¡Ay, mae! Resulta que muchos estaban planeando llevar a sus peludos a las urnas este año, pensando en un paseito mientras ejercemos nuestro derecho al voto. Pero parece que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le puso el freno, y vaya que nos agarraron desprevenidos. Ya se imaginan la bronca, ¿verdad?
La cosa es clara: no podrás entrar ni al aula ni al recinto de votación con tu mascote, perrito, gatito, cobrita... nada de animalitos acompañándonos el día de las elecciones. Esto porque quieren asegurar que todo marche tranqui, sin problemas de seguridad ni alteraciones en el proceso.
Según el TSE, tener animales rondando por los lugares de votación podría poner en riesgo la seguridad de todos –los votantes, los funcionarios–, así como también afectar la integridad de los materiales electorales y, claro, echar a perder el orden que necesitamos para que todo salga bien. Un verdadero brete, díganle a nuestros amigos amantes de los animales.
Ahora bien, no todo está perdido. Hay una excepción importante: si eres una persona con alguna discapacidad visual y necesitas la compañía de un perro guía certificado, adelante. También aplica para aquellos que tengan un animal de apoyo emocional, siempre y cuando lo hayan acreditado previamente ante la junta receptora de voto. Ahí sí te dejarán pasar, pero con ciertas precauciones, obvio.
Estos últimos deberán presentar comprobante de la condición y de la necesidad del animal, y los miembros de la junta receptora, junto con los delegados nacionales, se encargarán de asegurarse de que todo esté bajo control y que no haya ningún problema. ¡Qué carga tener que sacar papeles extra, pero bueno, es por el bienestar de todos!
Imagínate la escena: ¡qué torta sería ver peleando perros por estar cerca de las urnas! Mejor prevenir que lamentar, dicen por ahí. Además, muchos de nuestros queridos peludos sufren de ansiedad social y podrían ponerse nerviosos con tanta gente alrededor, generando situaciones incómodas e incluso peligrosas. Un escenario que nadie quiere vivir, mucho menos el día de las elecciones.
Y hablando de peligro, recordemos que algunos votantes pueden tener alergias severas a ciertos animales, lo cual también representa un riesgo para la salud pública. El TSE ha pensado en todo, aunque quizás a algunos amantes de los animales les parezca un poco exagerado. Pero vamos, al final del día, lo importante es garantizar un proceso democrático justo y seguro para todos, ¿no creen?
Así que, ya saben, si pensaban llevar a Firulais a dar una vuelta mientras votas, mejor déjalo en casa. Asegúrate de que esté cómodo y tranquilo, con su comederito lleno y listo para celebrar la democracia desde la comodidad de su hogar. Ahora dime, ¿crees que el TSE debió considerar otras opciones para permitir la entrada de mascotas que no sean solo perros guía o de apoyo emocional? ¿Qué alternativas propondrías para hacer el proceso electoral más inclusivo y amigable con nuestras queridas mascotas?
La cosa es clara: no podrás entrar ni al aula ni al recinto de votación con tu mascote, perrito, gatito, cobrita... nada de animalitos acompañándonos el día de las elecciones. Esto porque quieren asegurar que todo marche tranqui, sin problemas de seguridad ni alteraciones en el proceso.
Según el TSE, tener animales rondando por los lugares de votación podría poner en riesgo la seguridad de todos –los votantes, los funcionarios–, así como también afectar la integridad de los materiales electorales y, claro, echar a perder el orden que necesitamos para que todo salga bien. Un verdadero brete, díganle a nuestros amigos amantes de los animales.
Ahora bien, no todo está perdido. Hay una excepción importante: si eres una persona con alguna discapacidad visual y necesitas la compañía de un perro guía certificado, adelante. También aplica para aquellos que tengan un animal de apoyo emocional, siempre y cuando lo hayan acreditado previamente ante la junta receptora de voto. Ahí sí te dejarán pasar, pero con ciertas precauciones, obvio.
Estos últimos deberán presentar comprobante de la condición y de la necesidad del animal, y los miembros de la junta receptora, junto con los delegados nacionales, se encargarán de asegurarse de que todo esté bajo control y que no haya ningún problema. ¡Qué carga tener que sacar papeles extra, pero bueno, es por el bienestar de todos!
Imagínate la escena: ¡qué torta sería ver peleando perros por estar cerca de las urnas! Mejor prevenir que lamentar, dicen por ahí. Además, muchos de nuestros queridos peludos sufren de ansiedad social y podrían ponerse nerviosos con tanta gente alrededor, generando situaciones incómodas e incluso peligrosas. Un escenario que nadie quiere vivir, mucho menos el día de las elecciones.
Y hablando de peligro, recordemos que algunos votantes pueden tener alergias severas a ciertos animales, lo cual también representa un riesgo para la salud pública. El TSE ha pensado en todo, aunque quizás a algunos amantes de los animales les parezca un poco exagerado. Pero vamos, al final del día, lo importante es garantizar un proceso democrático justo y seguro para todos, ¿no creen?
Así que, ya saben, si pensaban llevar a Firulais a dar una vuelta mientras votas, mejor déjalo en casa. Asegúrate de que esté cómodo y tranquilo, con su comederito lleno y listo para celebrar la democracia desde la comodidad de su hogar. Ahora dime, ¿crees que el TSE debió considerar otras opciones para permitir la entrada de mascotas que no sean solo perros guía o de apoyo emocional? ¿Qué alternativas propondrías para hacer el proceso electoral más inclusivo y amigable con nuestras queridas mascotas?