¡Ay, Dios mío! Otro día, otra decepción para los que esperamos que le den una manito al sistema de pensiones en este país. Resulta que la Comisión de Asuntos Sociales le dio el corte de mangas al proyecto del gobierno que quería ponerle un techo a esas pensiones altísimas que algunos funcionarios se estaban llevando, dejando a muchos trabajadores luchando por sobrevivir con sus humildad. ¡Qué despache!
El proyecto, que tenía como nombre pomposo “Luchando por la justicia del sistema de pensiones del sector público” – vaya nombre, eh – llegó al Congreso desde enero pasado, pero acabó sepultado con seis votos en contra y solo el apoyo de Ada Acuña, diputada oficialista. Parece que ni siquiera dentro de su propio partido había mucho entusiasmo por frenar a aquellos que se estaban embolsando fortunas en pensiones.
La idea central era simple: establecer un tope de ¢1.7 millones para todas las pensiones de sectores públicos como el Poder Judicial, el Magisterio y otras instituciones. Este tope sería el mismo que reciben los jubilados de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en el régimen del IVM. Suena justo, ¿verdad? Pues parece que a varios diputados les pareció un problema meterse con “derechos jurídicos”.
La diputada Gloria Navas, independiente, soltó una perla diciendo que el proyecto “no venía a aportar mayor cosa” y que iba a causar más confusión. Mientras tanto, Cynthia Córdoba, también diputada, expresó su preocupación de que si llegaban a aprobarlo, alguien lo llevaría a la Sala Constitucional y perderían tiempo valioso. ¡Imagínate! Más preocupados por los juicios que por solucionar el problema de fondo.
Y hablando del problema de fondo, los números no mienten. Según los datos que presentó el gobierno, había 12.968 pensiones en el régimen contributivo que superaban el tope propuesto, ¡con la más alta rondando los ¢14 millones! En el caso de los maestros, pertenecientes al Régimen Transitorio de Reparto (RTR), eran 3.911 las pensiones por encima del límite, llegando hasta los ¢15 millones. ¡Una barbaridad! Y ni hablar del Poder Judicial, donde más de 1.151 pensiones excedían el tope.
Recordemos las declaraciones del presidente Rodrigo Chaves hace poco, cuando calificó la situación como “una inmoralidad del sistema” y defendió que las pensiones sean irrenunciables. ¡Parece que el tema es más complicado de lo que aparenta! Pero la verdad es que ver cómo unos pocos se llevan sumas astronómicas mientras la mayoría lucha por llegar a fin de mes da ganas de agarrarse la cabeza.
Ahora, queda claro que el intento del gobierno por controlar las llamadas ‘pensiones de lujo’ ha naufragado en el Congreso. Se van al lote, como dicen por acá. Con esto, seguimos arrastrando un sistema injusto donde algunos se benefician a costa del esfuerzo de muchos, y las reformas parecen estar condenadas a estancarse por siempre. Este brete del sistema de pensiones es una lata que nos va a seguir dando dolor de cabeza por mucho tiempo.
¿Será que realmente existe la voluntad política necesaria para abordar este problema de raíz y garantizar un sistema de pensiones más justo y equitativo para todos los costarricenses? O estamos condenados a seguir viendo cómo unos pocos se enriquecen a expensas del bienestar general? ¡Déjame saber tu opinión en los comentarios!
El proyecto, que tenía como nombre pomposo “Luchando por la justicia del sistema de pensiones del sector público” – vaya nombre, eh – llegó al Congreso desde enero pasado, pero acabó sepultado con seis votos en contra y solo el apoyo de Ada Acuña, diputada oficialista. Parece que ni siquiera dentro de su propio partido había mucho entusiasmo por frenar a aquellos que se estaban embolsando fortunas en pensiones.
La idea central era simple: establecer un tope de ¢1.7 millones para todas las pensiones de sectores públicos como el Poder Judicial, el Magisterio y otras instituciones. Este tope sería el mismo que reciben los jubilados de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en el régimen del IVM. Suena justo, ¿verdad? Pues parece que a varios diputados les pareció un problema meterse con “derechos jurídicos”.
La diputada Gloria Navas, independiente, soltó una perla diciendo que el proyecto “no venía a aportar mayor cosa” y que iba a causar más confusión. Mientras tanto, Cynthia Córdoba, también diputada, expresó su preocupación de que si llegaban a aprobarlo, alguien lo llevaría a la Sala Constitucional y perderían tiempo valioso. ¡Imagínate! Más preocupados por los juicios que por solucionar el problema de fondo.
Y hablando del problema de fondo, los números no mienten. Según los datos que presentó el gobierno, había 12.968 pensiones en el régimen contributivo que superaban el tope propuesto, ¡con la más alta rondando los ¢14 millones! En el caso de los maestros, pertenecientes al Régimen Transitorio de Reparto (RTR), eran 3.911 las pensiones por encima del límite, llegando hasta los ¢15 millones. ¡Una barbaridad! Y ni hablar del Poder Judicial, donde más de 1.151 pensiones excedían el tope.
Recordemos las declaraciones del presidente Rodrigo Chaves hace poco, cuando calificó la situación como “una inmoralidad del sistema” y defendió que las pensiones sean irrenunciables. ¡Parece que el tema es más complicado de lo que aparenta! Pero la verdad es que ver cómo unos pocos se llevan sumas astronómicas mientras la mayoría lucha por llegar a fin de mes da ganas de agarrarse la cabeza.
Ahora, queda claro que el intento del gobierno por controlar las llamadas ‘pensiones de lujo’ ha naufragado en el Congreso. Se van al lote, como dicen por acá. Con esto, seguimos arrastrando un sistema injusto donde algunos se benefician a costa del esfuerzo de muchos, y las reformas parecen estar condenadas a estancarse por siempre. Este brete del sistema de pensiones es una lata que nos va a seguir dando dolor de cabeza por mucho tiempo.
¿Será que realmente existe la voluntad política necesaria para abordar este problema de raíz y garantizar un sistema de pensiones más justo y equitativo para todos los costarricenses? O estamos condenados a seguir viendo cómo unos pocos se enriquecen a expensas del bienestar general? ¡Déjame saber tu opinión en los comentarios!