¡Ay, Dios mío! Parece que alguien en la Asamblea escuchó nuestros lamentos por el marchamo. Un diputado, pa' que le sirva de anécdota, anda proponiendo quitarlo así como si nada y ponerle un parche con una 'contribución especial'. Sí, ya sé, suena a chino, pero agárrense porque vamos a meterle ojo a este brete.
La jugada viene del diputado Gilberto Campos, del Partido Liberal Progresista (PLP), quien metió un proyecto de ley, el 25.292, pa’ darle vueltas al asunto. Básicamente, quiere mandar pa'l olvido el impuesto a los carros y cambiarlo por un cobrito nuevo. Como si fuera fácil, ¿verdad?
La idea principal es que, en vez de pagar el marchamo como siempre lo hemos hecho, nos tocaría soltar unos billetes pa' ayudar a construir y mantener las carreteras. La cifra que barajan, y esto va pa' que se armen los cálculos, sería de ¢50.000 para los carros particulares y ¢25.000 pa’ los autobuses y taxis. ¡Una pincha vara!
Campos, defendiéndose como puede, dice que es una injusticia que hayan bajado el marchamo y luego el gobierno se negara a aplicarlo. "Estamos sustituyéndolo por un derecho de circulación con una sola tarifa plana", explica el diputado. Su argumento es que así el money irá directo a arreglar las calles, que es lo que todos andamos pidiendo a gritos. ¡Que si la carretera está llena de baches, qué ma...!
El proyecto también trae cositas extras. Por ejemplo, el valor de esta 'contribución especial' podría variar cada año dependiendo del Índice de Precios al Consumidor. Además, nos van a cobrar otros ¢1.700 por carro, que irán a parar a unas organizaciones... bueno, todavía no queda claro exactamente cuáles, pero prometen darles el visto bueno pronto. ¡Eso esperamos, claro!
Ahora bien, ¿dónde va a parar el dinero? Según el proyecto, la mitad se irá al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) pa’ arreglar las principales carreteras del país. Y la otra mitad, directamente a las municipalidades para que se encarguen de las calles locales. Una distribución medio justa, ¿no creen? Aunque siempre hay sospechas de que alguna plata se esfuma por ahí, diay.
Lo interesante es que este proyecto no afectará a los carros importados de otros países que usan embajadas y consulados, ni tampoco a los vehículos de organismos internacionales, del gobierno, de hospitales o de la Cruz Roja. También quedan exentos las máquinas contra incendios y, ¡agradecidamente!, las bicicletas. Ya saben, que nadie quiere andar pagando por pedalear.
Y hablando de pedalear… esta propuesta llega justo después de que el PLP impulsara la ley pa’ bajar el marchamo en 2023, lo cual, aunque tardó en implementarse, al final nos dio algún que otro respiro. Ahora buscan terminar el trabajo y despedirse definitivamente del viejo marchamo. Así que me pregunto, ¿ustedes creen que esta 'contribución especial' será realmente efectiva para mejorar nuestras carreteras, o simplemente será otro modo disfrazado de sacar la barriga al ciudadano?
La jugada viene del diputado Gilberto Campos, del Partido Liberal Progresista (PLP), quien metió un proyecto de ley, el 25.292, pa’ darle vueltas al asunto. Básicamente, quiere mandar pa'l olvido el impuesto a los carros y cambiarlo por un cobrito nuevo. Como si fuera fácil, ¿verdad?
La idea principal es que, en vez de pagar el marchamo como siempre lo hemos hecho, nos tocaría soltar unos billetes pa' ayudar a construir y mantener las carreteras. La cifra que barajan, y esto va pa' que se armen los cálculos, sería de ¢50.000 para los carros particulares y ¢25.000 pa’ los autobuses y taxis. ¡Una pincha vara!
Campos, defendiéndose como puede, dice que es una injusticia que hayan bajado el marchamo y luego el gobierno se negara a aplicarlo. "Estamos sustituyéndolo por un derecho de circulación con una sola tarifa plana", explica el diputado. Su argumento es que así el money irá directo a arreglar las calles, que es lo que todos andamos pidiendo a gritos. ¡Que si la carretera está llena de baches, qué ma...!
El proyecto también trae cositas extras. Por ejemplo, el valor de esta 'contribución especial' podría variar cada año dependiendo del Índice de Precios al Consumidor. Además, nos van a cobrar otros ¢1.700 por carro, que irán a parar a unas organizaciones... bueno, todavía no queda claro exactamente cuáles, pero prometen darles el visto bueno pronto. ¡Eso esperamos, claro!
Ahora bien, ¿dónde va a parar el dinero? Según el proyecto, la mitad se irá al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) pa’ arreglar las principales carreteras del país. Y la otra mitad, directamente a las municipalidades para que se encarguen de las calles locales. Una distribución medio justa, ¿no creen? Aunque siempre hay sospechas de que alguna plata se esfuma por ahí, diay.
Lo interesante es que este proyecto no afectará a los carros importados de otros países que usan embajadas y consulados, ni tampoco a los vehículos de organismos internacionales, del gobierno, de hospitales o de la Cruz Roja. También quedan exentos las máquinas contra incendios y, ¡agradecidamente!, las bicicletas. Ya saben, que nadie quiere andar pagando por pedalear.
Y hablando de pedalear… esta propuesta llega justo después de que el PLP impulsara la ley pa’ bajar el marchamo en 2023, lo cual, aunque tardó en implementarse, al final nos dio algún que otro respiro. Ahora buscan terminar el trabajo y despedirse definitivamente del viejo marchamo. Así que me pregunto, ¿ustedes creen que esta 'contribución especial' será realmente efectiva para mejorar nuestras carreteras, o simplemente será otro modo disfrazado de sacar la barriga al ciudadano?