Maes, seamos honestos. ¿Quién no se ha traído, aunque sea una vez en la vida, una conchita de la playa de recuerdo? Es casi un ritual. El problema es que cuando ese “recuerdito” se multiplica por miles y miles de turistas, la vara se pone fea para el ecosistema. Las playas se quedan sin su material para regenerarse y un montón de bichitos pierden su casa. Diay, el asunto es que mientras muchos nos quedamos en la queja, un grupo de ticos se puso las pilas y montó una solución que está para quitarse el sombrero. Y no, no es una campaña de rótulos bonitos; es ciencia y tecnología del más alto calibre.
Les hablo del proyecto “De Vuelta a Casa”, una iniciativa de FIFCO e Imperial que, en lugar de sonar a puro marketing, resultó ser un brete impresionante. La idea es tan chiva como compleja: crearon un sistema de Inteligencia Artificial que funciona, para que me entiendan, como una especie de “Shazam” para conchas. Los oficiales en los aeropuertos le toman una foto a las conchas decomisadas, y este chunche tecnológico, usando visión computacional, identifica con una precisión increíble de qué playa del país proviene. ¡Qué carga la idea! Así, en lugar de que esos tesoros marinos terminen en un basurero, pueden ser devueltos exactamente a su hogar para que sigan haciendo su trabajo en el ecosistema.
Y aquí es donde la cosa se pone todavía mejor. Este brete no solo está funcionando a cachete aquí, sino que acaba de pegar un salto al escenario mundial. El proyecto fue aceptado como un caso de estudio científico para la International Conference on Computer Vision (ICCV 2025). Maes, para que se hagan una idea, esto no es cualquier charlita por Zoom. Es uno de los foros más pichudos del mundo en Inteligencia Artificial. La presentación, a cargo de los genios detrás del código (Alexander Valverde, Luis Solano y André Montoya), se va a dar nada más y nada menos que en Hawái. ¡Qué nivel! O sea, una solución nacida y criada en Tiquicia va a ser estudiada por las mentes más brillantes del planeta como un ejemplo a seguir.
Lo más tuanis de todo esto es que no es puro show. La vara funciona. Gracias a este sistema y al montón de voluntarios que se apuntan a las jornadas de clasificación, ya se han devuelto más de 1.2 toneladas de conchas al mar este año. ¡Más de una tonelada! Y el modelo de IA, que se entrenó con más de 70 mil imágenes, va a quedar como un recurso abierto para que científicos de otros países puedan replicarlo. Como dijo Maria Pía Robles de FIFCO, esto demuestra que desde este pedacito de tierra se pueden generar soluciones con impacto global. Cuando se juntan el propósito, la tecnología y las alianzas correctas, el resultado es una maravilla.
Al final, noticias como esta son las que de verdad inflan el pecho. Más allá del fútbol o del café, estamos demostrando que el talento tico puede competir y liderar en campos como la tecnología y la conservación. Este proyecto es la prueba perfecta de que la innovación no es algo exclusivo de Silicon Valley. Aquí hay cerebro, ganas y un compromiso real con el ambiente. La pregunta que me queda para el foro es: más allá del obvio "Pura Vida", ¿creen que este es el tipo de "marca país" que de verdad deberíamos estar exportando al mundo: cerebro, tecnología y conciencia verde?
Les hablo del proyecto “De Vuelta a Casa”, una iniciativa de FIFCO e Imperial que, en lugar de sonar a puro marketing, resultó ser un brete impresionante. La idea es tan chiva como compleja: crearon un sistema de Inteligencia Artificial que funciona, para que me entiendan, como una especie de “Shazam” para conchas. Los oficiales en los aeropuertos le toman una foto a las conchas decomisadas, y este chunche tecnológico, usando visión computacional, identifica con una precisión increíble de qué playa del país proviene. ¡Qué carga la idea! Así, en lugar de que esos tesoros marinos terminen en un basurero, pueden ser devueltos exactamente a su hogar para que sigan haciendo su trabajo en el ecosistema.
Y aquí es donde la cosa se pone todavía mejor. Este brete no solo está funcionando a cachete aquí, sino que acaba de pegar un salto al escenario mundial. El proyecto fue aceptado como un caso de estudio científico para la International Conference on Computer Vision (ICCV 2025). Maes, para que se hagan una idea, esto no es cualquier charlita por Zoom. Es uno de los foros más pichudos del mundo en Inteligencia Artificial. La presentación, a cargo de los genios detrás del código (Alexander Valverde, Luis Solano y André Montoya), se va a dar nada más y nada menos que en Hawái. ¡Qué nivel! O sea, una solución nacida y criada en Tiquicia va a ser estudiada por las mentes más brillantes del planeta como un ejemplo a seguir.
Lo más tuanis de todo esto es que no es puro show. La vara funciona. Gracias a este sistema y al montón de voluntarios que se apuntan a las jornadas de clasificación, ya se han devuelto más de 1.2 toneladas de conchas al mar este año. ¡Más de una tonelada! Y el modelo de IA, que se entrenó con más de 70 mil imágenes, va a quedar como un recurso abierto para que científicos de otros países puedan replicarlo. Como dijo Maria Pía Robles de FIFCO, esto demuestra que desde este pedacito de tierra se pueden generar soluciones con impacto global. Cuando se juntan el propósito, la tecnología y las alianzas correctas, el resultado es una maravilla.
Al final, noticias como esta son las que de verdad inflan el pecho. Más allá del fútbol o del café, estamos demostrando que el talento tico puede competir y liderar en campos como la tecnología y la conservación. Este proyecto es la prueba perfecta de que la innovación no es algo exclusivo de Silicon Valley. Aquí hay cerebro, ganas y un compromiso real con el ambiente. La pregunta que me queda para el foro es: más allá del obvio "Pura Vida", ¿creen que este es el tipo de "marca país" que de verdad deberíamos estar exportando al mundo: cerebro, tecnología y conciencia verde?