¡Imagínate la bronca! El Hospital Nacional de Niños (HNN), nuestro querido pijamitas, tuvo un sustillo tremendo este jueves. Resulta que una batería de celular explotó en una sala cerca de donde hacen las cirugías. ¡Qué sal! Uno nunca espera estas cosas, mándale!
Según lo que contaron los encargados, la explosión generó un montón de humo y unos gases raros. Al principio, nadie sabía qué estaba pasando, pero gracias a Dios no fue peor. Pura precaución, digámoslo así.
El director del HNN, Carlos Jiménez, nos explicó que el ambiente se puso tenso rapidito. "La emergencia se presentó en un espacio cercano a las salas, una batería de un celular explotó y emitió una serie de humo y gases que hicieron incluso que algunas personas se sintieran mal", nos dijo. Se nota que el mae estaba tratando de mantener la calma, pero ahí estábamos todos pensando '¿qué pasó ahora?'
Lo primero que hicieron, claro, fue sacar la batería reventada y avisarle a los bomberos. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad? Como dicen por acá, 'más vale maíz que pico'. Los bomberos llegaron prontito con sus equipos especiales para chequear si esos gases eran peligrosos. ¡Menos mal! Descartaron que fueran tóxicos, así que nos relajamos un poquito.
Tres personitas tuvieron algunos problemas respiratorios ligeritos, pero ya están bien, tranquilas. “Gracias a Dios, están en adecuadas condiciones y, al corroborar que no había gases tóxicos, todavía nos deja más tranquilos sobre el estado de salud de las mismas”, comentó Jiménez, visiblemente aliviado. Imagínate el estrés que debió sentir el pobre hombre.
Después del susto, limpiaron y desinfectaron toda la zona a fondo. No querían correr riesgos, ni mucho menos. Y, como por arte de magia, a las 10:30 de la mañana ya estaban operando normal otra vez. ¡Qué chiva que todo salió bien al final!
Carlos Jiménez también aprovechó para destacar que los protocolos de emergencia funcionan de maravilla. Que todo se movió rápido y eficiente, protegiendo a los pacientes y al personal médico. Eso da tranquilidad saber que tienen todo bajo control, aunque los celulares a veces tengan sus propias ideas, ¿eh?
Ahora sí, cuéntame... ¿Alguna vez te has asustado por algo inesperado en un lugar público? ¿Crees que deberíamos tener más regulaciones sobre las baterías de estos aparatos, considerando los posibles riesgos que pueden representar en lugares como hospitales o escuelas? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
Según lo que contaron los encargados, la explosión generó un montón de humo y unos gases raros. Al principio, nadie sabía qué estaba pasando, pero gracias a Dios no fue peor. Pura precaución, digámoslo así.
El director del HNN, Carlos Jiménez, nos explicó que el ambiente se puso tenso rapidito. "La emergencia se presentó en un espacio cercano a las salas, una batería de un celular explotó y emitió una serie de humo y gases que hicieron incluso que algunas personas se sintieran mal", nos dijo. Se nota que el mae estaba tratando de mantener la calma, pero ahí estábamos todos pensando '¿qué pasó ahora?'
Lo primero que hicieron, claro, fue sacar la batería reventada y avisarle a los bomberos. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad? Como dicen por acá, 'más vale maíz que pico'. Los bomberos llegaron prontito con sus equipos especiales para chequear si esos gases eran peligrosos. ¡Menos mal! Descartaron que fueran tóxicos, así que nos relajamos un poquito.
Tres personitas tuvieron algunos problemas respiratorios ligeritos, pero ya están bien, tranquilas. “Gracias a Dios, están en adecuadas condiciones y, al corroborar que no había gases tóxicos, todavía nos deja más tranquilos sobre el estado de salud de las mismas”, comentó Jiménez, visiblemente aliviado. Imagínate el estrés que debió sentir el pobre hombre.
Después del susto, limpiaron y desinfectaron toda la zona a fondo. No querían correr riesgos, ni mucho menos. Y, como por arte de magia, a las 10:30 de la mañana ya estaban operando normal otra vez. ¡Qué chiva que todo salió bien al final!
Carlos Jiménez también aprovechó para destacar que los protocolos de emergencia funcionan de maravilla. Que todo se movió rápido y eficiente, protegiendo a los pacientes y al personal médico. Eso da tranquilidad saber que tienen todo bajo control, aunque los celulares a veces tengan sus propias ideas, ¿eh?
Ahora sí, cuéntame... ¿Alguna vez te has asustado por algo inesperado en un lugar público? ¿Crees que deberíamos tener más regulaciones sobre las baterías de estos aparatos, considerando los posibles riesgos que pueden representar en lugares como hospitales o escuelas? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!