¡Ay, Dios mío! Se armó un maje en Quitirrisí, Mora. Un pobre tipo se fue al otro lado ayer en la madrugada, luego de que su cuadraciclo decidiera echarse unas volteretas solo. La noticia cayó como balde de agua fría porque, aunque estos aparatitos los andan usando hasta por donde no se puede, nunca esperamos que terminen así.
Según nos cuentan los compañeros de la CRC, el llamado llegó pasaditas de las dos de la mañana. Imagínate, ahí vamos todos corriendo pensando en qué habrá pasado, si alguien está herido grave… Pero cuando llegaron al lugar, el panorama no era precisamente el mejor. Paramédicos batallaron, sí señor, intentaron darle oxígeno, lo movieron como pudieron, pero la verdad, ya no había vuelta atrás. Se fue directamente al hospital celestial, dicen por ahí.
Ahora, la vaina es que todavía no sabemos bien qué pasó. ¿Se le durmió el mae? ¿Fue la velocidad? ¿Había alcohol de por medio? El OIJ ya está investigando para aclarar todas esas cabeceras, así que esperemos que pronto nos den la posta completa. Eso sí, la zona se puso como hormiguero, con policías y técnicos forenses buscando pistas para ver cómo se desarrolló este desafortunado brete.
Lo que sí me da pena es pensar en la familia de este muchacho. Seguro amanecieron con la peor noticia del mundo. Uno nunca sabe cuándo le toca, diay. Que les den fuerza para afrontar este golpe tan duro. Lo cierto es que estos cuadraciclos se han convertido en una especie de moda, sobre todo entre los jóvenes, y parece que nadie se pone a pensar en los riesgos que implica andar manejándolos a toda hora y en cualquier parte.
Y hablando de riesgos, ¿cuántas veces hemos visto a gente circulando con estos aparatos por zonas prohibidas, sin casco, y a velocidades peligrosas? Demasiadas, ¿verdad? Es como si pensaran que son invencibles. ¡Pero la vida es muy dura, mae! Te puede tocar en cualquier momento, sin pedir permiso. Y entonces, lamentamos mucho haber perdido a un compatriota, pero también nos queda el sabor amargo de saber que pudo haberse evitado.
Desde hace rato que los vecinos de la zona ven con preocupación cómo la gente anda jugando con estos vehículos fuera de carretera. Muchos se quejan de ruidos molestos, de que ponen en peligro a peatones y ciclistas, y de que simplemente no respetan las normas de tránsito. Parece que hay que esperar que pase una tragedia como esta para que la gente empiece a tomar conciencia. ¿No será que tenemos que ponerle más control a estos juegos peligrosos?
Algunos expertos incluso sugieren que sería bueno exigir permisos especiales para poder manejar un cuadraciclo, o limitar las zonas donde se pueden usar. Aunque claro, ahí entramos en temas de libertades individuales y demás. Pero, ¿qué vale más, la libertad de unos pocos para correr riesgos innecesarios, o la seguridad de todos los demás?
Esta situación nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la responsabilidad individual y el respeto por las normas de tránsito. Pero sobre todo, nos invita a preguntarnos: ¿Estamos haciendo lo suficiente para prevenir este tipo de tragedias? ¿Deberíamos endurecer las leyes, aumentar los controles, o simplemente educar más a la gente sobre los peligros de andar jugando con fuego? ¿Ustedes qué opinan, camaradas del Foro? Dejen sus comentarios abajo y cuéntenme qué piensan sobre esta maraña.
Según nos cuentan los compañeros de la CRC, el llamado llegó pasaditas de las dos de la mañana. Imagínate, ahí vamos todos corriendo pensando en qué habrá pasado, si alguien está herido grave… Pero cuando llegaron al lugar, el panorama no era precisamente el mejor. Paramédicos batallaron, sí señor, intentaron darle oxígeno, lo movieron como pudieron, pero la verdad, ya no había vuelta atrás. Se fue directamente al hospital celestial, dicen por ahí.
Ahora, la vaina es que todavía no sabemos bien qué pasó. ¿Se le durmió el mae? ¿Fue la velocidad? ¿Había alcohol de por medio? El OIJ ya está investigando para aclarar todas esas cabeceras, así que esperemos que pronto nos den la posta completa. Eso sí, la zona se puso como hormiguero, con policías y técnicos forenses buscando pistas para ver cómo se desarrolló este desafortunado brete.
Lo que sí me da pena es pensar en la familia de este muchacho. Seguro amanecieron con la peor noticia del mundo. Uno nunca sabe cuándo le toca, diay. Que les den fuerza para afrontar este golpe tan duro. Lo cierto es que estos cuadraciclos se han convertido en una especie de moda, sobre todo entre los jóvenes, y parece que nadie se pone a pensar en los riesgos que implica andar manejándolos a toda hora y en cualquier parte.
Y hablando de riesgos, ¿cuántas veces hemos visto a gente circulando con estos aparatos por zonas prohibidas, sin casco, y a velocidades peligrosas? Demasiadas, ¿verdad? Es como si pensaran que son invencibles. ¡Pero la vida es muy dura, mae! Te puede tocar en cualquier momento, sin pedir permiso. Y entonces, lamentamos mucho haber perdido a un compatriota, pero también nos queda el sabor amargo de saber que pudo haberse evitado.
Desde hace rato que los vecinos de la zona ven con preocupación cómo la gente anda jugando con estos vehículos fuera de carretera. Muchos se quejan de ruidos molestos, de que ponen en peligro a peatones y ciclistas, y de que simplemente no respetan las normas de tránsito. Parece que hay que esperar que pase una tragedia como esta para que la gente empiece a tomar conciencia. ¿No será que tenemos que ponerle más control a estos juegos peligrosos?
Algunos expertos incluso sugieren que sería bueno exigir permisos especiales para poder manejar un cuadraciclo, o limitar las zonas donde se pueden usar. Aunque claro, ahí entramos en temas de libertades individuales y demás. Pero, ¿qué vale más, la libertad de unos pocos para correr riesgos innecesarios, o la seguridad de todos los demás?
Esta situación nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la responsabilidad individual y el respeto por las normas de tránsito. Pero sobre todo, nos invita a preguntarnos: ¿Estamos haciendo lo suficiente para prevenir este tipo de tragedias? ¿Deberíamos endurecer las leyes, aumentar los controles, o simplemente educar más a la gente sobre los peligros de andar jugando con fuego? ¿Ustedes qué opinan, camaradas del Foro? Dejen sus comentarios abajo y cuéntenme qué piensan sobre esta maraña.
