¡Ay, patético! La radio en Costa Rica está con el alma en vilo. Este fin de semana nos dejó Manuel Antonio ‘Tony’ Cano Mora, un nombre que resonaba en cada casa tica que escuchaba la onda en los ’80, y luego cruzó fronteras para llevar nuestra voz al mundo. Un señor, un maestro, y alguien que marcó a toda una generación de oyentes. Que le den pa’ arriba, don Tony.
Para los más jóvenes, quizás el nombre no les diga mucho, pero para los que crecimos pegados a la Radio Monumental, ‘Tony’ Cano era una institución. Su voz grave y clara transmitiendo las noticias, ese era el sonido de la tarde. Después, allá por los años 80, decidió echar vuelo y buscar nuevos bretes en Estados Unidos, específicamente en la Voz de América, donde se convirtió en una figura clave durante décadas. Un maquina, en serio, se fajó como pocos.
Muchos recordamos esos días en Radio Monumental, cuando la radio era el medio principal de información. Tony tenía esa manera especial de presentar las noticias, de hacerlo interesante y accesible para todos. Era un profesionalazo, con una ética impecable y un compromiso inmenso con su trabajo. Antes de irse a Estados Unidos, también tuvo pasos por Radio Columbia, dejando huella allá también. De hecho, muchos recuerdan su colaboración en la programación nocturna de la emisora, generando gran expectativa en la audiencia.
Sus familiares confirmaron la triste noticia este sábado, aunque las causas exactas de su fallecimiento aún no se conocen del todo. Según informes, Tony llevaba un tiempo internado en un centro médico en Washington D.C., donde residía desde hacía más de treinta años. Que pena, ¡qué sal! Uno nunca espera estas cosas, especialmente de personas con su vitalidad. Aunque ya estaba con la edad, todavía lo sentíamos vigente, como si fuera ayer dictando las noticias.
Y hablando de los tiempos que corren, hay que recordar que la Voz de América, la casa de Tony durante tantos años, sufrió un duro golpe el año pasado. Recortes presupuestarios por parte del gobierno de Donald Trump llevaron al cierre de varios servicios de la emisora. Fue un mazazo para el periodismo internacional y, obviamente, para aquellos que trabajaban allí. Una verdadera pena que un lugar así, con tanta historia y relevancia, tuviera que pasar por eso. Ese brete le tocó vivir a Tony… ¡dios mío!
Carlos “Macho” Jiménez, otro grandote de la radio nacional, fue quien primero salió al frente con sus condolencias. Lo describió como “una de las mejores voces que ha tenido la radiodifusión costarricense”. Con razón, el hombre tenía talento de sobra. Además, la familia Cano Mora publicó un comunicado oficial expresando su profundo agradecimiento por el cariño y apoyo recibido. Reconocen que “su recuerdo permanecerá siempre vivo en nuestros corazones”. Menos que decir. Don Tony merecía todo el reconocimiento del mundo.
Pero volviendo a la esencia, Tony Cano representaba una época dorada de la radiodifusión. Éramos niños escuchándolo informar sobre guerras, elecciones y hasta recetas de cocina. Él era parte de nuestras vidas, un referente de profesionalismo y dedicación. Sus reportajes en inglés para la Voz de América eran legendarios, transmitiendo la realidad de nuestro país a audiencias internacionales. Imaginemos, un tico contando historias de Costa Rica al mundo entero... ¡qué orgullo!
Este era un fragmento de su voz, uno de esos reportes que le dieron identidad a la Voz de América. Ahora, nos queda celebrar su vida y su legado. Pero me pregunto, ¿cree usted que la muerte de Tony Cano representa el fin de una era en la radiodifusión costarricense, o que su influencia seguirá inspirando a nuevas generaciones de locutores y periodistas?
Para los más jóvenes, quizás el nombre no les diga mucho, pero para los que crecimos pegados a la Radio Monumental, ‘Tony’ Cano era una institución. Su voz grave y clara transmitiendo las noticias, ese era el sonido de la tarde. Después, allá por los años 80, decidió echar vuelo y buscar nuevos bretes en Estados Unidos, específicamente en la Voz de América, donde se convirtió en una figura clave durante décadas. Un maquina, en serio, se fajó como pocos.
Muchos recordamos esos días en Radio Monumental, cuando la radio era el medio principal de información. Tony tenía esa manera especial de presentar las noticias, de hacerlo interesante y accesible para todos. Era un profesionalazo, con una ética impecable y un compromiso inmenso con su trabajo. Antes de irse a Estados Unidos, también tuvo pasos por Radio Columbia, dejando huella allá también. De hecho, muchos recuerdan su colaboración en la programación nocturna de la emisora, generando gran expectativa en la audiencia.
Sus familiares confirmaron la triste noticia este sábado, aunque las causas exactas de su fallecimiento aún no se conocen del todo. Según informes, Tony llevaba un tiempo internado en un centro médico en Washington D.C., donde residía desde hacía más de treinta años. Que pena, ¡qué sal! Uno nunca espera estas cosas, especialmente de personas con su vitalidad. Aunque ya estaba con la edad, todavía lo sentíamos vigente, como si fuera ayer dictando las noticias.
Y hablando de los tiempos que corren, hay que recordar que la Voz de América, la casa de Tony durante tantos años, sufrió un duro golpe el año pasado. Recortes presupuestarios por parte del gobierno de Donald Trump llevaron al cierre de varios servicios de la emisora. Fue un mazazo para el periodismo internacional y, obviamente, para aquellos que trabajaban allí. Una verdadera pena que un lugar así, con tanta historia y relevancia, tuviera que pasar por eso. Ese brete le tocó vivir a Tony… ¡dios mío!
Carlos “Macho” Jiménez, otro grandote de la radio nacional, fue quien primero salió al frente con sus condolencias. Lo describió como “una de las mejores voces que ha tenido la radiodifusión costarricense”. Con razón, el hombre tenía talento de sobra. Además, la familia Cano Mora publicó un comunicado oficial expresando su profundo agradecimiento por el cariño y apoyo recibido. Reconocen que “su recuerdo permanecerá siempre vivo en nuestros corazones”. Menos que decir. Don Tony merecía todo el reconocimiento del mundo.
Pero volviendo a la esencia, Tony Cano representaba una época dorada de la radiodifusión. Éramos niños escuchándolo informar sobre guerras, elecciones y hasta recetas de cocina. Él era parte de nuestras vidas, un referente de profesionalismo y dedicación. Sus reportajes en inglés para la Voz de América eran legendarios, transmitiendo la realidad de nuestro país a audiencias internacionales. Imaginemos, un tico contando historias de Costa Rica al mundo entero... ¡qué orgullo!
Este era un fragmento de su voz, uno de esos reportes que le dieron identidad a la Voz de América. Ahora, nos queda celebrar su vida y su legado. Pero me pregunto, ¿cree usted que la muerte de Tony Cano representa el fin de una era en la radiodifusión costarricense, o que su influencia seguirá inspirando a nuevas generaciones de locutores y periodistas?