Ay, Dios mío, qué chinada nos tocó este viernes. Las lluvias no dieron tregua y el país amaneció con un panorama bien complicado. Según la CNE, estamos hablando de 82 incidentes por inundación repartidos en varios cantones, y parece que esto apenas comienza. ¡Imagínate el fiestón!
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) ya está trabajando a marchas forzadas, pero El Guarco, en Cartago, se lleva la palma como el más afectado. Entre La Silvia, Brumasco y otras comunidades, la gente anda con el agua hasta las rodillas, y muchas casas terminaron bien arriadas. Parece que el sistema de alcantarillado no aguantó ni la mitad del chaparrón.
Alejandro Picado, el jefe de la CNE, nos contó que “los ríos y quebradas se desbordaron como locos”, y que eso sumado al colapso del drenaje dejó varias viviendas bajo el agua. Y para rematar, apareció un deslizamiento en Copalchí, cerrando la carretera a Corralillo. ¡Qué sal! Ahora toca esperar que el MOPT pueda limpiar el carretero, porque ahí andan atascados muchos.
Pero no todo pinta igualito. Otros 17 cantones también sufrieron las consecuencias de este aguacero descomunal. Quepos, con sus calles inundadas en Paquita y la escuela Isla Damas en Parrita hecha aguas, es otro ejemplo de lo que está pasando en la zona. Abajo en el Sur, Osa se llevó unos buenos sustos con el río Barú desbordándose, afectando a Sierpe y Drake, y hasta hubo apagones en Puerto Jiménez. ¡Un brete pa’ todos!
Lo bueno es que, aunque la situación es complicada, todavía nadie tuvo que ir a un albergue. Por ahora, tenemos 25 personitas refugiadas en Sardinal y Filadelfia, en Guanacaste, recibiendo toda la ayuda posible. Equipos de la Cruz Roja y voluntarios andan repartiendo comida y suministros en Santa Cruz y Nicoya, apoyando a las familias y pescadores que se vieron afectados por este temporal. Un poquito de esperanza en medio de tanta agua.
Y para complicarle el cuadro a la cosa, llegó la tormenta Melissa, dando vueltas por el Caribe y amenazando con convertirse en huracán. Aunque no nos afecta directamente, sí está manteniendo activa la Zona de Convergencia Intertropical, lo que significa que podríamos seguir viendo lluvias intensas durante los próximos días. El IMN ya puso la alerta amarilla en el Pacífico y verde en la Central y la Zona Norte, así que hay que estar ojo avizor.
Así que, mánguene, prepárense. La CNE insiste en que mantengamos la calma, estemos atentos a la crecida de los ríos y quebradas, y evitemos acercarnos a zonas propensas a deslizamientos. Verifiquen si sus casas están en zonas de riesgo, aseguren sus pertenencias importantes y, sobre todo, ¡no se metan en problemas! Porque con este clima, cualquier cosita puede irse al traste.
Con todo este panorama, me pregunto... ¿Crees que el gobierno está haciendo lo suficiente para mitigar los efectos del cambio climático y proteger a las comunidades vulnerables frente a estos fenómenos naturales cada vez más frecuentes? ¡Déjanos tus comentarios abajo!
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) ya está trabajando a marchas forzadas, pero El Guarco, en Cartago, se lleva la palma como el más afectado. Entre La Silvia, Brumasco y otras comunidades, la gente anda con el agua hasta las rodillas, y muchas casas terminaron bien arriadas. Parece que el sistema de alcantarillado no aguantó ni la mitad del chaparrón.
Alejandro Picado, el jefe de la CNE, nos contó que “los ríos y quebradas se desbordaron como locos”, y que eso sumado al colapso del drenaje dejó varias viviendas bajo el agua. Y para rematar, apareció un deslizamiento en Copalchí, cerrando la carretera a Corralillo. ¡Qué sal! Ahora toca esperar que el MOPT pueda limpiar el carretero, porque ahí andan atascados muchos.
Pero no todo pinta igualito. Otros 17 cantones también sufrieron las consecuencias de este aguacero descomunal. Quepos, con sus calles inundadas en Paquita y la escuela Isla Damas en Parrita hecha aguas, es otro ejemplo de lo que está pasando en la zona. Abajo en el Sur, Osa se llevó unos buenos sustos con el río Barú desbordándose, afectando a Sierpe y Drake, y hasta hubo apagones en Puerto Jiménez. ¡Un brete pa’ todos!
Lo bueno es que, aunque la situación es complicada, todavía nadie tuvo que ir a un albergue. Por ahora, tenemos 25 personitas refugiadas en Sardinal y Filadelfia, en Guanacaste, recibiendo toda la ayuda posible. Equipos de la Cruz Roja y voluntarios andan repartiendo comida y suministros en Santa Cruz y Nicoya, apoyando a las familias y pescadores que se vieron afectados por este temporal. Un poquito de esperanza en medio de tanta agua.
Y para complicarle el cuadro a la cosa, llegó la tormenta Melissa, dando vueltas por el Caribe y amenazando con convertirse en huracán. Aunque no nos afecta directamente, sí está manteniendo activa la Zona de Convergencia Intertropical, lo que significa que podríamos seguir viendo lluvias intensas durante los próximos días. El IMN ya puso la alerta amarilla en el Pacífico y verde en la Central y la Zona Norte, así que hay que estar ojo avizor.
Así que, mánguene, prepárense. La CNE insiste en que mantengamos la calma, estemos atentos a la crecida de los ríos y quebradas, y evitemos acercarnos a zonas propensas a deslizamientos. Verifiquen si sus casas están en zonas de riesgo, aseguren sus pertenencias importantes y, sobre todo, ¡no se metan en problemas! Porque con este clima, cualquier cosita puede irse al traste.
Con todo este panorama, me pregunto... ¿Crees que el gobierno está haciendo lo suficiente para mitigar los efectos del cambio climático y proteger a las comunidades vulnerables frente a estos fenómenos naturales cada vez más frecuentes? ¡Déjanos tus comentarios abajo!