¡Ay, patético! Resulta que aquí en Limón andaba operando una banda bien organizada dedicándose a robarle combustible a Recope. Entre huezos y trabajos sucios, estaban sacando galones a lo loco, poniendo en peligro a todos nosotros y haciendo unas pérdidas que ni nos imaginamos. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y Recope le pegaron con todo en un operativo sorpresa que dejó a seis personas a la orden del juez.
La jugada empezó hace casi ocho meses, cuando alguien, buenazo, mandó un tip a la línea 1002 de Recope. Al parecer, había gente tomando combustible directamente de la tubería de la compañía estatal y almacenándolo en una bodega escondida cerca del río. ¡Imagínate el panorama! Una manguera de alta presión cruzando propiedades ajenas y un río, simplemente… ¡qué poca consideracion!
Las autoridades descubrieron que la estructura era bastante elaborada: usaban una manguera de alta presión que parecía salida de una película de espías, llevándola desde el ducto hasta la bodega clandestina ubicada a unos 500 metros. Eso sí representa un alto riesgo, no solo por la posibilidad de contaminación del agua, sino también por incendios y otros accidentes peligrosísimos, ¡una torta si se hubiera salido de control!
Después de recibir la denuncia, Recope puso manos a la obra y contactó al OIJ de Limón, quienes empezaron a vigilar la zona y a juntar pruebas. Después de un buen rato de trabajo de detectives, consiguieron la autorización del Juzgado Penal para entrar a toda máquina y ejecutar los allanamientos. Y así fue, como dicen, ¡entraron con todo a las tres propiedades en el sector de Río Blanco a primera hora de la mañana.
En el operativo detuvieron a seis personas. Uno cayó justo en el acto, mientras que los otros cinco intentaron escapar corriendo hacia la montaña. ¡Pero pa’ ellos no funcionó! Más tarde, interceptaron un carro sospechoso cerca de la ruta 32, donde lograron detenerlos a todos. Claramente, estos señores pensaron que eran más listos que nadie, pero se les vino encima la policía. ¡Qué desilusión!
Y mira qué encontraron: 3.000 litros de combustible recuperado, varios tanques, estañones, manómetros, ¡y una manguera de alta presión de casi 500 metros valuada en dos millones quinientas mil colones! Además, se decomisó un vehículo que seguramente estaba usando la banda para transportar el botín. Todo quedó a disposición de la Fiscalía, y ahora esos seis estarán esperando a ver qué les toca por semejante brete.
Recope, como siempre, aprovechó la ocasión para recordarnos que la línea 1002 es nuestro mejor amigo para denunciar cualquier cosa extraña. Excavaciones raras, mangueras abandonadas, olores sospechosos, o movimiento de gente por la noche… ¡todo eso hay que reportarlo! Mejor prevenir que lamentar, diay. No vayan a ser testigos de algo turbio y luego se arrepienten. Lo importante es avisarle a las autoridades, aunque sea anónimamente.
Esta vainera nos da mucho que pensar, ¿verdad? Parece increíble que haya gente dispuesta a poner en riesgo la seguridad de todos por un puñado de pesos. ¿Crees que deberíamos endurecer las penas para quienes cometen estos delitos ambientales y ponen en peligro a la comunidad? Dime tú, ¿qué opinas de esto?
La jugada empezó hace casi ocho meses, cuando alguien, buenazo, mandó un tip a la línea 1002 de Recope. Al parecer, había gente tomando combustible directamente de la tubería de la compañía estatal y almacenándolo en una bodega escondida cerca del río. ¡Imagínate el panorama! Una manguera de alta presión cruzando propiedades ajenas y un río, simplemente… ¡qué poca consideracion!
Las autoridades descubrieron que la estructura era bastante elaborada: usaban una manguera de alta presión que parecía salida de una película de espías, llevándola desde el ducto hasta la bodega clandestina ubicada a unos 500 metros. Eso sí representa un alto riesgo, no solo por la posibilidad de contaminación del agua, sino también por incendios y otros accidentes peligrosísimos, ¡una torta si se hubiera salido de control!
Después de recibir la denuncia, Recope puso manos a la obra y contactó al OIJ de Limón, quienes empezaron a vigilar la zona y a juntar pruebas. Después de un buen rato de trabajo de detectives, consiguieron la autorización del Juzgado Penal para entrar a toda máquina y ejecutar los allanamientos. Y así fue, como dicen, ¡entraron con todo a las tres propiedades en el sector de Río Blanco a primera hora de la mañana.
En el operativo detuvieron a seis personas. Uno cayó justo en el acto, mientras que los otros cinco intentaron escapar corriendo hacia la montaña. ¡Pero pa’ ellos no funcionó! Más tarde, interceptaron un carro sospechoso cerca de la ruta 32, donde lograron detenerlos a todos. Claramente, estos señores pensaron que eran más listos que nadie, pero se les vino encima la policía. ¡Qué desilusión!
Y mira qué encontraron: 3.000 litros de combustible recuperado, varios tanques, estañones, manómetros, ¡y una manguera de alta presión de casi 500 metros valuada en dos millones quinientas mil colones! Además, se decomisó un vehículo que seguramente estaba usando la banda para transportar el botín. Todo quedó a disposición de la Fiscalía, y ahora esos seis estarán esperando a ver qué les toca por semejante brete.
Recope, como siempre, aprovechó la ocasión para recordarnos que la línea 1002 es nuestro mejor amigo para denunciar cualquier cosa extraña. Excavaciones raras, mangueras abandonadas, olores sospechosos, o movimiento de gente por la noche… ¡todo eso hay que reportarlo! Mejor prevenir que lamentar, diay. No vayan a ser testigos de algo turbio y luego se arrepienten. Lo importante es avisarle a las autoridades, aunque sea anónimamente.
Esta vainera nos da mucho que pensar, ¿verdad? Parece increíble que haya gente dispuesta a poner en riesgo la seguridad de todos por un puñado de pesos. ¿Crees que deberíamos endurecer las penas para quienes cometen estos delitos ambientales y ponen en peligro a la comunidad? Dime tú, ¿qué opinas de esto?