¡Ay, Dios mío! Esto se puso caliente en Naranjo, pura tortilla. Resulta que el alcalde Randall Vega ahora tiene un señor acusándolo de amenazarlo, y encima, el proyecto de vivienda La Esperanza está más parado que chancho en Navidad. Ya ven, la política tica siempre nos da sorpresas, ¿verdad?
Según la Fiscalía, Don Lizano Ávila, un vecino del lugar, presentó una denuncia alegando que recibió amenazas por parte del alcalde, supuestamente relacionadas con la insistencia en conectar ese residencial al sistema de agua municipal. El OIJ tuvo que ir a buscarlo en San Ramón y llevarlo hasta Grecia, donde poco después lo dejaron libre, pero con unas restricciones que le pusieron pa’ que no haga bulla.
Lo que más me sorprende es que ahora le prohíben acercarse al alcalde, hablar de él en redes sociales o incluso pisar el casco central de Naranjo. ¡Imagínate!, ni siquiera puede opinar sobre ese proyecto de vivienda que tanto le preocupa a él y a otros vecinos. Eso parece que le están apagando la voz, diay. El abogado de Lizano, Juan Miguel Villalobos, dice que esto es puro atropello y que van a apelar, porque según él, están silenciando a su cliente, que es uno de los beneficiarios del proyecto.
Pero la cosa no termina ahí, mi gente. Resulta que el presidente Chaves también se metió en el medio de esta vaina, criticando duramente al alcalde por no querer autorizar la conexión del agua. Y luego, ¡boom!, el Gobierno mandó a la Fuerza Pública y técnicos del AyA a hacer la conexión “ilegalmente”, como dicen desde el ayuntamiento. Ahí es cuando el bicho se puso turbio, porque ahora hablan de violaciones a principios constitucionales, de amparos de legalidad... ¡Qué brete!
La municipalidad, claro, no se quedó callada y denunció la invasión del Ejecutivo a sus competencias. Dicen que el Gobierno se pasó de la raya y que están ignorando los recursos legales que presentaron sobre el proyecto de vivienda. Pero el AyA insiste en que hicieron todo bien y que la conexión no va a afectar el suministro de agua a los demás vecinos. ¡Eso nadie lo sabe, chunche!
Y hablando del proyecto La Esperanza, eso es otra historia larga. Los vecinos llevan tiempo presionando al alcalde para que les dé luz verde a la conexión del agua, argumentando que viven en condiciones precarias y que necesitan urgentemente el servicio. Pero el alcalde se niega, alegando que la conexión podría afectar el suministro a otras zonas del cantón. Dice que hay que estudiarlo bien, pero parece que el estudio se eterniza, ¿eh?
Ahora, con todo este lío, parece que el proyecto de vivienda sigue estancado, el alcalde está en el banquillo de los acusados y el presidente Chaves sigue apretándole las bolas. ¡Qué carga de problemas! Y todo por unas cuantas gotas de agua, vaya. Se avecinan tiempos movidos en Naranjo, y nosotros aquí, pegaditos al Foro, viendo cómo se desarrolla esta telenovela nacional. Entre tanta polémica, uno se queda pensando… ¿será que alguien está manipulando la situación para sacar provecho político o económico?
Con tantas idas y vueltas, y viendo cómo el presidente Chaves ha ido intensificando sus ataques contra el alcalde, me pregunto: ¿Creem que el Presidente realmente busca solucionar el problema del acceso al agua o estamos ante una estrategia política para debilitar al alcalde de Naranjo y ganar réditos políticos? Déjenme saber su opinión en los comentarios del foro.
Según la Fiscalía, Don Lizano Ávila, un vecino del lugar, presentó una denuncia alegando que recibió amenazas por parte del alcalde, supuestamente relacionadas con la insistencia en conectar ese residencial al sistema de agua municipal. El OIJ tuvo que ir a buscarlo en San Ramón y llevarlo hasta Grecia, donde poco después lo dejaron libre, pero con unas restricciones que le pusieron pa’ que no haga bulla.
Lo que más me sorprende es que ahora le prohíben acercarse al alcalde, hablar de él en redes sociales o incluso pisar el casco central de Naranjo. ¡Imagínate!, ni siquiera puede opinar sobre ese proyecto de vivienda que tanto le preocupa a él y a otros vecinos. Eso parece que le están apagando la voz, diay. El abogado de Lizano, Juan Miguel Villalobos, dice que esto es puro atropello y que van a apelar, porque según él, están silenciando a su cliente, que es uno de los beneficiarios del proyecto.
Pero la cosa no termina ahí, mi gente. Resulta que el presidente Chaves también se metió en el medio de esta vaina, criticando duramente al alcalde por no querer autorizar la conexión del agua. Y luego, ¡boom!, el Gobierno mandó a la Fuerza Pública y técnicos del AyA a hacer la conexión “ilegalmente”, como dicen desde el ayuntamiento. Ahí es cuando el bicho se puso turbio, porque ahora hablan de violaciones a principios constitucionales, de amparos de legalidad... ¡Qué brete!
La municipalidad, claro, no se quedó callada y denunció la invasión del Ejecutivo a sus competencias. Dicen que el Gobierno se pasó de la raya y que están ignorando los recursos legales que presentaron sobre el proyecto de vivienda. Pero el AyA insiste en que hicieron todo bien y que la conexión no va a afectar el suministro de agua a los demás vecinos. ¡Eso nadie lo sabe, chunche!
Y hablando del proyecto La Esperanza, eso es otra historia larga. Los vecinos llevan tiempo presionando al alcalde para que les dé luz verde a la conexión del agua, argumentando que viven en condiciones precarias y que necesitan urgentemente el servicio. Pero el alcalde se niega, alegando que la conexión podría afectar el suministro a otras zonas del cantón. Dice que hay que estudiarlo bien, pero parece que el estudio se eterniza, ¿eh?
Ahora, con todo este lío, parece que el proyecto de vivienda sigue estancado, el alcalde está en el banquillo de los acusados y el presidente Chaves sigue apretándole las bolas. ¡Qué carga de problemas! Y todo por unas cuantas gotas de agua, vaya. Se avecinan tiempos movidos en Naranjo, y nosotros aquí, pegaditos al Foro, viendo cómo se desarrolla esta telenovela nacional. Entre tanta polémica, uno se queda pensando… ¿será que alguien está manipulando la situación para sacar provecho político o económico?
Con tantas idas y vueltas, y viendo cómo el presidente Chaves ha ido intensificando sus ataques contra el alcalde, me pregunto: ¿Creem que el Presidente realmente busca solucionar el problema del acceso al agua o estamos ante una estrategia política para debilitar al alcalde de Naranjo y ganar réditos políticos? Déjenme saber su opinión en los comentarios del foro.