¡Aguantamos, pura vida! Después de una semanita tensa donde muchos nos vimos obligados a buscar rutas alternativas pa’ llegar a Limón – algunos incluso pensando en comprarse un helicóptero, qué desperation – parece que la Ruta 32 volverá a estar operativa este viernes 14 de noviembre. La noticia llegó con la bendición de las autoridades, quienes prometen que todo estará listo luego de quitarse de encima esa enorme roca que nos tenía atascados.
Como recordaremos, todo esto comenzó hace unos días cuando se detectó el riesgo de deslizamiento de una roca de casi 2.500 toneladas en el famoso kilómetro 31. ¡Imagínate la torta que hubiera sido si se caía encima de alguien! Por eso, rápidamente cerraron la carretera, generando un verdadero cuello de botella en el transporte hacia y desde la provincia limonense. Desde el gobierno aseguraron que se trabajaba a marchas forzadas para solucionar el problema, pero vaya que se hizo esperar.
Ahora, según informan desde la Dirección General de Carreteras y Puentes (DGCP), los ingenieros han estado trabajando sin parar. Se han realizado alrededor de treinta perforaciones, un brete considerable, para debilitar la roca y facilitar su remoción. Esta labor, diay, no ha sido fácil. Las lluvias torrenciales que azotan la zona constantemente han puesto en jaque los trabajos, obligando a suspender las actividades en varias ocasiones. Uno esperaría que se construyera un techo gigante sobre el sector, ¡pero bueno, eso sería pedirle peras al olmo!
Lo que sigue, señores, es el momento crucial: la dinamitación. Programada para este miércoles a primera hora, la explosión controlada busca fragmentar la roca en pedazos más pequeños, facilitando así su posterior retiro. Después, habrá una ardua tarea de limpieza para retirar los escombros y acondicionar la superficie de la carretera. Todo esto, claro, dependiendo de que el clima nos dé un respiro… ¡pues ahí le va, que no llueva!
Pero ojo, que esto del clima siempre es una incógnita en esa zona. Parece que los aguaceros se encargan de hacer sus propias reglas y no precisamente favorecen los planes de los ingenieros. De hecho, durante estos días hemos visto cómo se han retrasado los trabajos debido a las constantes precipitaciones. Se necesita un milagro celestial para que el sol brille durante el proceso de dinamitación y limpieza.
Más allá de la fecha de reapertura, surge la gran interrogante: ¿será que ahora sí vamos a tener una solución duradera para evitar futuros problemas en la Ruta 32? Porque ya cansamos de lidiar con cierres inesperados y rutas alternativas que terminan llevándonos horas extras. ¿Serán suficientes las medidas preventivas que se tomarán para garantizar la seguridad de los usuarios a largo plazo?
Y hablando de medidas preventivas, muchos se preguntan si se podría haber hecho algo diferente antes de que la situación llegara a este punto. Algunos expertos opinan que se debió realizar un estudio geotécnico más exhaustivo de la zona años atrás, lo cual habría permitido identificar el riesgo de deslizamientos y tomar acciones correctivas a tiempo. Pero bueno, ya se sabe, en Costa Rica muchas veces dejamos las cosas para el último momento, ¡qué despiste!
En fin, esperemos que este viernes podamos transitar tranquilos por la Ruta 32. Pero me pregunto, ¿creen ustedes que el Gobierno debería invertir más recursos en el mantenimiento y la prevención de riesgos en nuestras carreteras, especialmente en aquellas zonas propensas a deslizamientos? Compartan sus opiniones y experiencias en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensan mis compañeros!
Como recordaremos, todo esto comenzó hace unos días cuando se detectó el riesgo de deslizamiento de una roca de casi 2.500 toneladas en el famoso kilómetro 31. ¡Imagínate la torta que hubiera sido si se caía encima de alguien! Por eso, rápidamente cerraron la carretera, generando un verdadero cuello de botella en el transporte hacia y desde la provincia limonense. Desde el gobierno aseguraron que se trabajaba a marchas forzadas para solucionar el problema, pero vaya que se hizo esperar.
Ahora, según informan desde la Dirección General de Carreteras y Puentes (DGCP), los ingenieros han estado trabajando sin parar. Se han realizado alrededor de treinta perforaciones, un brete considerable, para debilitar la roca y facilitar su remoción. Esta labor, diay, no ha sido fácil. Las lluvias torrenciales que azotan la zona constantemente han puesto en jaque los trabajos, obligando a suspender las actividades en varias ocasiones. Uno esperaría que se construyera un techo gigante sobre el sector, ¡pero bueno, eso sería pedirle peras al olmo!
Lo que sigue, señores, es el momento crucial: la dinamitación. Programada para este miércoles a primera hora, la explosión controlada busca fragmentar la roca en pedazos más pequeños, facilitando así su posterior retiro. Después, habrá una ardua tarea de limpieza para retirar los escombros y acondicionar la superficie de la carretera. Todo esto, claro, dependiendo de que el clima nos dé un respiro… ¡pues ahí le va, que no llueva!
Pero ojo, que esto del clima siempre es una incógnita en esa zona. Parece que los aguaceros se encargan de hacer sus propias reglas y no precisamente favorecen los planes de los ingenieros. De hecho, durante estos días hemos visto cómo se han retrasado los trabajos debido a las constantes precipitaciones. Se necesita un milagro celestial para que el sol brille durante el proceso de dinamitación y limpieza.
Más allá de la fecha de reapertura, surge la gran interrogante: ¿será que ahora sí vamos a tener una solución duradera para evitar futuros problemas en la Ruta 32? Porque ya cansamos de lidiar con cierres inesperados y rutas alternativas que terminan llevándonos horas extras. ¿Serán suficientes las medidas preventivas que se tomarán para garantizar la seguridad de los usuarios a largo plazo?
Y hablando de medidas preventivas, muchos se preguntan si se podría haber hecho algo diferente antes de que la situación llegara a este punto. Algunos expertos opinan que se debió realizar un estudio geotécnico más exhaustivo de la zona años atrás, lo cual habría permitido identificar el riesgo de deslizamientos y tomar acciones correctivas a tiempo. Pero bueno, ya se sabe, en Costa Rica muchas veces dejamos las cosas para el último momento, ¡qué despiste!
En fin, esperemos que este viernes podamos transitar tranquilos por la Ruta 32. Pero me pregunto, ¿creen ustedes que el Gobierno debería invertir más recursos en el mantenimiento y la prevención de riesgos en nuestras carreteras, especialmente en aquellas zonas propensas a deslizamientos? Compartan sus opiniones y experiencias en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensan mis compañeros!
