¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que el Sindicato de Empleados del Patronato Nacional de la Infancia (SEPI) anda que trina por las irregularidades que sacó a relucir la Auditoría Interna en los nombramientos de la institución. Parece que hubo más gallos que gallinas en el proceso y ahora todos andamos con el alma en un hilo.
Y ojo, esto no es cuento chino. El informe de la AII-06-2025 destapó la olla: cientos de nombramientos sin cumplir con los requisitos básicos de la Ley Marco de Empleo Público, plazas otorgadas fuera de plazo, y hasta rumores de que algunos papeles se manejaron con más picardía que un gato en aserradero. ¡Una torta, diay!
El SEPI, defendiendo a sus muchachos y muchachas, salió al paso diciendo que hay que apoyar a quienes actuaron de buena fe, pero que a la vez, no se pueden andar tapando el sol con los dedos. Exigen una investigación a fondo, transparente y que no deje piedra sobre piedra. No quieren varas quemándose y si alguien se tuvo que agarrar de la falda, pues que le caiga la pena.
“Es imperativo esclarecer los hechos y señalar a los responsables”, dicen en el comunicado del sindicato. Y no es para menos, porque el asunto huele a rancio. Imaginen la bronca de llegar a casa después de años trabajando honestamente y enterarte de que tu puesto llegó de manera turbia. ¡Qué sal!”, exclamaron.
Pero eso no es todo, amigos. La auditoría también echó luz sobre que seis funcionarios de la propia Asesoría Jurídica del PANI se beneficiaron directamente de estos nombramientos en propiedad. ¡Imagínate la mosca!, parece que se cuidaron como pocos. Esto levantó aún más sospechas y reforzó la necesidad de una revisión exhaustiva de todo el proceso.
Ahora, el Patronato dice estar atendiendo el tema, contratando abogados externos para analizar la situación y ajustar el reglamento de reclutamiento. José Alonso Chaves, del despacho de la Presidencia Ejecutiva, aseguró que se van a tomar cartas en el asunto y a poner orden en la casa. Esperemos que así sea, porque la confianza de la gente está en juego.
La situación pinta fea, aunque hay que darle crédito al PANI por reconocer el problema y empezar a actuar. Sin embargo, este caso nos deja varias preguntas flotando en el aire: ¿Cómo es posible que hayan podido pasar tantas irregularidades sin que nadie se diera cuenta? ¿Quiénes estaban detrás de estas maniobras? Y lo más importante: ¿Cómo podemos evitar que esto vuelva a suceder?
En fin, la bronca está servida y el ambiente en el PANI está tenso. Ahora les toca a las autoridades demostrar que tienen la voluntad política y técnica para limpiar la barnizada y restaurar la confianza en la institución. Dime, ¿crees que esta investigación llegará hasta el final o será otro caso de 'limpieza rápida' que termina en nada?
Y ojo, esto no es cuento chino. El informe de la AII-06-2025 destapó la olla: cientos de nombramientos sin cumplir con los requisitos básicos de la Ley Marco de Empleo Público, plazas otorgadas fuera de plazo, y hasta rumores de que algunos papeles se manejaron con más picardía que un gato en aserradero. ¡Una torta, diay!
El SEPI, defendiendo a sus muchachos y muchachas, salió al paso diciendo que hay que apoyar a quienes actuaron de buena fe, pero que a la vez, no se pueden andar tapando el sol con los dedos. Exigen una investigación a fondo, transparente y que no deje piedra sobre piedra. No quieren varas quemándose y si alguien se tuvo que agarrar de la falda, pues que le caiga la pena.
“Es imperativo esclarecer los hechos y señalar a los responsables”, dicen en el comunicado del sindicato. Y no es para menos, porque el asunto huele a rancio. Imaginen la bronca de llegar a casa después de años trabajando honestamente y enterarte de que tu puesto llegó de manera turbia. ¡Qué sal!”, exclamaron.
Pero eso no es todo, amigos. La auditoría también echó luz sobre que seis funcionarios de la propia Asesoría Jurídica del PANI se beneficiaron directamente de estos nombramientos en propiedad. ¡Imagínate la mosca!, parece que se cuidaron como pocos. Esto levantó aún más sospechas y reforzó la necesidad de una revisión exhaustiva de todo el proceso.
Ahora, el Patronato dice estar atendiendo el tema, contratando abogados externos para analizar la situación y ajustar el reglamento de reclutamiento. José Alonso Chaves, del despacho de la Presidencia Ejecutiva, aseguró que se van a tomar cartas en el asunto y a poner orden en la casa. Esperemos que así sea, porque la confianza de la gente está en juego.
La situación pinta fea, aunque hay que darle crédito al PANI por reconocer el problema y empezar a actuar. Sin embargo, este caso nos deja varias preguntas flotando en el aire: ¿Cómo es posible que hayan podido pasar tantas irregularidades sin que nadie se diera cuenta? ¿Quiénes estaban detrás de estas maniobras? Y lo más importante: ¿Cómo podemos evitar que esto vuelva a suceder?
En fin, la bronca está servida y el ambiente en el PANI está tenso. Ahora les toca a las autoridades demostrar que tienen la voluntad política y técnica para limpiar la barnizada y restaurar la confianza en la institución. Dime, ¿crees que esta investigación llegará hasta el final o será otro caso de 'limpieza rápida' que termina en nada?
