¡Ay, mándale! Se armó un cimbronazo tremendo en San Rafael de Alajuela. La comunidad del jardín de niños Enrique Pinto Fernández está desconsolada tras la muerte de una pequeña de cuatro años y su madre, en un terrible accidente que dejó a todos boquiabiertos. Parece que hubo una fuga de gas, diay, qué pena, así me dicen los vecinos.
La tragedia se descubrió el domingo por la noche, alrededor de las siete, cuando los vecinos empezaron a sentir un olor fuerte a gas proveniente del apartamento donde vivían la madre, identificada como María Murillo, y su hijita. Alarmados, dieron aviso al 9-1-1 y llegó el cuerpo de bomberos, quienes encontraron una escena desgarradora: ambas, ya sin vida, tapadas con una cobija. Un verdadero fajón.
Según investigaciones preliminares del OIJ, la señora Murillo y su hija llevaban apenas unos seis meses viviendo en el lugar, alquilando un pequeño departamento en la zona conocida como Calle La Esperanza. Vivían junto a un hombre identificado como José Chavarría, su pareja sentimental, pero no el padre biológico de la menor. El pobre señor también apareció herido, con cortes profundos en las muñecas, y tuvo que llevarle a parar al hospital, en condición crítica. ¡Qué bronca!
Ahora, la policía judicial está manejando la teoría de que Chavarría pudo haber sido el responsable de lo sucedido, aunque todavía no hay nada concreto. Están revisando todas las cámaras de seguridad de la zona y tomando declaraciones a los vecinos para tratar de esclarecer qué pasó realmente en esas horas oscuras. Es un brete enorme para la familia y para toda la comunidad.
El Preescolar Enrique Pinto Fernández, ubicado a escasos metros de la vivienda donde ocurrió la tragedia, ha expresado su profundo pesar a través de sus redes sociales. Colocaron un lazo negro en la entrada del jardín, como símbolo de duelo y respeto hacia la memoria de la pequeña estudiante. “Con profundo pesar...nos unimos al dolor,” dice el comunicado oficial. ¡Me encogió el corazón leer eso!
Los vecinos, muchos de ellos amigos cercanos de la familia, describen a María y a su hija como personas muy alegres y trabajadoras. “Siempre las veía jugando en el parque, riendo y disfrutando juntas”, comentó Doña Rosa, una vecina de la zona, con lágrimas en los ojos. Parecía una familia normal, tranquila… Pero, ay, la vida da muchas sorpresas, ¿verdad?
El caso ha generado gran conmoción en Alajuela y en todo el país. La gente está tratando de entender cómo pudo pasar esto, especialmente porque involucra a una inocente niña que tenía toda una vida por delante. Ahora, queda en manos de las autoridades judiciales investigar a fondo lo sucedido y darle respuestas a la familia y a la comunidad, que piden justicia y claridad ante esta tragedia. Duro golpe para la provincia, mándale saludalos.
Esta historia nos deja pensando mucho sobre la importancia de cuidar a nuestros seres queridos y estar atentos a cualquier señal de peligro. ¿Ustedes creen que es importante que se hagan revisiones periódicas de las instalaciones de gas en las viviendas para prevenir este tipo de tragedias? Compartan sus opiniones y sugerencias en el foro, ¡vamos a charlar sobre esto!
	
		
			
		
		
	
				
			La tragedia se descubrió el domingo por la noche, alrededor de las siete, cuando los vecinos empezaron a sentir un olor fuerte a gas proveniente del apartamento donde vivían la madre, identificada como María Murillo, y su hijita. Alarmados, dieron aviso al 9-1-1 y llegó el cuerpo de bomberos, quienes encontraron una escena desgarradora: ambas, ya sin vida, tapadas con una cobija. Un verdadero fajón.
Según investigaciones preliminares del OIJ, la señora Murillo y su hija llevaban apenas unos seis meses viviendo en el lugar, alquilando un pequeño departamento en la zona conocida como Calle La Esperanza. Vivían junto a un hombre identificado como José Chavarría, su pareja sentimental, pero no el padre biológico de la menor. El pobre señor también apareció herido, con cortes profundos en las muñecas, y tuvo que llevarle a parar al hospital, en condición crítica. ¡Qué bronca!
Ahora, la policía judicial está manejando la teoría de que Chavarría pudo haber sido el responsable de lo sucedido, aunque todavía no hay nada concreto. Están revisando todas las cámaras de seguridad de la zona y tomando declaraciones a los vecinos para tratar de esclarecer qué pasó realmente en esas horas oscuras. Es un brete enorme para la familia y para toda la comunidad.
El Preescolar Enrique Pinto Fernández, ubicado a escasos metros de la vivienda donde ocurrió la tragedia, ha expresado su profundo pesar a través de sus redes sociales. Colocaron un lazo negro en la entrada del jardín, como símbolo de duelo y respeto hacia la memoria de la pequeña estudiante. “Con profundo pesar...nos unimos al dolor,” dice el comunicado oficial. ¡Me encogió el corazón leer eso!
Los vecinos, muchos de ellos amigos cercanos de la familia, describen a María y a su hija como personas muy alegres y trabajadoras. “Siempre las veía jugando en el parque, riendo y disfrutando juntas”, comentó Doña Rosa, una vecina de la zona, con lágrimas en los ojos. Parecía una familia normal, tranquila… Pero, ay, la vida da muchas sorpresas, ¿verdad?
El caso ha generado gran conmoción en Alajuela y en todo el país. La gente está tratando de entender cómo pudo pasar esto, especialmente porque involucra a una inocente niña que tenía toda una vida por delante. Ahora, queda en manos de las autoridades judiciales investigar a fondo lo sucedido y darle respuestas a la familia y a la comunidad, que piden justicia y claridad ante esta tragedia. Duro golpe para la provincia, mándale saludalos.
Esta historia nos deja pensando mucho sobre la importancia de cuidar a nuestros seres queridos y estar atentos a cualquier señal de peligro. ¿Ustedes creen que es importante que se hagan revisiones periódicas de las instalaciones de gas en las viviendas para prevenir este tipo de tragedias? Compartan sus opiniones y sugerencias en el foro, ¡vamos a charlar sobre esto!