¡Ay, Dios mío! Esto sí que es movida. Parece que el Congreso quiere darle un empujón al Código Penal y cambiarle la cara a cómo le metemos mano al crimen organizado. Hablan de quitarle patitas a la figura de la ‘asociación ilícita’ y meterle un nuevo tipo penal que, dicen, será más efectivo para atrapar a los peces gordos… y a sus secuaces, claro.
Miren, la cosa está así: ahora mismo, para que te acusen de asociación ilícita basta con que te encuentren colgado en una grupeta de borrachos planeando hacer travesuras. Si es que se trata de cosas más graves, como terrorismo o extorsión con secuestro, la onda es que te caigan de seis a diez años de cárcel. Pero la propuesta que está dando vueltas busca que la cosa cambie, obligando a demostrar una intencionalidad mucho mayor detrás de esos grupos.
Según los expertos, y eso ya es decir, porque a veces uno se encuentra con opiniones que dan risa, este artículo que se está revisando – el 24.741– viene desde hace rato y ya se le echó ojo a otras leyes en países como España. Una magistrada de la Corte, Patricia Vargas, dijo textualmente que la idea está ‘bien construida’ y que es una solución ‘saludable’ para enfrentar lo que nos está pasando. ¡Y vaya que nos está pasando!
Un catedrático de Derecho Penal, Ricardo Salas, también le dio su visto bueno, explicando que la ley actual tiene unos cuantos añitos – ¡desde 1970! – y necesita una modernización urgente. Dice que el tipo penal antiguo tiene lagunas que los delincuentes aprovechan hasta para volverse invisibles, y que este cambio podría cerrarles algunos carriles, brete.
La propuesta nueva habla de penas de dos a ocho años de cárcel para los que andan armando las bandas, organizándolas, o diciéndoles qué hacer. Y pone especial atención en la definición de qué es una 'organización criminal', diciendo que es una grupeta de más de dos personas trabajando juntas para cometer delitos graves. Y, ¡ojo!, si la banda tiene más de diez miembros, la cosa se complica aún más para ellos, porque les caen penas más altas.
Pero ahí no termina la vaina, diay. Los especialistas también le están poniendo lupa a la participación de los menores de edad en estas organizaciones. Vargas, la magistrada, propone que si un menor se mete en líos con una banda criminal, la condena de los adultos se endurezca. ¿Será que finalmente vamos a tomar en serio la protección de nuestros niños?
Hubo algunas ideas más, como la de la diputada Cisneros, quien quería meter en la ley el término ‘sicario’ o ‘sicariato’. Pero Salas, el catedrático, frenó esa idea diciendo que ya existe otra ley que define ese delito y que el derecho no debe andar buscando inventar palabras nuevas cada vez que alguien opina algo. Claro, uno entiende, porque si empezamos a meter todos los conceptos que se nos ocurren, ¡el código penal sería más largo que mi lista de compromisos del fin de semana!
En resumen, la propuesta busca castigar con penas de uno a seis años de prisión a quienes participan en organizaciones criminales. También plantea sanciones más fuertes para aquellos que ofrecen dinero a asesinos a sueldo, llegando incluso a cuatro años de cárcel. Así que, mi pana, ¿qué piensa usted? Con todas estas reformas, ¿cree que realmente lograremos echarle freno al aumento del crimen en Costa Rica o estamos simplemente maquillando la realidad para quedar bien en las fotos?
Miren, la cosa está así: ahora mismo, para que te acusen de asociación ilícita basta con que te encuentren colgado en una grupeta de borrachos planeando hacer travesuras. Si es que se trata de cosas más graves, como terrorismo o extorsión con secuestro, la onda es que te caigan de seis a diez años de cárcel. Pero la propuesta que está dando vueltas busca que la cosa cambie, obligando a demostrar una intencionalidad mucho mayor detrás de esos grupos.
Según los expertos, y eso ya es decir, porque a veces uno se encuentra con opiniones que dan risa, este artículo que se está revisando – el 24.741– viene desde hace rato y ya se le echó ojo a otras leyes en países como España. Una magistrada de la Corte, Patricia Vargas, dijo textualmente que la idea está ‘bien construida’ y que es una solución ‘saludable’ para enfrentar lo que nos está pasando. ¡Y vaya que nos está pasando!
Un catedrático de Derecho Penal, Ricardo Salas, también le dio su visto bueno, explicando que la ley actual tiene unos cuantos añitos – ¡desde 1970! – y necesita una modernización urgente. Dice que el tipo penal antiguo tiene lagunas que los delincuentes aprovechan hasta para volverse invisibles, y que este cambio podría cerrarles algunos carriles, brete.
La propuesta nueva habla de penas de dos a ocho años de cárcel para los que andan armando las bandas, organizándolas, o diciéndoles qué hacer. Y pone especial atención en la definición de qué es una 'organización criminal', diciendo que es una grupeta de más de dos personas trabajando juntas para cometer delitos graves. Y, ¡ojo!, si la banda tiene más de diez miembros, la cosa se complica aún más para ellos, porque les caen penas más altas.
Pero ahí no termina la vaina, diay. Los especialistas también le están poniendo lupa a la participación de los menores de edad en estas organizaciones. Vargas, la magistrada, propone que si un menor se mete en líos con una banda criminal, la condena de los adultos se endurezca. ¿Será que finalmente vamos a tomar en serio la protección de nuestros niños?
Hubo algunas ideas más, como la de la diputada Cisneros, quien quería meter en la ley el término ‘sicario’ o ‘sicariato’. Pero Salas, el catedrático, frenó esa idea diciendo que ya existe otra ley que define ese delito y que el derecho no debe andar buscando inventar palabras nuevas cada vez que alguien opina algo. Claro, uno entiende, porque si empezamos a meter todos los conceptos que se nos ocurren, ¡el código penal sería más largo que mi lista de compromisos del fin de semana!
En resumen, la propuesta busca castigar con penas de uno a seis años de prisión a quienes participan en organizaciones criminales. También plantea sanciones más fuertes para aquellos que ofrecen dinero a asesinos a sueldo, llegando incluso a cuatro años de cárcel. Así que, mi pana, ¿qué piensa usted? Con todas estas reformas, ¿cree que realmente lograremos echarle freno al aumento del crimen en Costa Rica o estamos simplemente maquillando la realidad para quedar bien en las fotos?