¡Ay, Dios mío! Esto sí que nos pegó un frenazo a todos. Resulta que la Ruta 32, esa que usamos para irnos a Limón a disfrutar de esas playas paradisíacas, está cerrada desde hace días gracias a una piedra descomunal que decidió echarle tierra arriba a nuestros planes de viaje. ¡Qué despiche!
La situación se reportó el lunes pasado, cuando los primeros conductores empezaron a notar que algo andaba mal en el kilómetro 31. Al llegar, se encontraron con una roca gigantesca, aparentemente inestable, que amenazaba con caerse encima de cualquier vehículo que pasara por allí. ¡Imagínate el susto!
El MOPT (Ministerio de Obras Públicas y Transportes) salió a comunicar que la única solución viable es fisurar la roca mediante una voladura controlada, también conocida como 'voladura de parche'. Según ellos, intentar moverla con maquinaria pesada sería demasiado peligroso para el personal. ¡Mejor prevenir que lamentar, dicen!
Pero mientras tanto, la situación en la carretera es crítica. Decenas de trailers y vehículos particulares están varados en diferentes puntos, especialmente en el sector del Zurquí. Muchos choferes han tenido que pasar la noche dentro de sus cabinas, porque no hay muchas opciones de alojamiento disponibles ni rutas alternativas que puedan soportar el peso de toda esa carga. ¡Una torta, vamos!
Mauricio Sojo, el director ejecutivo de CONAVI (Consejo Nacional de Vialidad), dio algunas declaraciones asegurando que están trabajando a marchas forzadas para solucionar el problema, pero aún no hay una hora estimada para la reapertura de la ruta. ¡Uff, qué incertidumbre! La gente necesita saber cuándo podrá seguir moviéndose.
El impacto económico de este cierre es enorme. No solo se están retrasando envíos de productos esenciales a la Zona Atlántica, sino que también se están generando pérdidas millonarias para las empresas transportistas. Además, imagina la frustración de los turistas que tenían planeado visitar Puerto Viejo, Cahuita o Tortuguero. ¡Se les arruinó el chunche!
Algunos lugareños comentan que esto podría haber sido evitado si se hubieran realizado inspecciones más rigurosas de la estabilidad de las laderas a lo largo de la Ruta 32. Otros señalan que la infraestructura vial en Costa Rica necesita urgentemente una renovación profunda, porque ya no aguanta el ritmo del crecimiento poblacional y del aumento del tráfico pesado. ¡Nos toca brete!
Y ahora, dime tú, ¿qué opinas? Con esta situación, ¿crees que el gobierno debería invertir más recursos en mejorar la infraestructura vial del país, o priorizar otras áreas? ¿Crees que la voladura controlada es la mejor opción para solucionar este problema, o existe alguna alternativa más segura y eficiente?
La situación se reportó el lunes pasado, cuando los primeros conductores empezaron a notar que algo andaba mal en el kilómetro 31. Al llegar, se encontraron con una roca gigantesca, aparentemente inestable, que amenazaba con caerse encima de cualquier vehículo que pasara por allí. ¡Imagínate el susto!
El MOPT (Ministerio de Obras Públicas y Transportes) salió a comunicar que la única solución viable es fisurar la roca mediante una voladura controlada, también conocida como 'voladura de parche'. Según ellos, intentar moverla con maquinaria pesada sería demasiado peligroso para el personal. ¡Mejor prevenir que lamentar, dicen!
Pero mientras tanto, la situación en la carretera es crítica. Decenas de trailers y vehículos particulares están varados en diferentes puntos, especialmente en el sector del Zurquí. Muchos choferes han tenido que pasar la noche dentro de sus cabinas, porque no hay muchas opciones de alojamiento disponibles ni rutas alternativas que puedan soportar el peso de toda esa carga. ¡Una torta, vamos!
Mauricio Sojo, el director ejecutivo de CONAVI (Consejo Nacional de Vialidad), dio algunas declaraciones asegurando que están trabajando a marchas forzadas para solucionar el problema, pero aún no hay una hora estimada para la reapertura de la ruta. ¡Uff, qué incertidumbre! La gente necesita saber cuándo podrá seguir moviéndose.
El impacto económico de este cierre es enorme. No solo se están retrasando envíos de productos esenciales a la Zona Atlántica, sino que también se están generando pérdidas millonarias para las empresas transportistas. Además, imagina la frustración de los turistas que tenían planeado visitar Puerto Viejo, Cahuita o Tortuguero. ¡Se les arruinó el chunche!
Algunos lugareños comentan que esto podría haber sido evitado si se hubieran realizado inspecciones más rigurosas de la estabilidad de las laderas a lo largo de la Ruta 32. Otros señalan que la infraestructura vial en Costa Rica necesita urgentemente una renovación profunda, porque ya no aguanta el ritmo del crecimiento poblacional y del aumento del tráfico pesado. ¡Nos toca brete!
Y ahora, dime tú, ¿qué opinas? Con esta situación, ¿crees que el gobierno debería invertir más recursos en mejorar la infraestructura vial del país, o priorizar otras áreas? ¿Crees que la voladura controlada es la mejor opción para solucionar este problema, o existe alguna alternativa más segura y eficiente?