¡Ay, pata negra! La noticia cayó como un baldazo de agua fría ayer: Doña Karen Olsen Beck, la esposa de don José María Figueres y madre del exmandatario, nos dejó a los 95 años. Una vida llena de compromiso social, política y familiar llega a su final, dejando un vacío inmenso en quienes la conocieron. Su muerte, anunciada precisamente en el cumpleaños de su esposo, tuvo un aire de destino, como si la señora decidiera partir para celebrar junto a él.
Para aquellos que no estaban enterados, Doña Karen, además de ser la compañera inseparable de don José María, fue diputada y una figura clave en muchos proyectos sociales durante los gobiernos de su esposo e hijo. Siempre estuvo ahí, apoyando, impulsando causas nobles y representando a Costa Rica con elegancia y determinación. No era solamente la “esposa del presidente”, era una mujer con voz propia, con ideas claras y un corazón grande, siempre dispuesta a tenderle la mano a quien lo necesitara. Esa sí era una tica con denuedo, diay.
Según comunicado oficial de la familia Figueres Olsen, estos días serán de luto íntimo y recogimiento. Entendemos perfectamente, perder a una madre, una esposa, una amiga... es un brete duro que nadie merece pasar. Figueres solicitó comprensión y respeto hacia su privacidad en este momento tan delicado, pidiendo que se eviten especulaciones y se permitan vivir este duelo con tranquilidad. La familia agradece infinitamente a todos quienes han expresado sus condolencias y apoyo, resaltando el cariño y la admiración que Doña Karen generaba en tantas personas.
Y hablando de honrar su memoria, la familia ya definió los detalles del acto fúnebre. Este sábado, desde las 10:00 am hasta las 4:00 pm, estará abierta la capilla velatoria en Jardines del Recuerdo, en Los Yoses. Ahí, familiares, amigos y el público en general podrán darle el último adiós a Doña Karen, expresar sus respetos y agradecer por su contribución al país. Se espera una gran concurrencia, porque la señora se ganó el cariño de muchísima gente.
Luego, el domingo a la 1:00 pm, se realizará el funeral en la Iglesia de Curridabat. Un solemne servicio religioso donde se exaltarán las virtudes y logros de Doña Karen, recordando los momentos felices compartidos y transmitiendo mensajes de esperanza y consuelo. Habrá representación de diferentes sectores políticos, sociales y religiosos, mostrando así el impacto positivo que dejó su paso por nuestra sociedad. Ya se preparan las ofrendas florales y las lecturas bíblicas, buscando honrar dignamente su memoria.
Más allá de los homenajes y los discursos oficiales, lo que realmente marcará la diferencia será recordar a Doña Karen tal cual era: una mujer sencilla, cercana al pueblo, apasionada por su tierra y dedicada a su familia. Era una defensora incansable de los derechos humanos, promotora de la educación y una ferviente creyente en el potencial de Costa Rica. Ella creía firmemente en el progreso del país y trabajaba día a día para hacerlo realidad. ¡Qué carga, qué ejemplo!
Las reacciones ante su fallecimiento han sido diversas y emocionantes. Desde mensajes de presidentes y líderes políticos, hasta expresiones de cariño de vecinos y conocidos, todos coinciden en destacar su humildad, su bondad y su entrega al servicio de los demás. Las redes sociales se inundaron de recuerdos, fotografías y anécdotas que reflejan la riqueza humana de Doña Karen y el legado imborrable que deja en la historia de nuestro país. Incluso algunos exportadores le rindieron homenaje destacando su labor detrás de escena en temas económicos del país. ¡Qué barra!
Ahora, queridos lectores, me pregunto: ¿Cuál creen ustedes que fue la mayor contribución de Doña Karen Olsen Beck a la sociedad costarricense? ¿Consideran que su influencia se medirá principalmente por su rol en la familia Figueres, o creen que su legado va más allá de eso? Déjenme sus opiniones en los comentarios, me interesa saber qué piensan y cómo recuerdan a esta gran dama que hoy nos dice adiós.
Para aquellos que no estaban enterados, Doña Karen, además de ser la compañera inseparable de don José María, fue diputada y una figura clave en muchos proyectos sociales durante los gobiernos de su esposo e hijo. Siempre estuvo ahí, apoyando, impulsando causas nobles y representando a Costa Rica con elegancia y determinación. No era solamente la “esposa del presidente”, era una mujer con voz propia, con ideas claras y un corazón grande, siempre dispuesta a tenderle la mano a quien lo necesitara. Esa sí era una tica con denuedo, diay.
Según comunicado oficial de la familia Figueres Olsen, estos días serán de luto íntimo y recogimiento. Entendemos perfectamente, perder a una madre, una esposa, una amiga... es un brete duro que nadie merece pasar. Figueres solicitó comprensión y respeto hacia su privacidad en este momento tan delicado, pidiendo que se eviten especulaciones y se permitan vivir este duelo con tranquilidad. La familia agradece infinitamente a todos quienes han expresado sus condolencias y apoyo, resaltando el cariño y la admiración que Doña Karen generaba en tantas personas.
Y hablando de honrar su memoria, la familia ya definió los detalles del acto fúnebre. Este sábado, desde las 10:00 am hasta las 4:00 pm, estará abierta la capilla velatoria en Jardines del Recuerdo, en Los Yoses. Ahí, familiares, amigos y el público en general podrán darle el último adiós a Doña Karen, expresar sus respetos y agradecer por su contribución al país. Se espera una gran concurrencia, porque la señora se ganó el cariño de muchísima gente.
Luego, el domingo a la 1:00 pm, se realizará el funeral en la Iglesia de Curridabat. Un solemne servicio religioso donde se exaltarán las virtudes y logros de Doña Karen, recordando los momentos felices compartidos y transmitiendo mensajes de esperanza y consuelo. Habrá representación de diferentes sectores políticos, sociales y religiosos, mostrando así el impacto positivo que dejó su paso por nuestra sociedad. Ya se preparan las ofrendas florales y las lecturas bíblicas, buscando honrar dignamente su memoria.
Más allá de los homenajes y los discursos oficiales, lo que realmente marcará la diferencia será recordar a Doña Karen tal cual era: una mujer sencilla, cercana al pueblo, apasionada por su tierra y dedicada a su familia. Era una defensora incansable de los derechos humanos, promotora de la educación y una ferviente creyente en el potencial de Costa Rica. Ella creía firmemente en el progreso del país y trabajaba día a día para hacerlo realidad. ¡Qué carga, qué ejemplo!
Las reacciones ante su fallecimiento han sido diversas y emocionantes. Desde mensajes de presidentes y líderes políticos, hasta expresiones de cariño de vecinos y conocidos, todos coinciden en destacar su humildad, su bondad y su entrega al servicio de los demás. Las redes sociales se inundaron de recuerdos, fotografías y anécdotas que reflejan la riqueza humana de Doña Karen y el legado imborrable que deja en la historia de nuestro país. Incluso algunos exportadores le rindieron homenaje destacando su labor detrás de escena en temas económicos del país. ¡Qué barra!
Ahora, queridos lectores, me pregunto: ¿Cuál creen ustedes que fue la mayor contribución de Doña Karen Olsen Beck a la sociedad costarricense? ¿Consideran que su influencia se medirá principalmente por su rol en la familia Figueres, o creen que su legado va más allá de eso? Déjenme sus opiniones en los comentarios, me interesa saber qué piensan y cómo recuerdan a esta gran dama que hoy nos dice adiós.