El ambiente en el fútbol costarricense se puso más caliente que gallina pochada esta semana, después de que Jafet Soto, el flaite de Herediano, soltara unas verdades que hicieron temblar las paredes de la Comisión de Arbitraje. Ahora, el presidente de la comisión, Enrique Osses, salió a pedir calma, aunque parece que llegó un poquito tarde a la chincha, porque la polémica ya está echando humo por todos lados. Parece que alguien necesita una buena taza de café frío para bajarle a las revoluciones.
Todo comenzó con las declaraciones de Soto, quien abiertamente criticó la labor arbitral, exigiendo “un poco de presión”. Sus palabras, lejos de pasar desapercibidas, encendieron todas las alarmas y provocaron una ola de reacciones, tanto a favor como en contra. Muchos consideran que Soto, siendo un técnico reconocido, debería canalizar sus inquietudes a través de los canales adecuados, evitando echar leña al fuego en público. Pero bueno, en Costa Rica, a veces los maes se les va la lengua cuando están picaditos, ¿quién puede culparlo?
Osses, visiblemente molesto, admitió haber tenido una conversación con el presidente de Fedefútbol, Osael Maroto, para evaluar la gravedad de la situación. Según fuentes cercanas a la federación, la directiva estaría bastante conforme con el trabajo realizado por Osses y su equipo, dando un respaldo implícito a la gestión del árbitro chileno. Esto, obviamente, no ha calmado las aguas, sino que ha alimentado aún más las especulaciones y los rumores sobre posibles divisiones internas dentro del fútbol nacional. A ver quién se mete ahora con la fedefutbol que anda pegao’.
Lo curioso del caso es la reacción de Fedefútbol. En lugar de tomar cartas en el asunto y mediar entre las partes, han optado por mantener silencio estratégico, limitándose a respaldar a Osses sin pronunciarse sobre las acusaciones de Soto. Esta actitud, interpretada por muchos como una forma de evitar enfrentar directamente al dirigente herediano, ha generado más interrogantes que respuestas. Algunos analistas sugieren que Fedefútbol está esperando a ver cómo evoluciona la situación antes de tomar cualquier decisión drástica. Mejor esperar y ver qué onda, dicen… pero mientras tanto, el fútbol sigue sufriendo.
Osses, durante una breve conferencia de prensa, se mostró sorpredido por las declaraciones de Soto, enfatizando la necesidad de utilizar los canales correspondientes para expresar desacuerdos. Reconoció estar abierto a recibir críticas constructivas y dispuesto a mejorar en todos los aspectos, pero dejó claro que no tolerará ataques personales ni juicios injustificados. Declaró que considera “cerrado” este capítulo, esperando que en el futuro se eviten este tipo de expresiones que, a su juicio, no contribuyen a elevar el nivel del balompié tico. Total, dice él, agarren la espátula y ayuden a hacer las cosas bien, en vez de andar de críticos chafas.
La situación actual plantea serias preguntas sobre la gobernanza del fútbol costarricense y la capacidad de las autoridades para manejar conflictos internos. Es evidente que existe una falta de diálogo y transparencia que dificulta la resolución de problemas y alimenta la polarización. Además, la inacción de Fedefútbol frente a las declaraciones de Soto sugiere una debilidad institucional que podría comprometer la credibilidad del organismo rector del deporte rey. ¿Hasta cuándo vamos a aguantar esta novela de tres cantos?
Más allá de las declaraciones y las polémicas, lo que preocupa a los aficionados es el impacto que estas situaciones tienen en el desarrollo del juego. Cuando los dirigentes y entrenadores se dedican más a criticarse que a trabajar en pos del crecimiento del fútbol, los perdedores son siempre los jugadores y los seguidores. Necesitamos un cambio de mentalidad, una cultura de respeto y colaboración que nos permita construir un futuro mejor para nuestro deporte. Basta ya de peleas de gallos y a ponerle empeño, diay!
Con este panorama turbio, queda la gran pregunta: ¿Podrá el fútbol costarricense salir adelante sin que las disputas personales y políticas terminen arruinando la temporada? ¿Será posible que Osses y Soto lleguen a un acuerdo para dejar atrás este conflicto y enfocarse en mejorar el arbitraje, o estamos ante el inicio de una guerra fría que dividirá al fútbol tico por mucho tiempo? Den su opinión en los comentarios, quiero saber qué piensan los expertos del foro sobre esta bronca que nos tiene a todos sacudidos.
Todo comenzó con las declaraciones de Soto, quien abiertamente criticó la labor arbitral, exigiendo “un poco de presión”. Sus palabras, lejos de pasar desapercibidas, encendieron todas las alarmas y provocaron una ola de reacciones, tanto a favor como en contra. Muchos consideran que Soto, siendo un técnico reconocido, debería canalizar sus inquietudes a través de los canales adecuados, evitando echar leña al fuego en público. Pero bueno, en Costa Rica, a veces los maes se les va la lengua cuando están picaditos, ¿quién puede culparlo?
Osses, visiblemente molesto, admitió haber tenido una conversación con el presidente de Fedefútbol, Osael Maroto, para evaluar la gravedad de la situación. Según fuentes cercanas a la federación, la directiva estaría bastante conforme con el trabajo realizado por Osses y su equipo, dando un respaldo implícito a la gestión del árbitro chileno. Esto, obviamente, no ha calmado las aguas, sino que ha alimentado aún más las especulaciones y los rumores sobre posibles divisiones internas dentro del fútbol nacional. A ver quién se mete ahora con la fedefutbol que anda pegao’.
Lo curioso del caso es la reacción de Fedefútbol. En lugar de tomar cartas en el asunto y mediar entre las partes, han optado por mantener silencio estratégico, limitándose a respaldar a Osses sin pronunciarse sobre las acusaciones de Soto. Esta actitud, interpretada por muchos como una forma de evitar enfrentar directamente al dirigente herediano, ha generado más interrogantes que respuestas. Algunos analistas sugieren que Fedefútbol está esperando a ver cómo evoluciona la situación antes de tomar cualquier decisión drástica. Mejor esperar y ver qué onda, dicen… pero mientras tanto, el fútbol sigue sufriendo.
Osses, durante una breve conferencia de prensa, se mostró sorpredido por las declaraciones de Soto, enfatizando la necesidad de utilizar los canales correspondientes para expresar desacuerdos. Reconoció estar abierto a recibir críticas constructivas y dispuesto a mejorar en todos los aspectos, pero dejó claro que no tolerará ataques personales ni juicios injustificados. Declaró que considera “cerrado” este capítulo, esperando que en el futuro se eviten este tipo de expresiones que, a su juicio, no contribuyen a elevar el nivel del balompié tico. Total, dice él, agarren la espátula y ayuden a hacer las cosas bien, en vez de andar de críticos chafas.
La situación actual plantea serias preguntas sobre la gobernanza del fútbol costarricense y la capacidad de las autoridades para manejar conflictos internos. Es evidente que existe una falta de diálogo y transparencia que dificulta la resolución de problemas y alimenta la polarización. Además, la inacción de Fedefútbol frente a las declaraciones de Soto sugiere una debilidad institucional que podría comprometer la credibilidad del organismo rector del deporte rey. ¿Hasta cuándo vamos a aguantar esta novela de tres cantos?
Más allá de las declaraciones y las polémicas, lo que preocupa a los aficionados es el impacto que estas situaciones tienen en el desarrollo del juego. Cuando los dirigentes y entrenadores se dedican más a criticarse que a trabajar en pos del crecimiento del fútbol, los perdedores son siempre los jugadores y los seguidores. Necesitamos un cambio de mentalidad, una cultura de respeto y colaboración que nos permita construir un futuro mejor para nuestro deporte. Basta ya de peleas de gallos y a ponerle empeño, diay!
Con este panorama turbio, queda la gran pregunta: ¿Podrá el fútbol costarricense salir adelante sin que las disputas personales y políticas terminen arruinando la temporada? ¿Será posible que Osses y Soto lleguen a un acuerdo para dejar atrás este conflicto y enfocarse en mejorar el arbitraje, o estamos ante el inicio de una guerra fría que dividirá al fútbol tico por mucho tiempo? Den su opinión en los comentarios, quiero saber qué piensan los expertos del foro sobre esta bronca que nos tiene a todos sacudidos.
