¡Ay, Dios mío! Parece que el clima decidió ponernos a prueba hoy. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) nos soltó la bomba hace unas horas: fuertes lluvias, tormentas y vientos huracanados en varias partes del país. Así que, si estaban pensando en ir a la playa o hacer una caminada por la montaña, mejor repiense… ¡porque esto se está poniendo chungo!
La Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), esos amigos que nos visitan desde el sur, siguen mandándonos humedad, y eso significa que las nubes se van a formar rapidito y van a descargar toda esa agua encima de nosotros. Según el IMN, la situación es de alta vulnerabilidad, especialmente porque todavía tenemos el suelo empapado de las lluvias de semanas pasadas. Esto quiere decir que hay más posibilidades de deslizamientos, inundaciones y ríos desbordados. ¡Uf, qué susto!
Y no es jaco’, compas. Ya estamos viendo las consecuencias. Las redes sociales están repletas de fotos y videos de calles inundadas, carros varados y gente tratando de sacar sus cosas de las casas. En algunas zonas del Caribe, las lluvias fueron tan intensas que hubo necesidad de rescatar personas atrapadas en sus viviendas. Imagínense la bronca... salir así de la casa buscando dónde meterse.
El pronóstico es bastante preocupante: se esperan acumulados de lluvia entre 20 y 85 milímetros en la Zona Norte, entre 20 y 80 en el Pacífico, entre 25 y 70 en el Caribe y entre 20 y 50 en el Valle Central. ¡Pero no crean que eso es poco! ¡Algunas zonas podrían recibir incluso más! Y para colmo, se esperan ráfagas de viento que podrían superar los 80 kilómetros por hora. Eso sí que es cargar trabajo, diay.
Lo peor de todo es que, además de la lluvia, podemos esperar tormentas eléctricas con rayos y truenos. Lo mejor es buscar resguardo seguro, evitar circular por lugares donde haya cables caídos y estar atentos a cualquier alerta que emita el IMN. Mejor prevenir que lamentar, como dice mi abu’eña. Nadie quiere terminar con el chuche mojado o peor aún, con problemas mayores. El brete está en mantenerse informados y tomar precauciones.
Los expertos recomiendan extremar las precauciones en zonas propensas a deslizamientos e inundaciones. Revisen si tienen árboles secos cerca de sus casas, aseguren objetos que puedan volar con el viento y, sobre todo, mantengan la calma. Si viven cerca de ríos o quebradas, estén alertas a cualquier cambio en el nivel del agua. No es momento de jugar, muchachos. Esto es serio, y la seguridad de todos depende de nuestras acciones.
En fin, parece que tendremos que aguantarnos unos días de lluvia y nerviosismo. Pero recuerden, somos ticos, y sabemos cómo enfrentar cualquier adversidad con una sonrisa y una taza de café caliente. ¡Vamos a apoyarnos mutuamente y a cuidarnos unos a otros! Que no nos agarre desprevenidos; recordemos que la naturaleza siempre manda su mensaje, y ahora mismo nos está pidiendo respeto y prudencia. No queremos que nadie se vaya al traste por bajar la guardia.
Ahora sí, te pregunto, compa: Con todas estas advertencias y considerando la frecuencia con la que hemos experimentado este tipo de fenómenos climáticos extremos últimamente, ¿cree usted que el gobierno debería invertir más recursos en sistemas de alerta temprana y medidas de prevención contra desastres naturales, o piensa que la responsabilidad recae principalmente en la autoprotección de cada hogar?
La Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), esos amigos que nos visitan desde el sur, siguen mandándonos humedad, y eso significa que las nubes se van a formar rapidito y van a descargar toda esa agua encima de nosotros. Según el IMN, la situación es de alta vulnerabilidad, especialmente porque todavía tenemos el suelo empapado de las lluvias de semanas pasadas. Esto quiere decir que hay más posibilidades de deslizamientos, inundaciones y ríos desbordados. ¡Uf, qué susto!
Y no es jaco’, compas. Ya estamos viendo las consecuencias. Las redes sociales están repletas de fotos y videos de calles inundadas, carros varados y gente tratando de sacar sus cosas de las casas. En algunas zonas del Caribe, las lluvias fueron tan intensas que hubo necesidad de rescatar personas atrapadas en sus viviendas. Imagínense la bronca... salir así de la casa buscando dónde meterse.
El pronóstico es bastante preocupante: se esperan acumulados de lluvia entre 20 y 85 milímetros en la Zona Norte, entre 20 y 80 en el Pacífico, entre 25 y 70 en el Caribe y entre 20 y 50 en el Valle Central. ¡Pero no crean que eso es poco! ¡Algunas zonas podrían recibir incluso más! Y para colmo, se esperan ráfagas de viento que podrían superar los 80 kilómetros por hora. Eso sí que es cargar trabajo, diay.
Lo peor de todo es que, además de la lluvia, podemos esperar tormentas eléctricas con rayos y truenos. Lo mejor es buscar resguardo seguro, evitar circular por lugares donde haya cables caídos y estar atentos a cualquier alerta que emita el IMN. Mejor prevenir que lamentar, como dice mi abu’eña. Nadie quiere terminar con el chuche mojado o peor aún, con problemas mayores. El brete está en mantenerse informados y tomar precauciones.
Los expertos recomiendan extremar las precauciones en zonas propensas a deslizamientos e inundaciones. Revisen si tienen árboles secos cerca de sus casas, aseguren objetos que puedan volar con el viento y, sobre todo, mantengan la calma. Si viven cerca de ríos o quebradas, estén alertas a cualquier cambio en el nivel del agua. No es momento de jugar, muchachos. Esto es serio, y la seguridad de todos depende de nuestras acciones.
En fin, parece que tendremos que aguantarnos unos días de lluvia y nerviosismo. Pero recuerden, somos ticos, y sabemos cómo enfrentar cualquier adversidad con una sonrisa y una taza de café caliente. ¡Vamos a apoyarnos mutuamente y a cuidarnos unos a otros! Que no nos agarre desprevenidos; recordemos que la naturaleza siempre manda su mensaje, y ahora mismo nos está pidiendo respeto y prudencia. No queremos que nadie se vaya al traste por bajar la guardia.
Ahora sí, te pregunto, compa: Con todas estas advertencias y considerando la frecuencia con la que hemos experimentado este tipo de fenómenos climáticos extremos últimamente, ¿cree usted que el gobierno debería invertir más recursos en sistemas de alerta temprana y medidas de prevención contra desastres naturales, o piensa que la responsabilidad recae principalmente en la autoprotección de cada hogar?