¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con la chincha del nuevo sistema Tributario, el Tribu-CR. Resulta que ya alguien no se quedó calladito y le metió un recurso de amparo a Hacienda y a la Dirección General de Tributación. ¡Imagínate la movida! Parece que esto va a arrastrar, mae.
Para los que andamos medio despistados, Tribu-CR es el nuevo software que nos tocó pa’ declarar impuestos. Prometían que iba a ser más fácil, más rápido… pero algunos dicen que es más complicado que descifrarle a mi abuela las recetas de gallo pinto. Según la Sala Constitucional, todo esto está corriendo bajo el expediente número 25-031909-0007-CO; así que ni modo que lo ignoren.
El problema, según el recurrente – porque así le llaman a quien mete el amparo– es que el sistema le impide aplicar el crédito fiscal del IVA. Dicen que el Tribu-CR bloquea la opción de reportar el saldo a favor del IVA argumentando que no hay ingresos en ese período. ¡Pero bueno, eso es un problemón! Como si Hacienda pudiera inventarse la economía tica con un simple programa.
Lo que realmente está picando al señor es que dice que toda esta restricción viene del diseño técnico del sistema, no de alguna ley aprobada por la Asamblea Legislativa. Eso, mis queridos foreros, es lo que está encendiendo las alarmas. Porque así, por decreto informático, pueden hacernos lo que quieran, diay.
Además, el tipo alega que le están vulnerando varios derechos fundamentales. Habla de violación al derecho de propiedad, a la tutela judicial efectiva, e incluso ataca el principio de legalidad y la reserva de ley tributaria. ¡Es decir, que está echándole toda la carne al asador! Lo de la seguridad jurídica y el debido proceso administrativo tampoco le cuadran, y pues claro, nadie quiere sentirse tratado como si fuera un chorizo.
Este recurso llegó a la Sala Constitucional hace unos días, el 15 de octubre, y ahora están revisándolo. Ya saben cómo van las cosas por acá, puede tardar más que germinar frijol chino. Hacienda y Tributación pusieron el sistema en marcha desde el 6 de octubre, entonces todavía estamos en la etapa inicial de ver qué pasa con todo este lío.
Y hablando de Hacienda... muchos recordaremos los problemas pasados con sistemas tributarios, que prometían transparencia y eficiencia, pero terminaron siendo un dolor de cabeza para contribuyentes y funcionarios. Este nuevo intento, aunque presentado con bombo y platillo, parece estar tropezando con las mismas piedras. Y eso, señores, nos da que pensar. Uno se pregunta: ¿realmente entendieron la necesidad de simplificar el proceso o simplemente cambiaron la fachada?
En fin, este caso abre un debate interesante sobre el poder de la tecnología en la administración pública y hasta dónde puede llegar el Estado a restringir nuestros derechos en nombre del “progreso”. ¿Ustedes creen que es justo que un software decida si podemos o no utilizar créditos fiscales? ¿Deberíamos exigir una mayor supervisión ciudadana en el desarrollo de estos sistemas o estamos condenados a vivir a merced de los programadores?
Para los que andamos medio despistados, Tribu-CR es el nuevo software que nos tocó pa’ declarar impuestos. Prometían que iba a ser más fácil, más rápido… pero algunos dicen que es más complicado que descifrarle a mi abuela las recetas de gallo pinto. Según la Sala Constitucional, todo esto está corriendo bajo el expediente número 25-031909-0007-CO; así que ni modo que lo ignoren.
El problema, según el recurrente – porque así le llaman a quien mete el amparo– es que el sistema le impide aplicar el crédito fiscal del IVA. Dicen que el Tribu-CR bloquea la opción de reportar el saldo a favor del IVA argumentando que no hay ingresos en ese período. ¡Pero bueno, eso es un problemón! Como si Hacienda pudiera inventarse la economía tica con un simple programa.
Lo que realmente está picando al señor es que dice que toda esta restricción viene del diseño técnico del sistema, no de alguna ley aprobada por la Asamblea Legislativa. Eso, mis queridos foreros, es lo que está encendiendo las alarmas. Porque así, por decreto informático, pueden hacernos lo que quieran, diay.
Además, el tipo alega que le están vulnerando varios derechos fundamentales. Habla de violación al derecho de propiedad, a la tutela judicial efectiva, e incluso ataca el principio de legalidad y la reserva de ley tributaria. ¡Es decir, que está echándole toda la carne al asador! Lo de la seguridad jurídica y el debido proceso administrativo tampoco le cuadran, y pues claro, nadie quiere sentirse tratado como si fuera un chorizo.
Este recurso llegó a la Sala Constitucional hace unos días, el 15 de octubre, y ahora están revisándolo. Ya saben cómo van las cosas por acá, puede tardar más que germinar frijol chino. Hacienda y Tributación pusieron el sistema en marcha desde el 6 de octubre, entonces todavía estamos en la etapa inicial de ver qué pasa con todo este lío.
Y hablando de Hacienda... muchos recordaremos los problemas pasados con sistemas tributarios, que prometían transparencia y eficiencia, pero terminaron siendo un dolor de cabeza para contribuyentes y funcionarios. Este nuevo intento, aunque presentado con bombo y platillo, parece estar tropezando con las mismas piedras. Y eso, señores, nos da que pensar. Uno se pregunta: ¿realmente entendieron la necesidad de simplificar el proceso o simplemente cambiaron la fachada?
En fin, este caso abre un debate interesante sobre el poder de la tecnología en la administración pública y hasta dónde puede llegar el Estado a restringir nuestros derechos en nombre del “progreso”. ¿Ustedes creen que es justo que un software decida si podemos o no utilizar créditos fiscales? ¿Deberíamos exigir una mayor supervisión ciudadana en el desarrollo de estos sistemas o estamos condenados a vivir a merced de los programadores?