¡Ay, Dios mío! Parece que esto no tiene fin. Entre tanta lluvia que nos ha caído, ahora toca lidiar con otra preocupación: las enfermedades diarreicas. El Colegio de Microbiólogos y Químicos ya mandó el aviso, y no es pa' bromear, la situación podría ponerse fea, especialmente con todos los huaicos y desastres que hemos vivido.
Según los expertos, la mezcla de aguas pluviales con las aguas negras – cosa que lamentablemente pasa en varios lugares donde el sistema de drenaje no da abasto – facilita la propagación de bacterias, virus y parásitos. Imagínate el panorama, los ríos reventando y arrastrando todo tipo de mugre... ¡Qué susto!
Luz María Chacón, representante del colegio, nos recordó que estamos hablando de bichos peligrosos como Salmonella, Shigella, Norovirus, Rotavirus, Hepatitis A, Giardia y Cryptosporidium. ¡Una lista considerable! Estos causantes de dolor de estómago y demás males se aprovechan de estas condiciones para reproducirse y expandirse como regadera.
Y no es solo teoría, dicen que estudios hechos en otros lados muestran que después de inundaciones, el riesgo de contraer diarrea puede aumentar hasta en un 40%. En países como Perú y Brasil, después de huracanes y fuertes aguaceros, ¡han visto aumentos de hasta CINCO VECES en casos de rotavirus y otras infeccciones intestinales! Eso sí que da escalofríos, mae.
Obviamente, los más vulnerables son los nenes menores de cinco años y los abuelitos, porque sus defensas no son tan fuertes. Ellos son quienes terminan peor parada, con hospitalizaciones y complicaciones más graves. Hay que cuidarlos doble, asá. La verdad es que con todo este panorama, uno se pone a pensar en qué más nos van a tocar.
Pero bueno, no todo está perdido. El Colegio de Microbiólogos lanzó unas recomendaciones para protegernos. Lo primero es limpiar bien la casa y los espacios públicos usando desinfectante. Guantes, botas, delantal, ¡hasta mascarilla si te sientes más seguro! Y ojo, hervir el agua por tres minutos si tienes dudas sobre su pureza, o directamente comprarla embotellada.
Además, nos recuerdan que mantener una buena higiene personal es clave. Lavarse las manos seguido, comer alimentos bien cocidos y evitar consumir hielo de dudosa procedencia. Pequeños detalles que hacen una gran diferencia, ¿verdad? Pero con la prisa y el estrés que uno vive, a veces se nos olvida lo básico. ¡Y ahí nomás te agarran los males!
Ahora, dime tú, ¿qué precauciones estás tomando en tu casa para evitar contagios? ¿Crees que las autoridades deberían hacer más para mejorar el sistema de alcantarillado y prevenir estas situaciones? Vamos, cuéntanos cómo le estás haciendo para protegerte y a tu familia de este brote que se avecina. ¡Es hora de compartir experiencias y consejos para superar juntos esta prueba!
Según los expertos, la mezcla de aguas pluviales con las aguas negras – cosa que lamentablemente pasa en varios lugares donde el sistema de drenaje no da abasto – facilita la propagación de bacterias, virus y parásitos. Imagínate el panorama, los ríos reventando y arrastrando todo tipo de mugre... ¡Qué susto!
Luz María Chacón, representante del colegio, nos recordó que estamos hablando de bichos peligrosos como Salmonella, Shigella, Norovirus, Rotavirus, Hepatitis A, Giardia y Cryptosporidium. ¡Una lista considerable! Estos causantes de dolor de estómago y demás males se aprovechan de estas condiciones para reproducirse y expandirse como regadera.
Y no es solo teoría, dicen que estudios hechos en otros lados muestran que después de inundaciones, el riesgo de contraer diarrea puede aumentar hasta en un 40%. En países como Perú y Brasil, después de huracanes y fuertes aguaceros, ¡han visto aumentos de hasta CINCO VECES en casos de rotavirus y otras infeccciones intestinales! Eso sí que da escalofríos, mae.
Obviamente, los más vulnerables son los nenes menores de cinco años y los abuelitos, porque sus defensas no son tan fuertes. Ellos son quienes terminan peor parada, con hospitalizaciones y complicaciones más graves. Hay que cuidarlos doble, asá. La verdad es que con todo este panorama, uno se pone a pensar en qué más nos van a tocar.
Pero bueno, no todo está perdido. El Colegio de Microbiólogos lanzó unas recomendaciones para protegernos. Lo primero es limpiar bien la casa y los espacios públicos usando desinfectante. Guantes, botas, delantal, ¡hasta mascarilla si te sientes más seguro! Y ojo, hervir el agua por tres minutos si tienes dudas sobre su pureza, o directamente comprarla embotellada.
Además, nos recuerdan que mantener una buena higiene personal es clave. Lavarse las manos seguido, comer alimentos bien cocidos y evitar consumir hielo de dudosa procedencia. Pequeños detalles que hacen una gran diferencia, ¿verdad? Pero con la prisa y el estrés que uno vive, a veces se nos olvida lo básico. ¡Y ahí nomás te agarran los males!
Ahora, dime tú, ¿qué precauciones estás tomando en tu casa para evitar contagios? ¿Crees que las autoridades deberían hacer más para mejorar el sistema de alcantarillado y prevenir estas situaciones? Vamos, cuéntanos cómo le estás haciendo para protegerte y a tu familia de este brote que se avecina. ¡Es hora de compartir experiencias y consejos para superar juntos esta prueba!