¡Ay, Dios mío! El rollo de la obra Barranca-Limonal sigue dando de qué hablar, y ahora salió a relucir una torta monumental. Resulta que la exprimera del INS, Mónica Araya, soltó la bomba ante la Asamblea Legislativa: el presidente Rodrigo Chaves le anduvo meneando el árbol insistentemente para que le dieran luz verde a un seguro de caución a la empresa mexicana Tradeco. ¡Imagínate la bronca!
La cosa es así, mae: Araya tuvo que testificar como parte de la investigación que está haciendo la Asamblea sobre si el presidente realmente metió mano en la adjudicación del contrato. Según su versión, las llamadas empezaron a caerle desde finales del año pasado, y el mensaje era claro: “Es urgente otorgar una garantía de cumplimiento a Tradeco”. ¿Será que hay algo turbio detrás de todo esto?
Pero Araya, con toda la razón del mundo, le respondió “un no rotundo”. Dijo que legalmente era imposbible que el INS hiciera eso. Pero ahí no acabó la telenovela. Chaves, lejos de quedarse calladito, le habría dicho algo así como “vea a ver cómo hace para lograrlo”. ¡Menuda actitud! Parece sacado de un despecho de novela.
Después de esa primera llamada, el presidente se puso a molestar a Gabriela Chacón, que era la jefa de despacho de Araya en ese momento y ahora es la presidenta del INS. Las llamadas eran constantes, según testimonió Araya, y parece que el ministro Luis Amador tampoco se quedó atrás en la presión. Al parecer, el propio presidente estaba manejando la vara directamente.
Lo curioso es que Chaves hasta le sugirió a Araya que podían darle el seguro de caución si la empresa aportaba una garantía real. ¡Como si fuera tan fácil! Monge, que era el gerente en ese entonces, investigó a Tradeco y descubrió que no cumplían los requisitos, ni siquiera aportaron la garantía. ¡Qué pena ajena! Una verdadera chincha.
Cuando llegó el momento de votarlo en la junta directiva, las llamadas de Chaves volvieron a intensificarse, según cuenta Araya. Dice que tuvo que aguantar algunos gritos por parte del presidente, quien la acusó de incompetente por no controlar a los miembros de la junta. ¡Qué carácter! Y luego, cuando le comunicó la decisión negativa, Araya le dijo que era lo mejor para su presidencia y para el proyecto de la carretera. ¡Qué diplomacia!
Araya asegura haber declarado ya sobre esto al Ministerio Público, pero dice que inicialmente no tenía todos los datos. Fue después de escuchar las declaraciones de Luis Amador, Gabriela Chacón y el abogado de Tradeco, Rándall Chuken, que recordó más detalles. Por eso, solicitó que su declaración anterior se envíe a la Fiscalía General. Además, vale la pena mencionar que Tradeco tiene varios señalamientos en México, ¡hasta se rumora que tienen vínculos con el narcotráfico!
En fin, esta vaina se ha puesto bien caliente, y las implicaciones podrían ser graves. Ahora, dígame usted, ¿cree que el presidente Chaves intentó coaccionar al INS para favorecer a Tradeco, o simplemente se trató de un malentendido con consecuencias desastrosas? ¿Debería renunciar o enfrentar las consecuencias legales? Comparta su opinión en los comentarios, ¡esta vara merece un buen debate!
La cosa es así, mae: Araya tuvo que testificar como parte de la investigación que está haciendo la Asamblea sobre si el presidente realmente metió mano en la adjudicación del contrato. Según su versión, las llamadas empezaron a caerle desde finales del año pasado, y el mensaje era claro: “Es urgente otorgar una garantía de cumplimiento a Tradeco”. ¿Será que hay algo turbio detrás de todo esto?
Pero Araya, con toda la razón del mundo, le respondió “un no rotundo”. Dijo que legalmente era imposbible que el INS hiciera eso. Pero ahí no acabó la telenovela. Chaves, lejos de quedarse calladito, le habría dicho algo así como “vea a ver cómo hace para lograrlo”. ¡Menuda actitud! Parece sacado de un despecho de novela.
Después de esa primera llamada, el presidente se puso a molestar a Gabriela Chacón, que era la jefa de despacho de Araya en ese momento y ahora es la presidenta del INS. Las llamadas eran constantes, según testimonió Araya, y parece que el ministro Luis Amador tampoco se quedó atrás en la presión. Al parecer, el propio presidente estaba manejando la vara directamente.
Lo curioso es que Chaves hasta le sugirió a Araya que podían darle el seguro de caución si la empresa aportaba una garantía real. ¡Como si fuera tan fácil! Monge, que era el gerente en ese entonces, investigó a Tradeco y descubrió que no cumplían los requisitos, ni siquiera aportaron la garantía. ¡Qué pena ajena! Una verdadera chincha.
Cuando llegó el momento de votarlo en la junta directiva, las llamadas de Chaves volvieron a intensificarse, según cuenta Araya. Dice que tuvo que aguantar algunos gritos por parte del presidente, quien la acusó de incompetente por no controlar a los miembros de la junta. ¡Qué carácter! Y luego, cuando le comunicó la decisión negativa, Araya le dijo que era lo mejor para su presidencia y para el proyecto de la carretera. ¡Qué diplomacia!
Araya asegura haber declarado ya sobre esto al Ministerio Público, pero dice que inicialmente no tenía todos los datos. Fue después de escuchar las declaraciones de Luis Amador, Gabriela Chacón y el abogado de Tradeco, Rándall Chuken, que recordó más detalles. Por eso, solicitó que su declaración anterior se envíe a la Fiscalía General. Además, vale la pena mencionar que Tradeco tiene varios señalamientos en México, ¡hasta se rumora que tienen vínculos con el narcotráfico!
En fin, esta vaina se ha puesto bien caliente, y las implicaciones podrían ser graves. Ahora, dígame usted, ¿cree que el presidente Chaves intentó coaccionar al INS para favorecer a Tradeco, o simplemente se trató de un malentendido con consecuencias desastrosas? ¿Debería renunciar o enfrentar las consecuencias legales? Comparta su opinión en los comentarios, ¡esta vara merece un buen debate!