¡Ay, papá! Qué pesar nos cayó la noticia... En medio de la semana, Lead University compartió un comunicado que dejó a to’os con el alma en vilo: hallaron sin vida a Kevin Kirby, un exalumnito querido por muchos. Parece que la cosa se puso fea rapidito, y ahora estamos tratando de entender qué pasó realmente.
Kevin, que salió de la U en 2021 con un título en Ciencias Empresariales, tenía 27 años y desapareció el fin de semana anterior. La familia lo buscaba desesperadamente, pues ya no respondía al celular desde el domingo pasado, a eso de las cinco y media de la tarde. Según cuentan, su última señal fue en Sabanilla, así que ahí empezó la movida de buscarlo.
Imagínate el susto que se llevó la familia y los amigos. Se levantó tremenda búsqueda, con alertas en redes sociales y todo el rollo. La policía, el OIJ... todos metidos en el brete tratando de localizarlo. Pero la verdad, nadie esperaba este desenlace tan triste. Lo peor de todo es que encontraron su cuerpo en un lugar bastante solitario, cerca del puente de Circunvalación sobre el río María Aguilar, allá en Hatillo 8.
Y la cosa no pinta linda, diay. Según confirmaron las autoridades, el cuerpo de Kevin presentaba golpes y heridas que sugieren que hubo violencia. Un arma blanca, dicen algunos, aunque todavía están haciendo la autopsia para tener los resultados definitivos. El OIJ tampoco tardó en recuperar el carro de Kevin, un Ford Raptor gris con placa CL 403528, que habían encontrado abandonado en Turrúcares, Alajuela. Eso sí, parece que la vara anduvo salada con este caso...
Pero hay más, mae. Resulta que también dieron un mensaje la gente de Lincoln School, donde Kevin estudió antes, expresando su sentir por esta tragedia. Desde ambas instituciones enviaron sus condolencias a la familia y amigos, reconociendo a Kevin como un joven ejemplar y lleno de potencial. Ya se puede notar que esto ha pegado duro en toda la comunidad educativa, ¡y con razón!
El director del OIJ, Randall Zúñiga, declaró que la investigación está en curso y que están trabajando para esclarecer los hechos. Han recogido testimonios, analizan evidencia forense, y buscan cualquier pista que pueda llevarlos a identificar a los responsables de este crimen atroz. La policía anda buscando información, intentando armar el rompecabezas para saber quién le hizo esto a Kevin. Espero que pronto puedan capturar a esos desgraciados que cometieron esta barbaridad.
Ahora, volviendo al lado emocional del asunto, no podemos negar que este caso ha tocado fibras sensibles en muchísima gente. Kevin era conocido como alguien de buen corazón, que confiaba en la gente. Sus amigos aseguran que siempre estaba dispuesto a ayudar y que nunca se merecía un final así. Por eso, queda la gran pregunta flotando en el aire: ¿cómo pudo pasar esto? ¿Falta de seguridad en la zona? ¿Un encuentro desafortunado con personas peligrosas? ¿Algo más oscuro detrás de todo?
En fin, un capítulo doloroso para Costa Rica, y especialmente para la comunidad universitaria. Esta tragedia nos invita a reflexionar sobre la importancia de la seguridad ciudadana y la necesidad de fortalecer los valores de respeto y convivencia pacífica. Y hablando de eso, me pregunto… ¿cree usted que las medidas actuales son suficientes para prevenir estos incidentes violentos y proteger a nuestros jóvenes?
Kevin, que salió de la U en 2021 con un título en Ciencias Empresariales, tenía 27 años y desapareció el fin de semana anterior. La familia lo buscaba desesperadamente, pues ya no respondía al celular desde el domingo pasado, a eso de las cinco y media de la tarde. Según cuentan, su última señal fue en Sabanilla, así que ahí empezó la movida de buscarlo.
Imagínate el susto que se llevó la familia y los amigos. Se levantó tremenda búsqueda, con alertas en redes sociales y todo el rollo. La policía, el OIJ... todos metidos en el brete tratando de localizarlo. Pero la verdad, nadie esperaba este desenlace tan triste. Lo peor de todo es que encontraron su cuerpo en un lugar bastante solitario, cerca del puente de Circunvalación sobre el río María Aguilar, allá en Hatillo 8.
Y la cosa no pinta linda, diay. Según confirmaron las autoridades, el cuerpo de Kevin presentaba golpes y heridas que sugieren que hubo violencia. Un arma blanca, dicen algunos, aunque todavía están haciendo la autopsia para tener los resultados definitivos. El OIJ tampoco tardó en recuperar el carro de Kevin, un Ford Raptor gris con placa CL 403528, que habían encontrado abandonado en Turrúcares, Alajuela. Eso sí, parece que la vara anduvo salada con este caso...
Pero hay más, mae. Resulta que también dieron un mensaje la gente de Lincoln School, donde Kevin estudió antes, expresando su sentir por esta tragedia. Desde ambas instituciones enviaron sus condolencias a la familia y amigos, reconociendo a Kevin como un joven ejemplar y lleno de potencial. Ya se puede notar que esto ha pegado duro en toda la comunidad educativa, ¡y con razón!
El director del OIJ, Randall Zúñiga, declaró que la investigación está en curso y que están trabajando para esclarecer los hechos. Han recogido testimonios, analizan evidencia forense, y buscan cualquier pista que pueda llevarlos a identificar a los responsables de este crimen atroz. La policía anda buscando información, intentando armar el rompecabezas para saber quién le hizo esto a Kevin. Espero que pronto puedan capturar a esos desgraciados que cometieron esta barbaridad.
Ahora, volviendo al lado emocional del asunto, no podemos negar que este caso ha tocado fibras sensibles en muchísima gente. Kevin era conocido como alguien de buen corazón, que confiaba en la gente. Sus amigos aseguran que siempre estaba dispuesto a ayudar y que nunca se merecía un final así. Por eso, queda la gran pregunta flotando en el aire: ¿cómo pudo pasar esto? ¿Falta de seguridad en la zona? ¿Un encuentro desafortunado con personas peligrosas? ¿Algo más oscuro detrás de todo?
En fin, un capítulo doloroso para Costa Rica, y especialmente para la comunidad universitaria. Esta tragedia nos invita a reflexionar sobre la importancia de la seguridad ciudadana y la necesidad de fortalecer los valores de respeto y convivencia pacífica. Y hablando de eso, me pregunto… ¿cree usted que las medidas actuales son suficientes para prevenir estos incidentes violentos y proteger a nuestros jóvenes?