¡Ay, Dios mío! Resulta que Hacienda anda con el agua al cuello, viendo cómo la billetera del Estado se achica con el tema del marchamo. Después de un batiburrillo de leyes y cálculos raros, parece que los ingresos por el impuesto a los carros van a ser más bajos de lo esperado. ¡Una torta monumental!
Todo empezó con el nuevo proyecto del diputado Campos, que cambió la onda de cómo se calcula el valor fiscal de los carros. Antes esperaban agarrarle con unos ¢220 millones, pero al final, ¡solo llegaron a unos ¢165 millones! Rudolf Lücke, el ministro, quedó con cara de póker, explicando que ahora, con el valor fiscal siempre bajando, es prácticamente imposible que los números vuelvan a subir como antes. ¡Parece que el carro viejo sabe defenderse!
Y ni hablar del Instituto Nacional de Seguros (INS). Ese brete es peor todavía, porque mientras Hacienda intenta juntar billetes, ellos andan lidiando con un montón de accidentes en carretera. Para el 2024 ya le cayeron más de ¢61 mil millones atendiendo a los afectados, y este año, ¡ya van superando los ¢51 mil millones! ¡Qué carga!
Pero la cosa no termina ahí. Según el INS, hay casi dos millones de vehículos que tienen que ponerse al día con el marchamo. Eso significa un aumento del 3% en la flota vehicular, ¡más de 58 mil carros nuevos circulando! El ministro Lücke se queja de que ese porcentaje no compensa la rebaja en el valor fiscal. “Tendría que haber un incremento mucho más grande para ver un aumento en la recaudación,” lamenta, con toda la razón.
Al menos, dicen que ahora el proceso para las exoneraciones de los carros eléctricos es más rápido, gracias a que cambiaron de un sistema manual a uno automatizado. Así que quizás algunos dueños de esos carros eléctricos vean una pequeña luz al final del túnel. Aunque con la inflación que llevamos, cualquier ahorro viene bien, ¿verdad?
Ahora sí, vamos a lo serio. La morosidad, ese problema que nunca se va, sigue pegándole duro al INS. Al cierre del 2025, más de 140 mil vehículos estaban atrasados con el pago. Y recuerden, si se pasan del 31 de diciembre, ¡los oficiales de tránsito van a estar al acecho con sus multas e intereses! Así que pongan sus asuntos en orden, diay…
Y hablando de accidentes, Gabriela Chacón, la presidenta ejecutiva del INS, nos puso el dedo en la llaga: “Todo el dinero que se recauda por este seguro se invierte en las víctimas en carretera”. Pero con los datos que tenemos, la preocupación es enorme. Este año hubo 34 mil accidentes, casi 38 mil lesionados y 109 muertos, muchos de ellos motociclistas. Sidney Viales, jefe de dirección de seguros obligatorios, hizo un llamado a la precaución: “Todos compartimos las carreteras... es vital que todos regresen sanos y salvos al final del día.”
Entre todas estas movidas, resulta que el Ferrari 2018 es el rey del marchamo, pagando unos ¢7 millones, mientras que el Mitsubishi 1989 apenas alcanza los ¢73 mil. ¡Vaya diferencia! Y lo más increíble es que todavía hay un Hudson Super Six de 1919 rodando por nuestras calles, pagando su marchamo como buen tico. ¡Qué barbaridad! Ahora, dime, ¿crees que el gobierno debería reconsiderar la fórmula de cálculo del valor fiscal de los vehículos para recuperar los ingresos perdidos, o deberíamos enfocarnos más en mejorar la seguridad vial para reducir los costos asociados a los accidentes?
	
		
			
		
		
	
				
			Todo empezó con el nuevo proyecto del diputado Campos, que cambió la onda de cómo se calcula el valor fiscal de los carros. Antes esperaban agarrarle con unos ¢220 millones, pero al final, ¡solo llegaron a unos ¢165 millones! Rudolf Lücke, el ministro, quedó con cara de póker, explicando que ahora, con el valor fiscal siempre bajando, es prácticamente imposible que los números vuelvan a subir como antes. ¡Parece que el carro viejo sabe defenderse!
Y ni hablar del Instituto Nacional de Seguros (INS). Ese brete es peor todavía, porque mientras Hacienda intenta juntar billetes, ellos andan lidiando con un montón de accidentes en carretera. Para el 2024 ya le cayeron más de ¢61 mil millones atendiendo a los afectados, y este año, ¡ya van superando los ¢51 mil millones! ¡Qué carga!
Pero la cosa no termina ahí. Según el INS, hay casi dos millones de vehículos que tienen que ponerse al día con el marchamo. Eso significa un aumento del 3% en la flota vehicular, ¡más de 58 mil carros nuevos circulando! El ministro Lücke se queja de que ese porcentaje no compensa la rebaja en el valor fiscal. “Tendría que haber un incremento mucho más grande para ver un aumento en la recaudación,” lamenta, con toda la razón.
Al menos, dicen que ahora el proceso para las exoneraciones de los carros eléctricos es más rápido, gracias a que cambiaron de un sistema manual a uno automatizado. Así que quizás algunos dueños de esos carros eléctricos vean una pequeña luz al final del túnel. Aunque con la inflación que llevamos, cualquier ahorro viene bien, ¿verdad?
Ahora sí, vamos a lo serio. La morosidad, ese problema que nunca se va, sigue pegándole duro al INS. Al cierre del 2025, más de 140 mil vehículos estaban atrasados con el pago. Y recuerden, si se pasan del 31 de diciembre, ¡los oficiales de tránsito van a estar al acecho con sus multas e intereses! Así que pongan sus asuntos en orden, diay…
Y hablando de accidentes, Gabriela Chacón, la presidenta ejecutiva del INS, nos puso el dedo en la llaga: “Todo el dinero que se recauda por este seguro se invierte en las víctimas en carretera”. Pero con los datos que tenemos, la preocupación es enorme. Este año hubo 34 mil accidentes, casi 38 mil lesionados y 109 muertos, muchos de ellos motociclistas. Sidney Viales, jefe de dirección de seguros obligatorios, hizo un llamado a la precaución: “Todos compartimos las carreteras... es vital que todos regresen sanos y salvos al final del día.”
Entre todas estas movidas, resulta que el Ferrari 2018 es el rey del marchamo, pagando unos ¢7 millones, mientras que el Mitsubishi 1989 apenas alcanza los ¢73 mil. ¡Vaya diferencia! Y lo más increíble es que todavía hay un Hudson Super Six de 1919 rodando por nuestras calles, pagando su marchamo como buen tico. ¡Qué barbaridad! Ahora, dime, ¿crees que el gobierno debería reconsiderar la fórmula de cálculo del valor fiscal de los vehículos para recuperar los ingresos perdidos, o deberíamos enfocarnos más en mejorar la seguridad vial para reducir los costos asociados a los accidentes?