¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, en medio de San José, viendo una lancha surcando las calles como si estuviéramos en Limón. Pues sí, así estaba el panorama este jueves en Barrio Dent, donde las lluvias torrenciales dejaron a varias familias varadas en sus casas, con el agua llegando hasta el techo. Una verdadera torta, vamos.
Como saben, los pronósticos del clima llevaban advirtiendo sobre fuertes aguaceros, pero parece que nadie realmente dimensionó la magnitud del problema. Las canaletas colapsaron, los ríos se desbordaron y Barrio Dent quedó prácticamente bajo agua. Varios barrios bajos de la capital han sido afectados recurrentemente en temporadas lluviosas, pero esta vez la cosa pintaba diferente, mucho peor, y eso nos hace pensar qué brete estamos enfrentando como país.
El Benemérito Cuerpo de Bomberos tuvo que recurrir a medidas extremas. Olvídense de mangueras y camiones escalera, aquí entraron en juego las lanchas. Sí, señores, rescatando gente de encima de techos y muebles flotantes, como si estuvieran buscando cangrejos en la costa. De hecho, hubo operativo coordinado con la Cruz Roja, quienes brindaron apoyo psicológico a los damnificados y asistencia médica básica.
Lo más impactante fueron las fotos y videos que circularon en redes sociales. Familias aferradas a sus pertenencias, niños llorando, mascotas desesperadas... Un verdadero cuadro de tristeza y angustia. Randall Sandoval, nuestro colega fotógrafo, capturó imágenes impresionantes que muestran la dura realidad que vivieron estas personas. ¡Un respeto para esos profesionales que arriesgaron su seguridad para ayudar!
Y ni hablar de los daños materiales. Casas con electrodomésticos destruidos, paredes agrietadas, muebles perdidos... Todo arrastrado por la fuerza del agua. Muchas familias perdieron absolutamente todo lo que tenían, y ahora se enfrentan a la incertidumbre de cómo reconstruir sus vidas. Algunos vecinos comentaban que ya estaban cansados de vivir con este temor constante, que cada temporada lluviosa es una pesadilla renovada.
Esta situación nos obliga a preguntarnos: ¿qué tan preparados estamos como país para enfrentar los efectos del cambio climático? No podemos seguir ignorando las advertencias de los científicos. Necesitamos invertir en sistemas de drenaje eficientes, fortalecer la infraestructura vulnerable y educar a la población sobre cómo actuar ante emergencias climáticas. Además, hay que ver qué tan bien se está aplicando la ley de adaptación al cambio climático, porque a simple vista, parece que todavía tenemos mucho camino por recorrer, diay.
Algunos expertos señalan que la deforestación y la construcción ilegal en zonas de riesgo contribuyen significativamente a estos problemas. Cuando se talan árboles, el suelo pierde su capacidad de absorber agua, lo que aumenta el riesgo de inundaciones. Y construir casas en lugares propensos a deslizamientos o inundaciones es simplemente irresponsable. Hay que exigirle cuentas a los funcionarios públicos que permiten estas prácticas ilegales, porque esto se va al traste si seguimos igual.
En fin, la emergencia en Barrio Dent es un llamado de atención para todos nosotros. Nos recuerda que el cambio climático es una realidad y que debemos actuar con urgencia para proteger nuestras comunidades y nuestros recursos naturales. Ahora me pregunto, compañeros del Foro, ¿ustedes creen que las autoridades están haciendo lo suficiente para mitigar los riesgos climáticos en Costa Rica, o necesitamos un cambio radical en la forma en que gestionamos nuestro territorio?
Como saben, los pronósticos del clima llevaban advirtiendo sobre fuertes aguaceros, pero parece que nadie realmente dimensionó la magnitud del problema. Las canaletas colapsaron, los ríos se desbordaron y Barrio Dent quedó prácticamente bajo agua. Varios barrios bajos de la capital han sido afectados recurrentemente en temporadas lluviosas, pero esta vez la cosa pintaba diferente, mucho peor, y eso nos hace pensar qué brete estamos enfrentando como país.
El Benemérito Cuerpo de Bomberos tuvo que recurrir a medidas extremas. Olvídense de mangueras y camiones escalera, aquí entraron en juego las lanchas. Sí, señores, rescatando gente de encima de techos y muebles flotantes, como si estuvieran buscando cangrejos en la costa. De hecho, hubo operativo coordinado con la Cruz Roja, quienes brindaron apoyo psicológico a los damnificados y asistencia médica básica.
Lo más impactante fueron las fotos y videos que circularon en redes sociales. Familias aferradas a sus pertenencias, niños llorando, mascotas desesperadas... Un verdadero cuadro de tristeza y angustia. Randall Sandoval, nuestro colega fotógrafo, capturó imágenes impresionantes que muestran la dura realidad que vivieron estas personas. ¡Un respeto para esos profesionales que arriesgaron su seguridad para ayudar!
Y ni hablar de los daños materiales. Casas con electrodomésticos destruidos, paredes agrietadas, muebles perdidos... Todo arrastrado por la fuerza del agua. Muchas familias perdieron absolutamente todo lo que tenían, y ahora se enfrentan a la incertidumbre de cómo reconstruir sus vidas. Algunos vecinos comentaban que ya estaban cansados de vivir con este temor constante, que cada temporada lluviosa es una pesadilla renovada.
Esta situación nos obliga a preguntarnos: ¿qué tan preparados estamos como país para enfrentar los efectos del cambio climático? No podemos seguir ignorando las advertencias de los científicos. Necesitamos invertir en sistemas de drenaje eficientes, fortalecer la infraestructura vulnerable y educar a la población sobre cómo actuar ante emergencias climáticas. Además, hay que ver qué tan bien se está aplicando la ley de adaptación al cambio climático, porque a simple vista, parece que todavía tenemos mucho camino por recorrer, diay.
Algunos expertos señalan que la deforestación y la construcción ilegal en zonas de riesgo contribuyen significativamente a estos problemas. Cuando se talan árboles, el suelo pierde su capacidad de absorber agua, lo que aumenta el riesgo de inundaciones. Y construir casas en lugares propensos a deslizamientos o inundaciones es simplemente irresponsable. Hay que exigirle cuentas a los funcionarios públicos que permiten estas prácticas ilegales, porque esto se va al traste si seguimos igual.
En fin, la emergencia en Barrio Dent es un llamado de atención para todos nosotros. Nos recuerda que el cambio climático es una realidad y que debemos actuar con urgencia para proteger nuestras comunidades y nuestros recursos naturales. Ahora me pregunto, compañeros del Foro, ¿ustedes creen que las autoridades están haciendo lo suficiente para mitigar los riesgos climáticos en Costa Rica, o necesitamos un cambio radical en la forma en que gestionamos nuestro territorio?