¡Ay, Dios mío! Resulta que el asunto de los militares yanquis en el Caribe se puso más caliente que gallina pochada en jalea. Desde que Trump decidió desplegar sus barcos y aviones allá por agosto del 2025, la cosa no ha parado de meterse. Ahora, parece que Latinoamérica se ha dividido en dos bandos, unos metiendo mano a apoyar y otros mirándolo todo con cara de “¡Qué sal!”.
La movida, bautizada cariñosamente en el Pentágono como “Lanza del Sur”, incluye al USS Gerald R. Ford, que es como llevar el estadio Nacional flotando. Es la movida militar más gorda que han hecho en el Caribe desde tiempos de la Guerra del Golfo, y eso ha levantado más polvo que un brete de carretera en construcción. Lo que molesta es que dicen que es pa' combatir el narcotráfico, pero muchos sospechan que hay cosas más turbias detrás, ¿no creen?
Trinidad y Tobago, esos primos nuestros del sur, han sido los primeros en gritarles “¡Bienvenida!”. La premier Kamla Persad-Bissessar no solo recibió a las fuerzas americanas con los brazos abiertos, sino que además dice que hay que hacer más ejercicios juntos. Pa’ ellos, esto es como tener un chunche gigante para acabar con los maleantes que andan haciendo desmadre ahí abajo. Caracas, claro, está echándole humo porque le parece una provocación, pero ¿quién les escucha a ellos ahora mismo?
Guyana tampoco se quedó atrás. Pa’ ellos, la ayuda de Washington es fundamental para frenar el avance de las bandas criminales que cruzan fronteras. Están preocupados por el Cártel de los Soles, una organización bien peculiar que, según dicen, tiene gente metida hasta el cuello en el alto mando venezolano. Maduro niega todo, obvio, pero la cosa huele a perro mojado, ¿verdad?
Aquí en Centroamérica, El Salvador anda actuando raro. Han aparecido fotos y videos de aviones AC-130J, esos bichos equipados con cañones poderosísimos, volando desde la base de Comalapa. Bukele se hace el loco y no dice ni pío, pero todos sabemos que él y Trump son como uña y mugre. Eso sí da qué pensar, mae… ¿Será que nos van a meter en este lío?
Panamá, tratando de andar con pies de plomo, dice que todo esto es normal, que son ejercicios militares acordados de antemano. Pero resulta que ampliaron los acuerdos con Estados Unidos para que tengan más presencia en bases aéreas y navales. Parece que prefieren no quemarse las manos, pero tampoco quieren quedar como si estuvieran mirando hacia otro lado. ¡Que dilema!
República Dominicana, buscando hacerse la interesante, se ha aliado aún más con la DEA. Dicen que algunas de las drogas que han decomisado últimamente fueron gracias a operativos conjuntos con los americanos. Abinader promete más cooperación, pero uno se pregunta: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar para combatir el narcotráfico?
Y ahora, la gran pregunta: ¿Estamos viendo el preludio de algo peor? Algunos países sudamericanos, como Ecuador, Paraguay y Argentina, ya declararon al Cártel de los Soles como organización terrorista, poniéndose del lado de Estados Unidos. Mientras tanto, Maduro sigue sacando pecho y desafiando a Trump. El Caribe se ha convertido en un tablero de ajedrez gigante, y nosotros, los ticos, estamos sentados en primera fila viendo cómo se mueven las piezas... ¿Creen que la creciente presencia militar estadounidense en el Caribe traerá estabilidad a la región o acelerará una posible confrontación?
La movida, bautizada cariñosamente en el Pentágono como “Lanza del Sur”, incluye al USS Gerald R. Ford, que es como llevar el estadio Nacional flotando. Es la movida militar más gorda que han hecho en el Caribe desde tiempos de la Guerra del Golfo, y eso ha levantado más polvo que un brete de carretera en construcción. Lo que molesta es que dicen que es pa' combatir el narcotráfico, pero muchos sospechan que hay cosas más turbias detrás, ¿no creen?
Trinidad y Tobago, esos primos nuestros del sur, han sido los primeros en gritarles “¡Bienvenida!”. La premier Kamla Persad-Bissessar no solo recibió a las fuerzas americanas con los brazos abiertos, sino que además dice que hay que hacer más ejercicios juntos. Pa’ ellos, esto es como tener un chunche gigante para acabar con los maleantes que andan haciendo desmadre ahí abajo. Caracas, claro, está echándole humo porque le parece una provocación, pero ¿quién les escucha a ellos ahora mismo?
Guyana tampoco se quedó atrás. Pa’ ellos, la ayuda de Washington es fundamental para frenar el avance de las bandas criminales que cruzan fronteras. Están preocupados por el Cártel de los Soles, una organización bien peculiar que, según dicen, tiene gente metida hasta el cuello en el alto mando venezolano. Maduro niega todo, obvio, pero la cosa huele a perro mojado, ¿verdad?
Aquí en Centroamérica, El Salvador anda actuando raro. Han aparecido fotos y videos de aviones AC-130J, esos bichos equipados con cañones poderosísimos, volando desde la base de Comalapa. Bukele se hace el loco y no dice ni pío, pero todos sabemos que él y Trump son como uña y mugre. Eso sí da qué pensar, mae… ¿Será que nos van a meter en este lío?
Panamá, tratando de andar con pies de plomo, dice que todo esto es normal, que son ejercicios militares acordados de antemano. Pero resulta que ampliaron los acuerdos con Estados Unidos para que tengan más presencia en bases aéreas y navales. Parece que prefieren no quemarse las manos, pero tampoco quieren quedar como si estuvieran mirando hacia otro lado. ¡Que dilema!
República Dominicana, buscando hacerse la interesante, se ha aliado aún más con la DEA. Dicen que algunas de las drogas que han decomisado últimamente fueron gracias a operativos conjuntos con los americanos. Abinader promete más cooperación, pero uno se pregunta: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar para combatir el narcotráfico?
Y ahora, la gran pregunta: ¿Estamos viendo el preludio de algo peor? Algunos países sudamericanos, como Ecuador, Paraguay y Argentina, ya declararon al Cártel de los Soles como organización terrorista, poniéndose del lado de Estados Unidos. Mientras tanto, Maduro sigue sacando pecho y desafiando a Trump. El Caribe se ha convertido en un tablero de ajedrez gigante, y nosotros, los ticos, estamos sentados en primera fila viendo cómo se mueven las piezas... ¿Creen que la creciente presencia militar estadounidense en el Caribe traerá estabilidad a la región o acelerará una posible confrontación?
