Como escéptico, hay algo que aprendí recientemente: antes de intentar refutar un evento supuestamente sobrenatural, primero hay que tener seguridad que el evento en cuestión realmente sucedió. O sea, que hayan evidencias.
Hay demasiados testimonios de eventos sobrenaturales en donde resulta que no es posible valerse de nada más que la memoria de los involucrados. No es que desconfiemos, es que está científicamente comprobado que los recuerdos con el tiempo se fabrican y se distorsionan. Por ejemplo, un experimento sugiere que es posible implantar recuerdos falsos en la memoria de las personas mediante la sugestión.
Al periodista norteamericano que recientemente tuvo que retractarse de sus declaraciones con respecto a su experiencia de peligro en el frente de batalla, lo acusaron de mentiroso. Sin embargo, hay otra explicación, y es perfectamente posible que la versión del periodista sea lo que él realmente recuerda: un evento que no sucedió. La memoria es falible.
Hay demasiados testimonios de eventos sobrenaturales en donde resulta que no es posible valerse de nada más que la memoria de los involucrados. No es que desconfiemos, es que está científicamente comprobado que los recuerdos con el tiempo se fabrican y se distorsionan. Por ejemplo, un experimento sugiere que es posible implantar recuerdos falsos en la memoria de las personas mediante la sugestión.
Al periodista norteamericano que recientemente tuvo que retractarse de sus declaraciones con respecto a su experiencia de peligro en el frente de batalla, lo acusaron de mentiroso. Sin embargo, hay otra explicación, y es perfectamente posible que la versión del periodista sea lo que él realmente recuerda: un evento que no sucedió. La memoria es falible.