¡Ay, Dios mío! Con lo que nos gusta celebrar acá en Costa Rica, resulta que el brío y la alegría navideña pueden terminar en un brete bien pesado si no tenemos cuidado. El Colegio de Químicos de Costa Rica, esos unos correctazos, nos están echando una mano pa’ que el Año Nuevo empiece con pie derecho, porque parece que algunos todavía no se toman en serio el tema de los gases inflamables.
Parece mentira, ¿verdad?, pero la temporada de cierre es cuando más relajamos los ánimos y ahí es cuando pueden pasar cosas feas. Imagínate, mae, entre turrones, rompope y la pura bulla, olvidarnos de chequear que todo esté en orden con las bombonas de gas, los aerosoles y esas varas que usamos pa' limpiar y desinfectar la casa. ¡Un descuido y listo, se nos va el mundo!
Guillermo Blanco, el director ejecutivo del Colegio, lo dejó clarito: “El manejo de estas cositas peligrosas requiere saber qué haces, tener el equipo adecuado y seguir las reglas al pie de la letra”. No es jodiarse, es proteger nuestras vidas y las de nuestros familiares. Porque ni modo que quiera empezar el año viendo llamas y corriendo como ratones.
Y ojo, porque no solo se trata de las casas. Las empresas y organizaciones también tienen que estar al tanto. Parece que algunos todavía creen que ponerle un candadito a la puerta basta. ¡Ni hablar, mae! Hay protocolos estrictos que hay que cumplir, desde detener la fuga hasta avisarle al cuerpo de bomberos rapidísimo. Nada de andar jugando con fuego, ¡por favor!
Según el Colegio, si te encuentras con un derrame o un escape de algún producto químico, lo primero es desconectar la fuente o taparle la fuga. Luego, evacuar la zona y avisar a las autoridades pertinentes. ¡Y no te olvides del equipo de protección personal (EPP)! Que nadie se cree superhéroe y vaya sin mascarilla y guantes, ¿eh?
Uno se acuerda de aquella vez que salió un incendio en una ferretería por culpa de unos solventes mal guardados... ¡Qué despiche! La calle parecía un río de fuego. Por suerte, no hubo heridos, pero el susto fue de campeonato. Precisamente eso es lo que quiere evitar el Colegio, que no tengamos que vivir experiencias así.
La verdad es que este recordatorio viene bien a tiempo. En diciembre todos andamos apurados, pensando en comprar regalos, preparar la cena de Navidad y organizar las posadas. Pero es importante dedicarle unos minutos a revisar la seguridad de nuestra casa y alrededores. Mejor prevenir que lamentar, dicen por ahí. ¡Y no vaya a ser que nos jalamos una torta!
Así que ya sabes, mae, pon atención a estos consejos y celebra con responsabilidad. Ahora dime, ¿qué medidas extra tomarías tú para asegurarte de que tu hogar sea seguro durante las fiestas y proteger a tu familia de cualquier eventualidad relacionada con sustancias peligrosas?
Parece mentira, ¿verdad?, pero la temporada de cierre es cuando más relajamos los ánimos y ahí es cuando pueden pasar cosas feas. Imagínate, mae, entre turrones, rompope y la pura bulla, olvidarnos de chequear que todo esté en orden con las bombonas de gas, los aerosoles y esas varas que usamos pa' limpiar y desinfectar la casa. ¡Un descuido y listo, se nos va el mundo!
Guillermo Blanco, el director ejecutivo del Colegio, lo dejó clarito: “El manejo de estas cositas peligrosas requiere saber qué haces, tener el equipo adecuado y seguir las reglas al pie de la letra”. No es jodiarse, es proteger nuestras vidas y las de nuestros familiares. Porque ni modo que quiera empezar el año viendo llamas y corriendo como ratones.
Y ojo, porque no solo se trata de las casas. Las empresas y organizaciones también tienen que estar al tanto. Parece que algunos todavía creen que ponerle un candadito a la puerta basta. ¡Ni hablar, mae! Hay protocolos estrictos que hay que cumplir, desde detener la fuga hasta avisarle al cuerpo de bomberos rapidísimo. Nada de andar jugando con fuego, ¡por favor!
Según el Colegio, si te encuentras con un derrame o un escape de algún producto químico, lo primero es desconectar la fuente o taparle la fuga. Luego, evacuar la zona y avisar a las autoridades pertinentes. ¡Y no te olvides del equipo de protección personal (EPP)! Que nadie se cree superhéroe y vaya sin mascarilla y guantes, ¿eh?
Uno se acuerda de aquella vez que salió un incendio en una ferretería por culpa de unos solventes mal guardados... ¡Qué despiche! La calle parecía un río de fuego. Por suerte, no hubo heridos, pero el susto fue de campeonato. Precisamente eso es lo que quiere evitar el Colegio, que no tengamos que vivir experiencias así.
La verdad es que este recordatorio viene bien a tiempo. En diciembre todos andamos apurados, pensando en comprar regalos, preparar la cena de Navidad y organizar las posadas. Pero es importante dedicarle unos minutos a revisar la seguridad de nuestra casa y alrededores. Mejor prevenir que lamentar, dicen por ahí. ¡Y no vaya a ser que nos jalamos una torta!
Así que ya sabes, mae, pon atención a estos consejos y celebra con responsabilidad. Ahora dime, ¿qué medidas extra tomarías tú para asegurarte de que tu hogar sea seguro durante las fiestas y proteger a tu familia de cualquier eventualidad relacionada con sustancias peligrosas?