¡Tremenda jarocha la que nos mandaron desde Jalapa, Guatemala! Nuestros representantes, Tomás Casas y Mateo Bogantes, le dieron pa' to' a Costa Rica en la escalada deportiva de los Juegos Centroamericanos. Plata y bronce, directo al bolsillo, demostrando que el sudor y el sacrificio tienen su recompensa. ¡Qué chiva!
Para los que no andan al día, esto es histórico. Por primera vez la escalada deportiva entra al calendario oficial de estos juegos, y vaya que lo hacemos bien. Antes era medio brete conseguir apoyo y visibilidad pa' este deporte, que siempre ha tenido sus seguidores, pero poco reconocimiento masivo. Ahora, con estas medallas, la vara se eleva considerablemente.
Tomás Casas se colgó la plata, luchándola a brazo limpio contra competidores durísimos. Y Mateo Bogantes, que nunca se achicó, logró un merecido bronce. Aunque el oro se fue pa' Guatemala, cortesía de Emilio José Flores, la verdad es que estamos comiendo rico con este rendimiento. ¡Se nota que se dejaron el coco entrenando!
Casas, visiblemente emocionado tras la premiación, declaró sentirse “muy orgulloso de poder representar a Costa Rica en el deporte que amo”. No es pa’ menos, mae. Imagínate la presión de salir ahí afuera y defender los colores nacionales. Él le puso el corazón y eso se vio en la roca. Se le jaló hasta el alma, ¡pero lo hizo con gallardía!
Bogantes, por su parte, expresó que “el orgullo es grande” y que el trabajo en equipo fue clave. Y tiene razón, diay. Detrás de cada atleta hay un ejército de personas: entrenadores, familiares, amigos, fisioterapeutas... todos poniendo su grano de arena para que nuestros deportistas den lo mejor de sí mismos. Eso es lo que hace grande a Costa Rica, la unión.
Este logro no solo es bueno para los escaladores, sino para todo el deporte costarricense. Demuestra que si se invierte en programas deportivos sólidos, si se apoya a los jóvenes talentos, los resultados llegan. Ya no basta con vivir de historias pasadas; necesitamos sembrar nuevas semillas y cosechar éxitos presentes y futuros. El tema es apostarle a la juventud, chunches.
Y hablando de futuro, este podría ser el puntapié inicial para que la escalada deportiva gane aún más terreno en Costa Rica. Quizá ahora los patrocinadores se animen a invertir, quizá aparezcan nuevos centros de entrenamiento, quizá muchos jovencitos se inspiren a colgarse de una roca y soñar con el podio. Sería una verdadera joya para nuestro país, un lugar donde combinar la belleza natural con la destreza física.
Ahora, cuéntame, ¿crees que con este impulso la Federación Costarricense de Deporte podría darle mayor prioridad a disciplinas como la escalada, o seguirán enfocándose principalmente en el fútbol y voleibol? ¿Será que podríamos ver algún día a un escalador tico brillando en unos Olímpicos?
Para los que no andan al día, esto es histórico. Por primera vez la escalada deportiva entra al calendario oficial de estos juegos, y vaya que lo hacemos bien. Antes era medio brete conseguir apoyo y visibilidad pa' este deporte, que siempre ha tenido sus seguidores, pero poco reconocimiento masivo. Ahora, con estas medallas, la vara se eleva considerablemente.
Tomás Casas se colgó la plata, luchándola a brazo limpio contra competidores durísimos. Y Mateo Bogantes, que nunca se achicó, logró un merecido bronce. Aunque el oro se fue pa' Guatemala, cortesía de Emilio José Flores, la verdad es que estamos comiendo rico con este rendimiento. ¡Se nota que se dejaron el coco entrenando!
Casas, visiblemente emocionado tras la premiación, declaró sentirse “muy orgulloso de poder representar a Costa Rica en el deporte que amo”. No es pa’ menos, mae. Imagínate la presión de salir ahí afuera y defender los colores nacionales. Él le puso el corazón y eso se vio en la roca. Se le jaló hasta el alma, ¡pero lo hizo con gallardía!
Bogantes, por su parte, expresó que “el orgullo es grande” y que el trabajo en equipo fue clave. Y tiene razón, diay. Detrás de cada atleta hay un ejército de personas: entrenadores, familiares, amigos, fisioterapeutas... todos poniendo su grano de arena para que nuestros deportistas den lo mejor de sí mismos. Eso es lo que hace grande a Costa Rica, la unión.
Este logro no solo es bueno para los escaladores, sino para todo el deporte costarricense. Demuestra que si se invierte en programas deportivos sólidos, si se apoya a los jóvenes talentos, los resultados llegan. Ya no basta con vivir de historias pasadas; necesitamos sembrar nuevas semillas y cosechar éxitos presentes y futuros. El tema es apostarle a la juventud, chunches.
Y hablando de futuro, este podría ser el puntapié inicial para que la escalada deportiva gane aún más terreno en Costa Rica. Quizá ahora los patrocinadores se animen a invertir, quizá aparezcan nuevos centros de entrenamiento, quizá muchos jovencitos se inspiren a colgarse de una roca y soñar con el podio. Sería una verdadera joya para nuestro país, un lugar donde combinar la belleza natural con la destreza física.
Ahora, cuéntame, ¿crees que con este impulso la Federación Costarricense de Deporte podría darle mayor prioridad a disciplinas como la escalada, o seguirán enfocándose principalmente en el fútbol y voleibol? ¿Será que podríamos ver algún día a un escalador tico brillando en unos Olímpicos?
