¡Ay, Dios mío! Esto sí que se puso feo, pura gente. Lluvias torrenciales nos tienen agarraditos de gallinas y el Ministerio de Educación Pública (MEP) tuvo que tomar medidas drásticas: suspensión de clases en varias escuelas y colegios de Puntarenas y Occidente. ¡Qué manera de empezar la semana!
Como les cuento, la cosa andaba complicada desde el finde pasado, con aguaceros fuertes que no daban tregua. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) había avisado desde hace tiempo que los suelos estaban empapados como esponjas, así que era cuestión de tiempo que pasaran cosas feas. Y vaya que pasaron, con inundaciones que te dejan boquiabierto y deslizamientos que dan escalofríos.
El MEP no se quedó cruzado de brazos, obviamente. Se armó un planazo con autoridades locales, direcciones regionales y comités municipales de emergencia – esos mae que siempre están pendientes. Revisaron la situación, vieron los reportes, y llegaron a la conclusión de que lo más seguro era mandar a todos los nenes y nenas a casa. ¡Más vale prevenir que lamentar, dicen por ahí!
Según el reporte oficial, en la Región de Puntarenas, los circuitos más golpeados son el 1, 2, 3, 4, 5 y 7. ¡Una torta lo que cayó allí! Caminos intransitables, comunidades aisladas… En algunos lugares, parece que estás en otra galaxia, tan difícil está llegar. Escuelas emblemáticas como la Riojalandia, el Liceo Antonio Obando Chan, e incluso el CINDEA de Puntarenas, tuvieron que cerrar sus puertas. ¡Qué pena para los estudiantes, pero la seguridad es primero!
Y ni hablar de la Región de Occidente, donde el circuito 3 también sufrió bastante. Ahí, colegios como el Monseñor Juan Vicente Solís F. y el Liceo Magallanes tuvieron que suspender las lecciones. Por suerte, otros circuitos mantuvieron las clases con normalidad, aunque con la recomendación de estar muy atentos a cualquier cambio repentino en el clima. Uno nunca sabe cuándo puede caerse un chaparrón inesperado, diay…
Los supervisores regionales ya están corriendo de un lado para otro, notificando a los directores, que a su vez deben avisarle a los profes, a los padres y a los estudiantes. ¡Todo esto requiere de mucha coordinación, vamos! Pero bueno, se está haciendo lo posible para mantener a todos informados y seguros. El MEP ha recalcado que está en contacto constante con la CNE, el IMN y los Comités Municipales de Emergencia, para ir evaluando la situación minuto a minuto.
Ahora bien, me pregunto si todas estas suspensiones van a afectar el calendario escolar. Ya estamos casi al final del año y los niños necesitan terminar sus programas. Tendremos que ver si se suman horas extras o si habrá alguna otra estrategia para compensar estos días perdidos. ¡Eso es lo que preocupa a muchos padres!
Y colorín colorado, este cuento ha terminado... ¡Pero no sin antes preguntarles a ustedes! ¿Creen que el MEP está tomando las decisiones correctas ante esta emergencia climática? ¿Deberían haber cerrado más escuelas o esperan a que la situación empeore? Dejen sus opiniones en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensan!
Como les cuento, la cosa andaba complicada desde el finde pasado, con aguaceros fuertes que no daban tregua. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) había avisado desde hace tiempo que los suelos estaban empapados como esponjas, así que era cuestión de tiempo que pasaran cosas feas. Y vaya que pasaron, con inundaciones que te dejan boquiabierto y deslizamientos que dan escalofríos.
El MEP no se quedó cruzado de brazos, obviamente. Se armó un planazo con autoridades locales, direcciones regionales y comités municipales de emergencia – esos mae que siempre están pendientes. Revisaron la situación, vieron los reportes, y llegaron a la conclusión de que lo más seguro era mandar a todos los nenes y nenas a casa. ¡Más vale prevenir que lamentar, dicen por ahí!
Según el reporte oficial, en la Región de Puntarenas, los circuitos más golpeados son el 1, 2, 3, 4, 5 y 7. ¡Una torta lo que cayó allí! Caminos intransitables, comunidades aisladas… En algunos lugares, parece que estás en otra galaxia, tan difícil está llegar. Escuelas emblemáticas como la Riojalandia, el Liceo Antonio Obando Chan, e incluso el CINDEA de Puntarenas, tuvieron que cerrar sus puertas. ¡Qué pena para los estudiantes, pero la seguridad es primero!
Y ni hablar de la Región de Occidente, donde el circuito 3 también sufrió bastante. Ahí, colegios como el Monseñor Juan Vicente Solís F. y el Liceo Magallanes tuvieron que suspender las lecciones. Por suerte, otros circuitos mantuvieron las clases con normalidad, aunque con la recomendación de estar muy atentos a cualquier cambio repentino en el clima. Uno nunca sabe cuándo puede caerse un chaparrón inesperado, diay…
Los supervisores regionales ya están corriendo de un lado para otro, notificando a los directores, que a su vez deben avisarle a los profes, a los padres y a los estudiantes. ¡Todo esto requiere de mucha coordinación, vamos! Pero bueno, se está haciendo lo posible para mantener a todos informados y seguros. El MEP ha recalcado que está en contacto constante con la CNE, el IMN y los Comités Municipales de Emergencia, para ir evaluando la situación minuto a minuto.
Ahora bien, me pregunto si todas estas suspensiones van a afectar el calendario escolar. Ya estamos casi al final del año y los niños necesitan terminar sus programas. Tendremos que ver si se suman horas extras o si habrá alguna otra estrategia para compensar estos días perdidos. ¡Eso es lo que preocupa a muchos padres!
Y colorín colorado, este cuento ha terminado... ¡Pero no sin antes preguntarles a ustedes! ¿Creen que el MEP está tomando las decisiones correctas ante esta emergencia climática? ¿Deberían haber cerrado más escuelas o esperan a que la situación empeore? Dejen sus opiniones en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensan!
