¡Ay, Dios mío! Parece que esta policíaca se pasó de la raya, mi gente. Una oficial de la Fuerza Pública, Nicole Gabriela V., ha sido puesta a disponibilidad luego de que unos videos suyos jugando pool y posando con el uniforme en Instagram se hicieron virales. El escandalo llegó hasta el Secretario de Seguridad y ahora, bueno, la mae está a ver qué pasa con su brete laboral.
La vaina salió a la luz cuando la Comisaría Vecinal 12B reportó que la agente estaba de licencia médica, aparentemente teniendo algún tipo de crisis nerviosa. Pero mientras tanto, circulaban esos videos, donde se veía a ella y otra dama compartiendo unas birras y echándose unos tiros de pool con el uniforme puesto. Lo que hizo que la gente dijera: ‘¡Qué onda con esto!’
Según el reporte interno al que tuvieron acceso, la cuenta de Instagram tenía muchísimas visitas y el tono de las interacciones era… digamos, coqueto. No sé ustedes, pero yo me habría mordido la lengua si fuera ella. La policía no tardó en meterle mano y abrió un sumario por uso indebido del uniforme y conducta inapropiada, violando la Ley de Seguridad Pública. Asuntos Internos no dudó ni un segundo en intervenir.
Y ahí va la jugada maestra: el 16 de octubre, el Secretario de Seguridad resolvió ponerla a disponibilidad, lo que significa que la mae ya no está trabajando activamente. Se quedó apartadita mientras se investiga todo este maje. Con tres años de experiencia en la fuerza, la mae tenía un concepto ‘regular’ en su expediente, así que no creo que le hayan dado muchas segundas oportunidades.
Ahora, vamos a ser honestos, ¿quién nunca se ha tomado unas fotos divertidas o ha hecho alguna locura con amigos? Pero claro, cuando tienes un uniforme y representas a una institución, las cosas cambian drásticamente. Esto demuestra que hay que tener cuidado con lo que uno publica en redes sociales, porque hoy en día todo llega rapidito.
Muchos se preguntan si esto es solo un incidente aislado o si refleja una cultura de relajación excesiva dentro de la Fuerza Pública. Algunos dicen que la mae simplemente quería mostrar su lado divertido y no tuvo malas intenciones, otros creen que sí hubo un exceso de confianza y falta de criterio. Sea cual sea la verdad, este caso ha generado mucha conversación y críticas online.
Este asunto, además, nos hace pensar en cómo la fama instantánea de las redes puede influir en nuestras decisiones y comportamientos. En pocas horas, la vida de esta policíaca cambió radicalmente, pasando de ser una funcionaria pública a estar en boca de todos, con toda la polémica que conlleva. Imaginen el estrés y la presión que debe estar sintiendo ahora mismo. ¡Qué vara!
En fin, este caso deja mucho que reflexionar sobre la ética profesional en la era digital y la importancia de mantener una imagen pública impecable. Y hablando de eso... ¿ustedes creen que la policíaca debería regresar a su puesto si se demuestra que no tuvo intención de faltarle el respeto a la institución?
La vaina salió a la luz cuando la Comisaría Vecinal 12B reportó que la agente estaba de licencia médica, aparentemente teniendo algún tipo de crisis nerviosa. Pero mientras tanto, circulaban esos videos, donde se veía a ella y otra dama compartiendo unas birras y echándose unos tiros de pool con el uniforme puesto. Lo que hizo que la gente dijera: ‘¡Qué onda con esto!’
Según el reporte interno al que tuvieron acceso, la cuenta de Instagram tenía muchísimas visitas y el tono de las interacciones era… digamos, coqueto. No sé ustedes, pero yo me habría mordido la lengua si fuera ella. La policía no tardó en meterle mano y abrió un sumario por uso indebido del uniforme y conducta inapropiada, violando la Ley de Seguridad Pública. Asuntos Internos no dudó ni un segundo en intervenir.
Y ahí va la jugada maestra: el 16 de octubre, el Secretario de Seguridad resolvió ponerla a disponibilidad, lo que significa que la mae ya no está trabajando activamente. Se quedó apartadita mientras se investiga todo este maje. Con tres años de experiencia en la fuerza, la mae tenía un concepto ‘regular’ en su expediente, así que no creo que le hayan dado muchas segundas oportunidades.
Ahora, vamos a ser honestos, ¿quién nunca se ha tomado unas fotos divertidas o ha hecho alguna locura con amigos? Pero claro, cuando tienes un uniforme y representas a una institución, las cosas cambian drásticamente. Esto demuestra que hay que tener cuidado con lo que uno publica en redes sociales, porque hoy en día todo llega rapidito.
Muchos se preguntan si esto es solo un incidente aislado o si refleja una cultura de relajación excesiva dentro de la Fuerza Pública. Algunos dicen que la mae simplemente quería mostrar su lado divertido y no tuvo malas intenciones, otros creen que sí hubo un exceso de confianza y falta de criterio. Sea cual sea la verdad, este caso ha generado mucha conversación y críticas online.
Este asunto, además, nos hace pensar en cómo la fama instantánea de las redes puede influir en nuestras decisiones y comportamientos. En pocas horas, la vida de esta policíaca cambió radicalmente, pasando de ser una funcionaria pública a estar en boca de todos, con toda la polémica que conlleva. Imaginen el estrés y la presión que debe estar sintiendo ahora mismo. ¡Qué vara!
En fin, este caso deja mucho que reflexionar sobre la ética profesional en la era digital y la importancia de mantener una imagen pública impecable. Y hablando de eso... ¿ustedes creen que la policíaca debería regresar a su puesto si se demuestra que no tuvo intención de faltarle el respeto a la institución?