¡Ay, Dios mío, qué chivísima la noticia que nos llegó del extranjero! Después de años de brete y esfuerzos, Costa Rica oficialmente salió del Mapa del Hambre de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). ¡Esto sí que es motivo pa' celebrar, pura vida!
Para ponerle un poquito de contexto a la cosa, este Mapa del Hambre es como un termómetro global de la seguridad alimentaria. Mide qué tan bien le va a un país en cuanto a consumo adecuado de alimentos, acceso a estos y estabilidad en el suministro. En el año 2000, casi el cinco por ciento de nosotros andábamos apretándole al bolsillo pa’ comer bien. Imagínate, diay, qué tiempos aquellos.
Ahora, gracias al esfuerzo de muchos, ese número se desplomó a menos del dos punto quinientos por ciento. ¡Una diferencia abismal! Máximo Torero, el jeffe de la FAO para América Latina, no se anduvo con rodeos y dijo que esto es un ejemplo pa’ toda la región. Se nota que hemos hecho bien el trabajo, mae.
Víctor Carvajal, quien maneja las riendas de algunas cosas importantes en el gobierno, también recalcó que esto no fue obra de magia. Requiere de un trabajo coordinado entre los campesinos, las empresas, el gobierno y hasta gente de afuera que nos da una manito. Un esfuerzo conjunto, vamos.
Lo importante es entender que tener comida en la mesa no es solo un capricho, sino un derecho fundamental. Y pa’ garantizarlo, hay que seguir trabajando duro en el campo, apoyando a los productores locales y buscando maneras innovadoras de producir más alimentos con menos impacto ambiental. Eso es clave, chunches.
No estamos solos en esto, claro. Brasil, Chile, Guyana y Uruguay también lograron sacarse de encima esa etiqueta de “países con problemas de hambre”. Pero nuestra hazaña tiene un sabor especial, porque acá somos pocos y hemos luchado contra viento y marea. Pura gallinita guerrera, dirían algunos.
Aunque celebramos esta gran victoria, hay que recordar que todavía hay mucho por hacer. A nivel latinoamericano, ¡qué torta!, unos ciento setenta millones de personas siguen pasando hambre. Así que debemos seguir siendo solidarios y buscar soluciones regionales para combatir este problema que sigue siendo una herida abierta.
En fin, ¡tremendo paso adelante para Costa Rica! Pero me pregunto, compañeros del Foro: ¿creen que este logro nos motiva a redoblar esfuerzos en la lucha contra la desigualdad social, o nos quedamos satisfechos con haber salido del Mapa del Hambre?
Para ponerle un poquito de contexto a la cosa, este Mapa del Hambre es como un termómetro global de la seguridad alimentaria. Mide qué tan bien le va a un país en cuanto a consumo adecuado de alimentos, acceso a estos y estabilidad en el suministro. En el año 2000, casi el cinco por ciento de nosotros andábamos apretándole al bolsillo pa’ comer bien. Imagínate, diay, qué tiempos aquellos.
Ahora, gracias al esfuerzo de muchos, ese número se desplomó a menos del dos punto quinientos por ciento. ¡Una diferencia abismal! Máximo Torero, el jeffe de la FAO para América Latina, no se anduvo con rodeos y dijo que esto es un ejemplo pa’ toda la región. Se nota que hemos hecho bien el trabajo, mae.
Víctor Carvajal, quien maneja las riendas de algunas cosas importantes en el gobierno, también recalcó que esto no fue obra de magia. Requiere de un trabajo coordinado entre los campesinos, las empresas, el gobierno y hasta gente de afuera que nos da una manito. Un esfuerzo conjunto, vamos.
Lo importante es entender que tener comida en la mesa no es solo un capricho, sino un derecho fundamental. Y pa’ garantizarlo, hay que seguir trabajando duro en el campo, apoyando a los productores locales y buscando maneras innovadoras de producir más alimentos con menos impacto ambiental. Eso es clave, chunches.
No estamos solos en esto, claro. Brasil, Chile, Guyana y Uruguay también lograron sacarse de encima esa etiqueta de “países con problemas de hambre”. Pero nuestra hazaña tiene un sabor especial, porque acá somos pocos y hemos luchado contra viento y marea. Pura gallinita guerrera, dirían algunos.
Aunque celebramos esta gran victoria, hay que recordar que todavía hay mucho por hacer. A nivel latinoamericano, ¡qué torta!, unos ciento setenta millones de personas siguen pasando hambre. Así que debemos seguir siendo solidarios y buscar soluciones regionales para combatir este problema que sigue siendo una herida abierta.
En fin, ¡tremendo paso adelante para Costa Rica! Pero me pregunto, compañeros del Foro: ¿creen que este logro nos motiva a redoblar esfuerzos en la lucha contra la desigualdad social, o nos quedamos satisfechos con haber salido del Mapa del Hambre?