¡Ay, Dios mío! Quién iba a decir que un simple contenedor, tirado y olvidado en medio del polideportivo de Rincón Grande, se convertiría en el salvavidas de tantos jóvenes. Aquí en Costa Rica, a veces, uno piensa que ya no hay esperanza, que todo está perdido, pero mira tú esta nota y te das cuenta de que todavía hay gente haciendo cosas chingonas por el país. Hablamos de un proyecto que le está dando otro aire a la comunidad, una verdadera luz de esperanza.
La zona de Rincón Grande de Pavas siempre ha tenido sus desafíos, ¿eh? Falta de oportunidades, acceso limitado a la educación y, claro, la tecnología... pues ni hablar. Antes, cuando cerraron la cancha y pista de atletismo del polideportivo por problemas de propiedad, quedó un vacío enorme en la comunidad, un espacio que se fue perdiendo. Pero resulta que a veces, de la adversidad surge algo bueno, ¿verdad?
Cristóbal Monge, un trabajador social con más de 17 años de trayectoria en la comunidad, es el verdadero cerebro detrás de esto. Él tuvo la visión de transformar ese contenedor abandonado en un laboratorio tecnológico. “Nos dimos cuenta de que necesitábamos ofrecerle a los muchachos herramientas que realmente abrieran puertas, que los hicieran ver un futuro distinto,” nos contó Cristóbal. ¡Un mae con criterio, diay!
Y así nació ‘Conectados’, un programa totalmente gratis que ofrece capacitación en habilidades digitales para jóvenes entre 15 y 18 años. No es cualquier cursito, no señor. Estamos hablando de programación en Python, electrónica básica, impresión 3D, control de calidad e incluso inglés intensivo. Todo esto con la guía de docentes universitarios especializados. ¡Eso sí es darle pa’ adelante a los muchachos!
Este proyecto no busca competir con la educación formal, sino complementarla. Como dice Don Cristóbal, la educación secundaria en Pavas necesita un empujoncito en temas de tecnología, y ‘Conectados’ entra justo ahí para llenar ese hueco. Requieren que los jóvenes sigan estudiando en el colegio para fortalecer ese aprendizaje. ¡No pretenden reemplazarla, sino potenciarla, diay! Una buena estrategia, eh.
Las cifras hablan por sí solas: una retención del 95% y una participación femenina del 45%. ¡Más que cumpliendo las metas iniciales! Pero el verdadero impacto va más allá de los números, ¿me entiendes? Se trata de ver a las mamás y papás orgullosos de sus hijos recibiendo certificados, de verlos cambiar el chip y creer en un futuro mejor. ¡Eso no tiene precio, maes!
Marshall Azofeifa Lira y Laura Córdoba Fernández son dos ejemplos de esos jóvenes que han transformado sus vidas gracias a ‘Conectados’. Marshall, orgulloso de ser pavaquino, nos contó cómo este proyecto le dio las herramientas necesarias para enfrentar los retos laborales. Laura, estudiante del Colegio Técnico Profesional, resaltó cómo el programa complementó su formación y abrió nuevas oportunidades profesionales. ¡Estos muchachos son el futuro del país!
La Universidad Fidélitas y el Banco BCT han sido aliados fundamentales en este proyecto, aportando infraestructura, equipamiento y recursos tecnológicos. Este caso demuestra que trabajando juntos, podemos cerrar la brecha digital y de género, y brindarles a nuestros jóvenes las herramientas que necesitan para construir un futuro digno. Ahora bien, considerando este ejemplo de innovación comunitaria, ¿cree usted que iniciativas similares podrían implementarse en otros barrios marginados de nuestro país para impulsar el desarrollo juvenil y reducir la desigualdad social?
La zona de Rincón Grande de Pavas siempre ha tenido sus desafíos, ¿eh? Falta de oportunidades, acceso limitado a la educación y, claro, la tecnología... pues ni hablar. Antes, cuando cerraron la cancha y pista de atletismo del polideportivo por problemas de propiedad, quedó un vacío enorme en la comunidad, un espacio que se fue perdiendo. Pero resulta que a veces, de la adversidad surge algo bueno, ¿verdad?
Cristóbal Monge, un trabajador social con más de 17 años de trayectoria en la comunidad, es el verdadero cerebro detrás de esto. Él tuvo la visión de transformar ese contenedor abandonado en un laboratorio tecnológico. “Nos dimos cuenta de que necesitábamos ofrecerle a los muchachos herramientas que realmente abrieran puertas, que los hicieran ver un futuro distinto,” nos contó Cristóbal. ¡Un mae con criterio, diay!
Y así nació ‘Conectados’, un programa totalmente gratis que ofrece capacitación en habilidades digitales para jóvenes entre 15 y 18 años. No es cualquier cursito, no señor. Estamos hablando de programación en Python, electrónica básica, impresión 3D, control de calidad e incluso inglés intensivo. Todo esto con la guía de docentes universitarios especializados. ¡Eso sí es darle pa’ adelante a los muchachos!
Este proyecto no busca competir con la educación formal, sino complementarla. Como dice Don Cristóbal, la educación secundaria en Pavas necesita un empujoncito en temas de tecnología, y ‘Conectados’ entra justo ahí para llenar ese hueco. Requieren que los jóvenes sigan estudiando en el colegio para fortalecer ese aprendizaje. ¡No pretenden reemplazarla, sino potenciarla, diay! Una buena estrategia, eh.
Las cifras hablan por sí solas: una retención del 95% y una participación femenina del 45%. ¡Más que cumpliendo las metas iniciales! Pero el verdadero impacto va más allá de los números, ¿me entiendes? Se trata de ver a las mamás y papás orgullosos de sus hijos recibiendo certificados, de verlos cambiar el chip y creer en un futuro mejor. ¡Eso no tiene precio, maes!
Marshall Azofeifa Lira y Laura Córdoba Fernández son dos ejemplos de esos jóvenes que han transformado sus vidas gracias a ‘Conectados’. Marshall, orgulloso de ser pavaquino, nos contó cómo este proyecto le dio las herramientas necesarias para enfrentar los retos laborales. Laura, estudiante del Colegio Técnico Profesional, resaltó cómo el programa complementó su formación y abrió nuevas oportunidades profesionales. ¡Estos muchachos son el futuro del país!
La Universidad Fidélitas y el Banco BCT han sido aliados fundamentales en este proyecto, aportando infraestructura, equipamiento y recursos tecnológicos. Este caso demuestra que trabajando juntos, podemos cerrar la brecha digital y de género, y brindarles a nuestros jóvenes las herramientas que necesitan para construir un futuro digno. Ahora bien, considerando este ejemplo de innovación comunitaria, ¿cree usted que iniciativas similares podrían implementarse en otros barrios marginados de nuestro país para impulsar el desarrollo juvenil y reducir la desigualdad social?
