¡Ay, Dios mío! Qué despache nos cayó este viernes. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le puso el hielo a la diputada Pilar Cisneros, negándole de plano su consulta sobre si podían meterle mano a la inmunidad del Presidente. Parece que la jueza Pilar se creyó que estaba inventando la pólvora, pero así no va la vaina, má’e.
La movida toda empezó porque la diputada oficialista, buscando límpia, quería saber hasta dónde llegaba la autoridad del TSE para pedirle al Congreso que le quite los privilegios al Presidente. Como dicen por ahí, ‘quien mucho abarca, poco aprieta’, y parece que la diputada quiso abarcar demasiado. Según el TSE, la consulta era un mero rollito, porque ella no tenía la potestad de preguntar esas cosas y porque además, estaba hablando de un caso específico, con nombres y números de expedientes. ¡Una torta!
El TSE se puso serio y salió con un comunicado explicando que la Asamblea Legislativa es la que puede hacer esas preguntas, y solamente a través del Directorio del Congreso. Además, enfatizaron que las consultas tienen que ser generales, sobre temas abstractos, no andar metiendo casos particulares. Al final, la diputada Cisneros parecía haber llegado al brete sin tener todas las cartas encima de la mesa. Una lástima, porque a veces se cree que las leyes se escriben al vuelo.
La diputada, que no se queda atrás en echarle la culpa a otros, aseguró que “no hay ninguna ley que lo autorice” al TSE para pedir el levantamiento de inmunidad. De hecho, se mandó a preguntar lo mismo a Servicios Técnicos de la Asamblea Legislativa, como si fuera a encontrar respuestas diferentes. Parecía que andaba buscando excusas para justificar su movimiento, pero los hechos hablan por sí solos. Esta diputada necesita llevarle más atención a los documentos antes de lanzarse a cualquier cosa.
Entre las preguntas que la diputada le soltó al TSE estaban unas verdaderas rayaduras de cabeza. Preguntaba por normas constitucionales, competencias, procedimientos… ¡Un chururrismo! Quería saber si el TSE podía “arrogarse competencias de relación entre poderes” y de sanción al Presidente. ¡Imagínate! Además, le preguntaba si existía algún antecedente de que el TSE pidiera la remoción del fuero a alguna autoridad política superior. ¡La pura verdad! Pero el TSE no se dejó amedrentar y le respondió con la calma que le caracteriza.
Para darle más contexto a la vaina, el TSE le recordó a la diputada que la Constitución garantiza la libertad del sufragio y que, precisamente por eso, el TSE tiene la facultad de investigar y juzgar la beligerancia política. Les tocó explicarle que, en caso de que se impute a alguien con inmunidad, el TSE simplemente tiene que informar al Congreso sobre los resultados de la investigación. ¡Y punto! Ahí termina su intervención. No van a andar haciendo de jueces y fiscales a la vez, má’e.
Si bien le dieron el sapo a la diputada con el rechazo de la consulta, el TSE aprovechó para reafirmar su postura. Le recordaron que el proceso para solicitar el levantamiento del fuero al Presidente es claro y está establecido en la Constitución: primero, el TSE investiga; segundo, informa al Congreso; tercero, el Congreso decide. Así de simple. Ahora, a ver si la diputada Cisneros aprende la lección y deja de buscarle tres pies al gato. Ya estamos grandecitos para estas tonterías, chunches.
Ahora, díganme, compañeros del Foro: ¿creen que la diputada Cisneros estaba buscando sacar raja política con esta consulta o realmente tenía una preocupación genuina por el debido proceso? ¿Debería el TSE ser más flexible en aceptar consultas de legisladores, incluso si son sobre casos concretos, o mantener la línea dura para evitar injerencias en el ámbito judicial?
La movida toda empezó porque la diputada oficialista, buscando límpia, quería saber hasta dónde llegaba la autoridad del TSE para pedirle al Congreso que le quite los privilegios al Presidente. Como dicen por ahí, ‘quien mucho abarca, poco aprieta’, y parece que la diputada quiso abarcar demasiado. Según el TSE, la consulta era un mero rollito, porque ella no tenía la potestad de preguntar esas cosas y porque además, estaba hablando de un caso específico, con nombres y números de expedientes. ¡Una torta!
El TSE se puso serio y salió con un comunicado explicando que la Asamblea Legislativa es la que puede hacer esas preguntas, y solamente a través del Directorio del Congreso. Además, enfatizaron que las consultas tienen que ser generales, sobre temas abstractos, no andar metiendo casos particulares. Al final, la diputada Cisneros parecía haber llegado al brete sin tener todas las cartas encima de la mesa. Una lástima, porque a veces se cree que las leyes se escriben al vuelo.
La diputada, que no se queda atrás en echarle la culpa a otros, aseguró que “no hay ninguna ley que lo autorice” al TSE para pedir el levantamiento de inmunidad. De hecho, se mandó a preguntar lo mismo a Servicios Técnicos de la Asamblea Legislativa, como si fuera a encontrar respuestas diferentes. Parecía que andaba buscando excusas para justificar su movimiento, pero los hechos hablan por sí solos. Esta diputada necesita llevarle más atención a los documentos antes de lanzarse a cualquier cosa.
Entre las preguntas que la diputada le soltó al TSE estaban unas verdaderas rayaduras de cabeza. Preguntaba por normas constitucionales, competencias, procedimientos… ¡Un chururrismo! Quería saber si el TSE podía “arrogarse competencias de relación entre poderes” y de sanción al Presidente. ¡Imagínate! Además, le preguntaba si existía algún antecedente de que el TSE pidiera la remoción del fuero a alguna autoridad política superior. ¡La pura verdad! Pero el TSE no se dejó amedrentar y le respondió con la calma que le caracteriza.
Para darle más contexto a la vaina, el TSE le recordó a la diputada que la Constitución garantiza la libertad del sufragio y que, precisamente por eso, el TSE tiene la facultad de investigar y juzgar la beligerancia política. Les tocó explicarle que, en caso de que se impute a alguien con inmunidad, el TSE simplemente tiene que informar al Congreso sobre los resultados de la investigación. ¡Y punto! Ahí termina su intervención. No van a andar haciendo de jueces y fiscales a la vez, má’e.
Si bien le dieron el sapo a la diputada con el rechazo de la consulta, el TSE aprovechó para reafirmar su postura. Le recordaron que el proceso para solicitar el levantamiento del fuero al Presidente es claro y está establecido en la Constitución: primero, el TSE investiga; segundo, informa al Congreso; tercero, el Congreso decide. Así de simple. Ahora, a ver si la diputada Cisneros aprende la lección y deja de buscarle tres pies al gato. Ya estamos grandecitos para estas tonterías, chunches.
Ahora, díganme, compañeros del Foro: ¿creen que la diputada Cisneros estaba buscando sacar raja política con esta consulta o realmente tenía una preocupación genuina por el debido proceso? ¿Debería el TSE ser más flexible en aceptar consultas de legisladores, incluso si son sobre casos concretos, o mantener la línea dura para evitar injerencias en el ámbito judicial?