¡Ay, Dios mío, qué panorama nos cayó encima! La CNE ya mandó llamar a todos los bomberos, Cruz Roja y quien tenga un chunche para ayudar porque la onda tropical número 35 se viene con ganas de echarle agua a to’ el país. Parece que el clima decidió tomárselo personal, ¿eh?
Resulta que la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) decidió subir el semáforo a alerta naranja para el Pacífico, el Valle Central y la Zona Norte. Eso significa que hay que estar ojo avizor, tener el carrete listo y saber dónde está la cantina más cercana en caso de necesitar consuelo, porque vaya brete se nos viene encima.
Según los expertos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), la onda tropical se combina con la Zona de Convergencia Intertropical, creando una tormenta perfecta digna de película de catástrofes. No me digas que no te avisamos, chiqui… ¡Ahora toca prepararse!
Pero bueno, no todo es drama. Lo peor, según dicen, es que la tierra ya está bien empapada, así que apenas caiga un chaparrón decente, nos vamos todos a deslizar como jabones por las laderas. Ya saben, esos campos que andaban tan bonitos ahora pueden convertirse en ríos furiosos. ¡Qué sal!
Las autoridades ya le están gritando a la gente que extreme precauciones, sobre todo a los que vivimos cerquita de los ríos y quebradas. Dicen que evitemos cruzarlos si están crecidos (¡obvio!) y que estemos atentos a cualquier movimiento raro en nuestros terrenos. ¿En serio tienen que decirnos eso? A veces parece que asumen que somos unos desconocidos.
Y ni hablar de los comités municipales de emergencia. ¡Que estén listos pa’ darle! Porque si esto se pone feo, van a tener que trabajar doble turno repartiendo víveres y calmando nervios. Esperemos que tengan suficiente café y galletas, porque vaya carrera les espera.
Claro, mientras tanto, el Caribe se queda tranquilo en alerta amarilla. Siempre hay alguien que sale ileso, ¿verdad? Aunque digo yo, que igual se animan con sus propias lluvias, ¡nunca se sabe con el clima estos días!
Así que ya saben, mi gente. Preparen los impermeables, aseguren los muebles y estén pendientes de las noticias. Pero sobre todo, mantengan la calma y recuerden que somos ticos, y sabemos salir adelante en cualquier brete. Ahora dime, ¿crees que estamos exagerando con estas alertas o realmente deberíamos preocuparnos por lo que se avecina?
Resulta que la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) decidió subir el semáforo a alerta naranja para el Pacífico, el Valle Central y la Zona Norte. Eso significa que hay que estar ojo avizor, tener el carrete listo y saber dónde está la cantina más cercana en caso de necesitar consuelo, porque vaya brete se nos viene encima.
Según los expertos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), la onda tropical se combina con la Zona de Convergencia Intertropical, creando una tormenta perfecta digna de película de catástrofes. No me digas que no te avisamos, chiqui… ¡Ahora toca prepararse!
Pero bueno, no todo es drama. Lo peor, según dicen, es que la tierra ya está bien empapada, así que apenas caiga un chaparrón decente, nos vamos todos a deslizar como jabones por las laderas. Ya saben, esos campos que andaban tan bonitos ahora pueden convertirse en ríos furiosos. ¡Qué sal!
Las autoridades ya le están gritando a la gente que extreme precauciones, sobre todo a los que vivimos cerquita de los ríos y quebradas. Dicen que evitemos cruzarlos si están crecidos (¡obvio!) y que estemos atentos a cualquier movimiento raro en nuestros terrenos. ¿En serio tienen que decirnos eso? A veces parece que asumen que somos unos desconocidos.
Y ni hablar de los comités municipales de emergencia. ¡Que estén listos pa’ darle! Porque si esto se pone feo, van a tener que trabajar doble turno repartiendo víveres y calmando nervios. Esperemos que tengan suficiente café y galletas, porque vaya carrera les espera.
Claro, mientras tanto, el Caribe se queda tranquilo en alerta amarilla. Siempre hay alguien que sale ileso, ¿verdad? Aunque digo yo, que igual se animan con sus propias lluvias, ¡nunca se sabe con el clima estos días!
Así que ya saben, mi gente. Preparen los impermeables, aseguren los muebles y estén pendientes de las noticias. Pero sobre todo, mantengan la calma y recuerden que somos ticos, y sabemos salir adelante en cualquier brete. Ahora dime, ¿crees que estamos exagerando con estas alertas o realmente deberíamos preocuparnos por lo que se avecina?