¡Ay, Dios mío! Otra vez la policía de Fronteras sacando fajos de pólvora ilegal por estos lados. Esta vez, le tocaron a unos personajes que intentaban colar 3.600 unidades en La Cruz de las Delicias, cerquita de la frontera. ¡Qué torta la del negocio ilícito, eh!
La jugada salió redonda, porque los agentes de Frontera estaban ahí echando ojo, haciendo sus controles rutinarios. Al parecer, todo empezó cuando interceptaron a una dama manejando un carro. Un simple vistazo preventivo y ¡zas!, encontraron 20 luces de bengala escondidas. Parece que la señora pensó que iba a poder pasar zafándose, pero la Vara se puso en contra.
Pero eso no era todo, mae. Después, en otro punto de control, capturaron a un sujeto montado en una moto. Este traía una verdadera carga de explosivos: 3.250 triquitraques, seis cuartos de dinamita (¡sí, dinamita!), dos cajas de pili cracker con 110 unidades, seis bombetas, 216 cargas cerradas y hasta 12 ‘magical shots’. ¡Un arsenal digno de película, diay!
Por lo que dicen, todo este material llegó al país sin cumplir ni siquiera con las formalidades básicas. ¡Imagínate el riesgo que esto representa para la seguridad de todos nosotros! Que si niños jugando con dinamita, que si accidentes en fiestas populares… es un brete.
Ahora mismo, las autoridades ya están haciendo los papeleos y pasando el caso a las instancias correspondientes para investigar a fondo quiénes están detrás de esta operación. Se espera que caigan presos, porque meter este tipo de artículos peligrosos al país es un delito gravísimo.
Y ojo, que esto no es nuevo. Estas cosas de la pólvora ilegal son recurrentes, especialmente acercándose las fechas festivas. Siempre hay algún oportunista que quiere aprovecharse para hacer dinero rápido, aunque ponga en peligro a la gente. Parece que nunca aprendemos, y siempre hay alguien tratando de jalarse una torta a costa de nuestra seguridad.
Desde las fuerzas de seguridad recuerdan a la población que la compra y venta de pólvora ilegal no solo es un acto delictivo, sino también una amenaza para nuestras vidas. Afirman que buscan reforzar la vigilancia en las zonas fronterizas y confían en la colaboración ciudadana para evitar que estos productos lleguen a manos equivocadas. Lo importante es estar alerta y denunciar cualquier actividad sospechosa, ¿verdad?
Esta situación nos hace pensar: ¿Debería el gobierno endurecer aún más las medidas para controlar el ingreso de pirotecnia al país, o se necesita enfocarse más en la educación y concientización de la población sobre los riesgos que implica el uso de estos materiales? ¿Ustedes qué opinan, compas? Dejen sus comentarios abajo y vamos a debatir sobre esto.
La jugada salió redonda, porque los agentes de Frontera estaban ahí echando ojo, haciendo sus controles rutinarios. Al parecer, todo empezó cuando interceptaron a una dama manejando un carro. Un simple vistazo preventivo y ¡zas!, encontraron 20 luces de bengala escondidas. Parece que la señora pensó que iba a poder pasar zafándose, pero la Vara se puso en contra.
Pero eso no era todo, mae. Después, en otro punto de control, capturaron a un sujeto montado en una moto. Este traía una verdadera carga de explosivos: 3.250 triquitraques, seis cuartos de dinamita (¡sí, dinamita!), dos cajas de pili cracker con 110 unidades, seis bombetas, 216 cargas cerradas y hasta 12 ‘magical shots’. ¡Un arsenal digno de película, diay!
Por lo que dicen, todo este material llegó al país sin cumplir ni siquiera con las formalidades básicas. ¡Imagínate el riesgo que esto representa para la seguridad de todos nosotros! Que si niños jugando con dinamita, que si accidentes en fiestas populares… es un brete.
Ahora mismo, las autoridades ya están haciendo los papeleos y pasando el caso a las instancias correspondientes para investigar a fondo quiénes están detrás de esta operación. Se espera que caigan presos, porque meter este tipo de artículos peligrosos al país es un delito gravísimo.
Y ojo, que esto no es nuevo. Estas cosas de la pólvora ilegal son recurrentes, especialmente acercándose las fechas festivas. Siempre hay algún oportunista que quiere aprovecharse para hacer dinero rápido, aunque ponga en peligro a la gente. Parece que nunca aprendemos, y siempre hay alguien tratando de jalarse una torta a costa de nuestra seguridad.
Desde las fuerzas de seguridad recuerdan a la población que la compra y venta de pólvora ilegal no solo es un acto delictivo, sino también una amenaza para nuestras vidas. Afirman que buscan reforzar la vigilancia en las zonas fronterizas y confían en la colaboración ciudadana para evitar que estos productos lleguen a manos equivocadas. Lo importante es estar alerta y denunciar cualquier actividad sospechosa, ¿verdad?
Esta situación nos hace pensar: ¿Debería el gobierno endurecer aún más las medidas para controlar el ingreso de pirotecnia al país, o se necesita enfocarse más en la educación y concientización de la población sobre los riesgos que implica el uso de estos materiales? ¿Ustedes qué opinan, compas? Dejen sus comentarios abajo y vamos a debatir sobre esto.
