¡Ay, pata! Resulta que mientras los costarricenses nos estamos agarrando los bolsillos con este costito, nuestros diputados decidieron darse una escapadita de vacaciones. Sí, doña, sí. Se fueron festejando el fin del año legislativo, dejando atrás una rocambolesca sesión llena de acusaciones y promesas incumplidas. El Pleno Legislativo cerró sus puertas el jueves 18 de diciembre, prometiendo regresar hasta el 12 de enero, dejando varios temas cruciales pendientes.
Pero la jugada no salió tan redonda como querían. Justo antes de largarse a disfrutar del sol y la playa, los legisladores recibieron una bofetada de parte del Poder Ejecutivo. El Gobierno desconvocó 52 proyectos de la agenda a último momento, generando un revuelo tremendo en el hemiciclo. Algunos diputados aseguran que esto fue una forma de llevarlos al baile, obligándolos a discutir temas sin preparación previa. Una verdadera torta, dicen.
Monserrat Ruiz, fiel a su estilo, le soltó a la ciudadanía: “Dejen de creer mentiras”. Como si nos estuviéramos tragando cualquier cosa que salga de ahí arriba. La tensión llegó a tal punto que incluso hubo acusaciones de amenazas entre diputadas. Vanessa Castro, la presidenta interina, denunció a Pilar Cisneros de amenazarla por haber ordenado el debate sobre un tema controversial. ¡Qué brete el que llevan esos señores!
Y ni hablar de las declaraciones de Óscar Izquierdo, quien no se anduvo con rodeos al insinuar que todo esto era una cortina de humo para distraer la atención de un escándalo mayor. Según él, la Comisión de Ingreso y Gasto Público destapó presiones de Federico Cruz, alias ‘Choreco’, amigo personal de Rodrigo Chaves, para favorecer a un puesto de bolsa del INS con unos $10 millones de origen turbio. ¡Imagínate qué sal!”, exclamó Izquierdo, visiblemente indignado.
Aunque la sesión estuvo marcada por el drama, los diputados también lograron aprobar algunos proyectos importantes. Entre ellos, el Cuarto Presupuesto Extraordinario 2025, que destina fondos para comedores escolares y pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Además, ratificaron la autorización para que Estados Unidos atraque 195 embarcaciones de guardacostas en nuestras aguas para combatir el narcotráfico. A pesar de estas pequeñas victorias, la sensación general es de desconexión y desconfianza.
Otro tema candente fue el intento fallido de levantar el fuero del presidente Rodrigo Chaves. Necesitaban 38 votos para poder investigarlo por acusaciones de beligerancia política, pero solo consiguieron 35. Un fiasco que dejó a muchos preguntándose si realmente hay voluntad de investigar al jefe ejecutivo. Parece que este caso se fue al traste, por lo menos por ahora.
Con todo este panorama, los legisladores se toman unas merecidas tres semanas de descanso, mientras el país sigue lidiando con los problemas cotidianos. Quedan pendientes proyectos clave como el plan de jornadas laborales de 12 horas, la ley contra el sicariato y la última colocación de Eurobonos. Temas que, seguramente, volverán a encender el debate cuando retomen las sesiones ordinarias el 12 de enero. ¡Eso sí que va a ser interesante!
Así que me pregunto, ¿creen ustedes que es justo que los diputados se vayan de vacaciones dejando tantos asuntos urgentes sin resolver? ¿O consideran que necesitan este tiempo para recargar energías y volver con más ganas de trabajar por el bien del país? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!
Pero la jugada no salió tan redonda como querían. Justo antes de largarse a disfrutar del sol y la playa, los legisladores recibieron una bofetada de parte del Poder Ejecutivo. El Gobierno desconvocó 52 proyectos de la agenda a último momento, generando un revuelo tremendo en el hemiciclo. Algunos diputados aseguran que esto fue una forma de llevarlos al baile, obligándolos a discutir temas sin preparación previa. Una verdadera torta, dicen.
Monserrat Ruiz, fiel a su estilo, le soltó a la ciudadanía: “Dejen de creer mentiras”. Como si nos estuviéramos tragando cualquier cosa que salga de ahí arriba. La tensión llegó a tal punto que incluso hubo acusaciones de amenazas entre diputadas. Vanessa Castro, la presidenta interina, denunció a Pilar Cisneros de amenazarla por haber ordenado el debate sobre un tema controversial. ¡Qué brete el que llevan esos señores!
Y ni hablar de las declaraciones de Óscar Izquierdo, quien no se anduvo con rodeos al insinuar que todo esto era una cortina de humo para distraer la atención de un escándalo mayor. Según él, la Comisión de Ingreso y Gasto Público destapó presiones de Federico Cruz, alias ‘Choreco’, amigo personal de Rodrigo Chaves, para favorecer a un puesto de bolsa del INS con unos $10 millones de origen turbio. ¡Imagínate qué sal!”, exclamó Izquierdo, visiblemente indignado.
Aunque la sesión estuvo marcada por el drama, los diputados también lograron aprobar algunos proyectos importantes. Entre ellos, el Cuarto Presupuesto Extraordinario 2025, que destina fondos para comedores escolares y pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Además, ratificaron la autorización para que Estados Unidos atraque 195 embarcaciones de guardacostas en nuestras aguas para combatir el narcotráfico. A pesar de estas pequeñas victorias, la sensación general es de desconexión y desconfianza.
Otro tema candente fue el intento fallido de levantar el fuero del presidente Rodrigo Chaves. Necesitaban 38 votos para poder investigarlo por acusaciones de beligerancia política, pero solo consiguieron 35. Un fiasco que dejó a muchos preguntándose si realmente hay voluntad de investigar al jefe ejecutivo. Parece que este caso se fue al traste, por lo menos por ahora.
Con todo este panorama, los legisladores se toman unas merecidas tres semanas de descanso, mientras el país sigue lidiando con los problemas cotidianos. Quedan pendientes proyectos clave como el plan de jornadas laborales de 12 horas, la ley contra el sicariato y la última colocación de Eurobonos. Temas que, seguramente, volverán a encender el debate cuando retomen las sesiones ordinarias el 12 de enero. ¡Eso sí que va a ser interesante!
Así que me pregunto, ¿creen ustedes que es justo que los diputados se vayan de vacaciones dejando tantos asuntos urgentes sin resolver? ¿O consideran que necesitan este tiempo para recargar energías y volver con más ganas de trabajar por el bien del país? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!
