¡Ay, Dios mío, qué movida! Después de años de espera, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ahora tiene vía libre para allanar casas a diestra y siniestra, y eso incluye los fines de semana y hasta los días feriados. Parece sacado de película, ¿verdad?
La reforma al Código Procesal Penal, específicamente al artículo 193, entró en vigor este mes, dando alas a los agentes del OIJ para hacer operativos cuando quieran, sin estar atados al horario de 6 a.m. a 6 p.m. Antes, era un rollo evitar molestar a la gente, pero ahora, si hay una orden judicial o el dueño da el visto bueno, ¡listo!
Michael Soto, el jefe del OIJ, lo pintó así: “La criminalidad no tiene horario, ni nosotros tampoco deberíamos.” Tiene toda la razón, chaval. Imagínate que estás disfrutando del partido de fútbol y, ¡bam!, llegan los polis. Pero bueno, dicen que es para combatir el crimen organizado, y ahí hay que ponerle empeño.
Pero no todos están contentos con esto. Rafael Ángel Guillén, quien dirigió el OIJ en el pasado, dice que esta ley llegó tardísimo, como unos veinte años después de tiempo. Según él, se le tenía que haber metido mano desde los noventas, cuando se hizo la Reforma Procesal Penal. Y no precisamente porque faltaban guítis, sino porque algunos políticos se opusieron, ¡qué pena!
Y hablando de penas, el criminólogo Jorge Ulloa está más que de acuerdo con la nueva normativa. Dice que era urgente, porque los malos han cambiado mucho su forma de actuar y antes la restricción horaria les daba ventaja. Ahora, se supone que el OIJ podrá sorprenderlos más fácil y agarrarlos con las manos en la masa. Imagínate lo frustrante que debe ser pa' esos tipos...
Por supuesto, todo esto viene acompañado de reglas. El juez tiene que resolver rápido, dentro de tres días hábiles en los casos normales y cinco si es algo relacionado con crimen organizado. Además, tienen que justificar bien por qué necesitan entrar a esa casa a esas horas. No vaya a ser que anden allanando casas al azar, ¡eso sería un mamarracho!
Ahora, la pregunta que queda en el aire es si realmente esta reforma va a funcionar y si vamos a ver resultados tangibles en la lucha contra el crimen. Ya sabemos cómo son estas cosas, a veces las leyes se quedan en papel mojado. Y pensando en todo esto, me pregunto... ¿realmente estamos dispuestos a sacrificar un poco nuestra privacidad para sentirnos más seguros, o preferimos mantener nuestro espacio personal aunque eso signifique vivir con cierto riesgo?
Total, lo que quiero saber es: ¿crees que esta medida es necesaria para enfrentar el creciente problema de la inseguridad en Costa Rica, o piensas que podría abrir la puerta a abusos y violaciones de derechos fundamentales? Déjame leer tus comentarios, ¡me interesa saber qué opinas tú, mi pana! ¿Te sientes más seguro con esta nueva ley, o te preocupa que pueda afectar tu libertad?
La reforma al Código Procesal Penal, específicamente al artículo 193, entró en vigor este mes, dando alas a los agentes del OIJ para hacer operativos cuando quieran, sin estar atados al horario de 6 a.m. a 6 p.m. Antes, era un rollo evitar molestar a la gente, pero ahora, si hay una orden judicial o el dueño da el visto bueno, ¡listo!
Michael Soto, el jefe del OIJ, lo pintó así: “La criminalidad no tiene horario, ni nosotros tampoco deberíamos.” Tiene toda la razón, chaval. Imagínate que estás disfrutando del partido de fútbol y, ¡bam!, llegan los polis. Pero bueno, dicen que es para combatir el crimen organizado, y ahí hay que ponerle empeño.
Pero no todos están contentos con esto. Rafael Ángel Guillén, quien dirigió el OIJ en el pasado, dice que esta ley llegó tardísimo, como unos veinte años después de tiempo. Según él, se le tenía que haber metido mano desde los noventas, cuando se hizo la Reforma Procesal Penal. Y no precisamente porque faltaban guítis, sino porque algunos políticos se opusieron, ¡qué pena!
Y hablando de penas, el criminólogo Jorge Ulloa está más que de acuerdo con la nueva normativa. Dice que era urgente, porque los malos han cambiado mucho su forma de actuar y antes la restricción horaria les daba ventaja. Ahora, se supone que el OIJ podrá sorprenderlos más fácil y agarrarlos con las manos en la masa. Imagínate lo frustrante que debe ser pa' esos tipos...
Por supuesto, todo esto viene acompañado de reglas. El juez tiene que resolver rápido, dentro de tres días hábiles en los casos normales y cinco si es algo relacionado con crimen organizado. Además, tienen que justificar bien por qué necesitan entrar a esa casa a esas horas. No vaya a ser que anden allanando casas al azar, ¡eso sería un mamarracho!
Ahora, la pregunta que queda en el aire es si realmente esta reforma va a funcionar y si vamos a ver resultados tangibles en la lucha contra el crimen. Ya sabemos cómo son estas cosas, a veces las leyes se quedan en papel mojado. Y pensando en todo esto, me pregunto... ¿realmente estamos dispuestos a sacrificar un poco nuestra privacidad para sentirnos más seguros, o preferimos mantener nuestro espacio personal aunque eso signifique vivir con cierto riesgo?
Total, lo que quiero saber es: ¿crees que esta medida es necesaria para enfrentar el creciente problema de la inseguridad en Costa Rica, o piensas que podría abrir la puerta a abusos y violaciones de derechos fundamentales? Déjame leer tus comentarios, ¡me interesa saber qué opinas tú, mi pana! ¿Te sientes más seguro con esta nueva ley, o te preocupa que pueda afectar tu libertad?