Bueno, bueno, bueno… parece que el Ministerio de Hacienda le dio un manita al asunto del impuesto de renta. Así es, actualizaron los tramos para el periodo del 2026, y algunos estamos rascándonos la cabeza pensando si esto realmente nos beneficia o si seguimos igual, echándole billete al Estado. La movida es que ahora el monto mínimo para empezar a pagar impuesto será de ¢918.000, así que por un lado, al menos los que ganan poquito andaremos tranquilos, diay.
Lo que pasa es que esto ya viene de atrás, porque la ley dice que cada año hay que ajustar estos tramos. No es novedad, es la norma. Pero vamos, hay que ponerlo en perspectiva: en el 2025, ese mismo mínimo empezaba en ¢922.000. Una diferencia pequeña, sí, pero en este brete de economía, cualquier colón cuenta, ¿verdad?
El decreto ejecutivo, firmado por el Presidente Chaves y el Ministro Lücke, detalla cómo va a funcionar. Básicamente, te digo rápido: si ganas hasta ¢918.000 al mes, ni te preocupes, no pagas ni un chícharo. Pero si te pasas de esa vara, prepárate para aflojar la chequera. Por encima de eso, empiezan a descontarte, y dependiendo de cuánto ganes, el porcentaje aumenta. Ya saben, la escala progresiva que dicen que ayuda a distribuir la riqueza... aunque a veces uno piensa si realmente llega a donde debería llegar, ¿eh?
Y hablando de porcentajes, la cosa quedó así: entre ¢918.000 y ¢1.347.000, pagas el 10%; luego, entre ¢1.347.000 y ¢2.364.000, el 15%; de ahí hasta ¢4.727.000, vas pagando el 20%, y si superas los ¢4.727.000 al mes, pues ya te toca soltar el 25%. Un pico pa'l gallito, eh, pero bueno, al menos sabemos qué esperar, ¿no?
Pero no todo es pa' trabajadores asalariados, máis bien. También afectó a las personas jurídicas, es decir, las empresas. Ahí los cambios fueron significativos, sobre todo para las que no tienen ingresos tan altos. Ahora, las empresas cuyas rentas brutas no superen los ¢119.174.000 durante el período fiscal tendrán que seguir pagando impuestos, pero con tasas ligeramente diferentes. Antes era ¢119.629.000, entonces bajó un poco, lo cual podría aliviar la carga para algunas pymes.
Si profundizamos un poquito más en el caso de las personas jurídicas, tenemos otros rangos a considerar. Entre los primeros ¢5.621.000 se paga un 5%, luego, entre ¢5.621.000 y ¢8.433.000, el 10%, y así sucesivamente hasta llegar al 20% para los ingresos superiores a ¢11.243.000. Un laberinto de números, diría yo, pero bueno, así son las cosas aquí en el país.
Y para los que tenemos actividades lucrativas, como freelancers o consultores, la historia es otra. Si ganas hasta ¢6.244.000, tampoco tienes de qué preocuparte. Pero si te pasas de esa vara, empiezás a pagar el 10% entre ¢6.244.000 y ¢8.329.000; luego, el 15% entre ¢8.329.000 y ¢10.414.000; el 20% entre ¢10.414.000 y ¢20.872.000, y finalmente, el 25% si te pasas de ¢20.872.000. Estos últimos montos son anuales, así que tengan eso en mente para hacer sus cálculos.
En fin, con toda esta información, me pregunto: ¿crees que estos ajustes al impuesto de renta realmente van a impactar positivamente en la economía nacional, o son simplemente maquillaje para aparentar que hacen algo? ¿Y tú, qué opinas, mae? ¿Te sientes más o menos cargado con estos nuevos tramos?
Lo que pasa es que esto ya viene de atrás, porque la ley dice que cada año hay que ajustar estos tramos. No es novedad, es la norma. Pero vamos, hay que ponerlo en perspectiva: en el 2025, ese mismo mínimo empezaba en ¢922.000. Una diferencia pequeña, sí, pero en este brete de economía, cualquier colón cuenta, ¿verdad?
El decreto ejecutivo, firmado por el Presidente Chaves y el Ministro Lücke, detalla cómo va a funcionar. Básicamente, te digo rápido: si ganas hasta ¢918.000 al mes, ni te preocupes, no pagas ni un chícharo. Pero si te pasas de esa vara, prepárate para aflojar la chequera. Por encima de eso, empiezan a descontarte, y dependiendo de cuánto ganes, el porcentaje aumenta. Ya saben, la escala progresiva que dicen que ayuda a distribuir la riqueza... aunque a veces uno piensa si realmente llega a donde debería llegar, ¿eh?
Y hablando de porcentajes, la cosa quedó así: entre ¢918.000 y ¢1.347.000, pagas el 10%; luego, entre ¢1.347.000 y ¢2.364.000, el 15%; de ahí hasta ¢4.727.000, vas pagando el 20%, y si superas los ¢4.727.000 al mes, pues ya te toca soltar el 25%. Un pico pa'l gallito, eh, pero bueno, al menos sabemos qué esperar, ¿no?
Pero no todo es pa' trabajadores asalariados, máis bien. También afectó a las personas jurídicas, es decir, las empresas. Ahí los cambios fueron significativos, sobre todo para las que no tienen ingresos tan altos. Ahora, las empresas cuyas rentas brutas no superen los ¢119.174.000 durante el período fiscal tendrán que seguir pagando impuestos, pero con tasas ligeramente diferentes. Antes era ¢119.629.000, entonces bajó un poco, lo cual podría aliviar la carga para algunas pymes.
Si profundizamos un poquito más en el caso de las personas jurídicas, tenemos otros rangos a considerar. Entre los primeros ¢5.621.000 se paga un 5%, luego, entre ¢5.621.000 y ¢8.433.000, el 10%, y así sucesivamente hasta llegar al 20% para los ingresos superiores a ¢11.243.000. Un laberinto de números, diría yo, pero bueno, así son las cosas aquí en el país.
Y para los que tenemos actividades lucrativas, como freelancers o consultores, la historia es otra. Si ganas hasta ¢6.244.000, tampoco tienes de qué preocuparte. Pero si te pasas de esa vara, empiezás a pagar el 10% entre ¢6.244.000 y ¢8.329.000; luego, el 15% entre ¢8.329.000 y ¢10.414.000; el 20% entre ¢10.414.000 y ¢20.872.000, y finalmente, el 25% si te pasas de ¢20.872.000. Estos últimos montos son anuales, así que tengan eso en mente para hacer sus cálculos.
En fin, con toda esta información, me pregunto: ¿crees que estos ajustes al impuesto de renta realmente van a impactar positivamente en la economía nacional, o son simplemente maquillaje para aparentar que hacen algo? ¿Y tú, qué opinas, mae? ¿Te sientes más o menos cargado con estos nuevos tramos?
