¡Ay, Dios mío, qué torta! Resulta que la Fuerza Pública tuvo que parar un taxi en Los Chiles lleno hasta arriba de cosas que no deberían estar cruzando frontera. Un nicaragüense quiso burlar los controles y terminó con las manos vacías y probablemente con una multa que le va a doler más que el aguacate verde.
La movida ocurrió en el sector de San Antonio, El Amparo de Los Chiles. Según nos cuentan las autoridades, este señor, que iba manejando el taxi, intentó pasar desapercibido, pero bueno, parece que no se dio cuenta de que en Costa Rica tenemos unos controles bastante estrictos, diay. Y vaya que lo pillaron con la guardia baja, porque lo que llevaba escondido era más de lo que uno puede imaginar.
Para empezar, hablamos de 200 kilos de queso. Sí, ¡dos pacas llenas de queso!, pero no cualquier queso, sino uno que, según el Ministerio de Salud, no cumple con las normas sanitarias. Imagínate comerte eso y terminar con un dolor de estómago que te deja viendo estrellitas, ¡qué sal! Además, también encontraron 18,748 unidades de medicamentos sin la documentación necesaria y otras 2,400 cigarrillos, todos listos para irse al mercado negro.
El tipo, cuyo nombre completo aún no ha trascendido totalmente, dijo que el paquete le pertenecía a otro nicaragüense llamado Martínez, quien supuestamente lo había contratado para hacer el transporte clandestino. Claro, siempre hay alguien detrás de estas cosas, ¿verdad, mae? Ahora ambos andan metidos en un brete bien complicado, porque la ley no perdona y mucho menos cuando se trata de poner en riesgo la salud pública.
Las autoridades ya han dado parte al Ministerio de Salud y al Servicio Nacional de Salud Animal, quienes se encargarán de destruir toda la mercancía ilegal. No van a permitir que nadie venda ese queso insalubre ni esos medicamentos adulterados, porque eso sería un crimen contra la población. ¡Por suerte, la Fuerza Pública actuó rápido y evitó que estos productos llegaran a las mesas de los ticos!
Este caso pone de manifiesto nuevamente la importancia de controlar las fronteras y evitar el ingreso de productos ilegales. Aunque sabemos que esto genera mucha burocracia y algunos inconvenientes, la verdad es que proteger la salud y la seguridad de los ciudadanos es prioritario. No podemos permitir que la codicia de unos pocos ponga en riesgo el bienestar de muchos.
Además, este incidente levanta sospechas sobre cómo funcionan algunas redes de contrabando que operan entre Nicaragua y Costa Rica. Se supone que estas personas tienen contactos dentro y fuera del país, y que utilizan rutas clandestinas para evadir los controles. Es hora de que las autoridades investiguen a fondo estas operaciones y pongan fin a este negocio ilícito, que además les quita oportunidades a los comerciantes honestos.
En fin, otro día, otra anécdota que demuestra que el contrabando sigue siendo un problema importante en nuestro país. ¿Será que realmente vamos a lograr combatir este flagelo o siempre tendremos que lidiar con gente tratando de colar quesito y cigarrillo a precio de ganga? ¿Ustedes creen que deberíamos endurecer las penas para quienes cometen este tipo de delitos o prefieren enfocarse en fortalecer los controles fronterizos?
La movida ocurrió en el sector de San Antonio, El Amparo de Los Chiles. Según nos cuentan las autoridades, este señor, que iba manejando el taxi, intentó pasar desapercibido, pero bueno, parece que no se dio cuenta de que en Costa Rica tenemos unos controles bastante estrictos, diay. Y vaya que lo pillaron con la guardia baja, porque lo que llevaba escondido era más de lo que uno puede imaginar.
Para empezar, hablamos de 200 kilos de queso. Sí, ¡dos pacas llenas de queso!, pero no cualquier queso, sino uno que, según el Ministerio de Salud, no cumple con las normas sanitarias. Imagínate comerte eso y terminar con un dolor de estómago que te deja viendo estrellitas, ¡qué sal! Además, también encontraron 18,748 unidades de medicamentos sin la documentación necesaria y otras 2,400 cigarrillos, todos listos para irse al mercado negro.
El tipo, cuyo nombre completo aún no ha trascendido totalmente, dijo que el paquete le pertenecía a otro nicaragüense llamado Martínez, quien supuestamente lo había contratado para hacer el transporte clandestino. Claro, siempre hay alguien detrás de estas cosas, ¿verdad, mae? Ahora ambos andan metidos en un brete bien complicado, porque la ley no perdona y mucho menos cuando se trata de poner en riesgo la salud pública.
Las autoridades ya han dado parte al Ministerio de Salud y al Servicio Nacional de Salud Animal, quienes se encargarán de destruir toda la mercancía ilegal. No van a permitir que nadie venda ese queso insalubre ni esos medicamentos adulterados, porque eso sería un crimen contra la población. ¡Por suerte, la Fuerza Pública actuó rápido y evitó que estos productos llegaran a las mesas de los ticos!
Este caso pone de manifiesto nuevamente la importancia de controlar las fronteras y evitar el ingreso de productos ilegales. Aunque sabemos que esto genera mucha burocracia y algunos inconvenientes, la verdad es que proteger la salud y la seguridad de los ciudadanos es prioritario. No podemos permitir que la codicia de unos pocos ponga en riesgo el bienestar de muchos.
Además, este incidente levanta sospechas sobre cómo funcionan algunas redes de contrabando que operan entre Nicaragua y Costa Rica. Se supone que estas personas tienen contactos dentro y fuera del país, y que utilizan rutas clandestinas para evadir los controles. Es hora de que las autoridades investiguen a fondo estas operaciones y pongan fin a este negocio ilícito, que además les quita oportunidades a los comerciantes honestos.
En fin, otro día, otra anécdota que demuestra que el contrabando sigue siendo un problema importante en nuestro país. ¿Será que realmente vamos a lograr combatir este flagelo o siempre tendremos que lidiar con gente tratando de colar quesito y cigarrillo a precio de ganga? ¿Ustedes creen que deberíamos endurecer las penas para quienes cometen este tipo de delitos o prefieren enfocarse en fortalecer los controles fronterizos?
