¡Ay, Dios mío! Parece que los bichos malos no dan tregua y ahora andan más listos que nunca. La Fiscalía contra la Ciberdelincuencia está sudando tinta tratando de ponerle frenos a una oleada impresionante de fraudes y delitos informáticos que han golpeado duro al país. Entre enero y agosto de este año, se reportaron ¡más de 16 mil denuncias!, lo que equivale a casi 69 casos diarios. Una torta, díganlo ustedes.
Y ojo, que esto no es novedad reciente. Si revisamos el panorama, en 2023 se registraron alrededor de 11 mil casos, la cosa escaló a 14 mil en 2024, y este año ya estamos superando todas las cifras anteriores. Así que, vamos por mal camino, brete complicado y tenemos que ponerle atención a lo que pasa en el mundo digital.
Melissa Quirós, la fiscala coordinadora de Ciberdelincuencia, nos aclara que gracias a algunos cambios importantes dentro de la Fiscalía –que incluyeron nuevas caras y enfoques–, han logrado darle más rápido al combate contra estas bandas organizadas. “Ahora sí estamos pegándole con más fuerza a estos delicuentes”, asegura, destacando la importancia de la colaboración con las entidades financieras, quienes ahora están mucho más al tanto y colaborando en tiempo real.
Es que los bancos, aparentemente, se han dado cuenta de que si no trabajan codo a codo con la Fiscalía, todos van a salir perjudicados. Están reforzando sus sistemas de seguridad y brindando información clave para identificar patrones sospechosos y cortar las operaciones de estos estafadores. Un paso importante para poder frenar esta situación caótica, ¿eh?
Uno de los casos que está dando que hablar es el llamado “Caso Wallet”. Se trata de una banda de unos siete sujetos –cuatro asiáticos y tres costarricenses– que utilizaban una billetera virtual para robar datos de tarjetas de crédito y gastar, ni más ni menos, ¡60 millones de colones! Imagínense la cantidad de cosas que pudieron comprar con esa lana... Desde alhajas de oro hasta una casita prefabricada, pasando por celulares de última generación y hasta aguardiente pa' celebrar.
Este grupo criminal operaba enviando mensajes fraudulentos –tipo phishing– disfrazados de correos de empresas reconocidas como Correos de Costa Rica o Kölbi. Las víctimas, ingenuamente, ingresaban sus datos de tarjetas de crédito en sitios web falsos, pensando que estaban resolviendo algún trámite pendiente. ¡Qué despiche! Pero así es como estos delincuentes lograban sacar provecho de la vulnerabilidad de la gente.
Lo peor de todo es que muchos de los afectados no siquiera se percataron del robo. Algunos, simplemente no revisan sus estados de cuenta mensuales, mientras que otros no saben cómo identificar una estafa online. Por eso, es fundamental estar alerta y desconfiar de cualquier mensaje sospechoso que llegue por correo electrónico o redes sociales. ¡No se crean todo lo que ven, maes!
La verdad es que esta historia nos deja pensando… ¿Hasta dónde llegará la creatividad de estos estafadores? Con tantos avances tecnológicos, parece que ellos siempre encuentran la forma de mantenerse un paso adelante. ¿Ustedes creen que las medidas que está tomando la Fiscalía serán suficientes para combatir esta creciente ola de ciberdelincuencia, o deberíamos buscar soluciones más innovadoras y proactivas? Dejen sus opiniones abajo, ¡me interesa saber qué piensan!
Y ojo, que esto no es novedad reciente. Si revisamos el panorama, en 2023 se registraron alrededor de 11 mil casos, la cosa escaló a 14 mil en 2024, y este año ya estamos superando todas las cifras anteriores. Así que, vamos por mal camino, brete complicado y tenemos que ponerle atención a lo que pasa en el mundo digital.
Melissa Quirós, la fiscala coordinadora de Ciberdelincuencia, nos aclara que gracias a algunos cambios importantes dentro de la Fiscalía –que incluyeron nuevas caras y enfoques–, han logrado darle más rápido al combate contra estas bandas organizadas. “Ahora sí estamos pegándole con más fuerza a estos delicuentes”, asegura, destacando la importancia de la colaboración con las entidades financieras, quienes ahora están mucho más al tanto y colaborando en tiempo real.
Es que los bancos, aparentemente, se han dado cuenta de que si no trabajan codo a codo con la Fiscalía, todos van a salir perjudicados. Están reforzando sus sistemas de seguridad y brindando información clave para identificar patrones sospechosos y cortar las operaciones de estos estafadores. Un paso importante para poder frenar esta situación caótica, ¿eh?
Uno de los casos que está dando que hablar es el llamado “Caso Wallet”. Se trata de una banda de unos siete sujetos –cuatro asiáticos y tres costarricenses– que utilizaban una billetera virtual para robar datos de tarjetas de crédito y gastar, ni más ni menos, ¡60 millones de colones! Imagínense la cantidad de cosas que pudieron comprar con esa lana... Desde alhajas de oro hasta una casita prefabricada, pasando por celulares de última generación y hasta aguardiente pa' celebrar.
Este grupo criminal operaba enviando mensajes fraudulentos –tipo phishing– disfrazados de correos de empresas reconocidas como Correos de Costa Rica o Kölbi. Las víctimas, ingenuamente, ingresaban sus datos de tarjetas de crédito en sitios web falsos, pensando que estaban resolviendo algún trámite pendiente. ¡Qué despiche! Pero así es como estos delincuentes lograban sacar provecho de la vulnerabilidad de la gente.
Lo peor de todo es que muchos de los afectados no siquiera se percataron del robo. Algunos, simplemente no revisan sus estados de cuenta mensuales, mientras que otros no saben cómo identificar una estafa online. Por eso, es fundamental estar alerta y desconfiar de cualquier mensaje sospechoso que llegue por correo electrónico o redes sociales. ¡No se crean todo lo que ven, maes!
La verdad es que esta historia nos deja pensando… ¿Hasta dónde llegará la creatividad de estos estafadores? Con tantos avances tecnológicos, parece que ellos siempre encuentran la forma de mantenerse un paso adelante. ¿Ustedes creen que las medidas que está tomando la Fiscalía serán suficientes para combatir esta creciente ola de ciberdelincuencia, o deberíamos buscar soluciones más innovadoras y proactivas? Dejen sus opiniones abajo, ¡me interesa saber qué piensan!