahora sumamos esto a la lista. Parece que nunca terminan las malas noticias, siempre hay algo que te cae como balde de agua fría. No sé ustedes, pero yo ya estoy considerando mudarme a otra galaxia.
Este escándalo viene a recordarnos que debemos estar siempre alertas y exigir transparencia a nuestros gobernantes. No podemos permitir que unos pocos corruptos arruinen la imagen de todo un país. Necesitamos hombres y mujeres honestos, comprometidos con el bienestar de la sociedad, no maes que solo piensan en llenarse los bolsillos. A fin de cuentas, ¿qué futuro le estamos dejando a nuestros hijos?
En fin, este caso es una verdadera patada en la boca. ¿Ustedes creen que el gobierno tomará medidas drásticas para limpiar su imagen o seguirá encubriendo a sus propios funcionarios? ¡Den su opinión en el foro, quiero saber qué piensa la gente!